

Se multiplican los reclamos por la ciudad y los integrantes del gobierno de Petrecca siguen haciendo oídos sordos. ¿Qué pasa con el servicio de recolección de montículos y la limpieza de las calles?
Hace un tiempo, la responsabilidad de la recolección volvió al municipio, que dejó de tercerizarlo como venía siendo con la empresa Ashira desde muchos años atrás. Entre esta decisión y los vaivenes de la pandemia, los vecinos vieron cómo dejó de cumplirse algún cronograma trazado y que se junten los montículos depende del azar.
Lo mismo pasó con el barrido. Se terminaron las máquinas automáticas que se utilizaban en calles de distintos barrios, se presentó a una cooperativa de barredores manuales y el resultado fue más mugre en la ciudad. En los barrios no pasan máquinas ni personas para limpiar las arterias, que quedaron en manos de solidarias vecinas ad honorem. Y en la zona céntrica escasean los barrenderos, ya no pasan a diario y queda todo a la vista: Junín está sucio.
En este marco, vecinos del barrio Emilio Mitre, de calles Pellegrini, French, Vargas, 25 de Mayo, José Mayo, entre otras, enviaron su reclamo a SEMANARIO. Días y días bolsas de montículos permanecen en las veredas, sin que puedan enterarse a ciencia cierta qué día correspondería el paso del camión municipal y si ese recorrido trazado se cumple alguna vez.
Sin embargo, ante este panorama que queda a la vista de cualquier juninense o visitante y por lo tanto se hace imposible negar, solo hay silencio desde el municipio, a pesar de la importante cantidad de “portavoces” que suele presentar.
Junín ha retrocedido en los servicios, pero nunca en las tarifas de las tasas, que cada vez son más caras. Y son caras precisamente porque no hay una contraprestación.