La fumigación con agrotóxicos sigue sin control en Junín y productores agropecuarios irresponsables vierten productos contaminantes hasta a sus propios vecinos en una situación totalmente impune en la que ni la municipalidad ni la justicia se animan a enfrentar.

Este lunes por la mañana una máquina fumigadora pasó a escasos cinco metros de las viviendas ubicadas en el pequeño paraje La Agraria a la altura del km 246 de la ruta nacional 7 en Junín.

Con viento a favor del sector poblado afectó sobremanera a trabajadores de la cooperativa y a los propios vecinos que no salían de su asombro por semejante atentado contra la salud pública y la falta de interés de las autoridades por atender el problema.

Ojos rojos, garganta picando, toses y lagrimeos, el resultado del baño de agroquímicos recibido por los pobladores y toda la biodiversidad.

Qué fue lo que hicieron llover sobre la gente sólo lo sabe el aplicador que cargó la máquina porque no hay registros al respecto.

El llamado al inspector destinado al control resultó infructuoso. Es sabido que el intendente Pablo Petrecca reconoció no poder controlar la situación y la comunidad entonces está a merced de productores agrícolas irresponsables y aplicadores a los que no les importa absolutamente nada más que facturar el servicio.

¿Dónde están los controles? ¿Dónde está la justicia provincial y federal? ¿Dónde están las entidades agrarias y los asesores agronómicos?

Nadie da respuesta a un problema real que si bien hoy fue en La Agraria, también se repite en el camino a la laguna, en Agustina en Morse y en cada localidad del distrito.

Una muestra más de que la impunidad protege a los sectores privilegiados y va en desmedro del resto. Una ecuación a la cual la gestión Petrecca le pone su sello en forma cotidiana.