

En un claro acto de gravedad institucional, con tintes de golpe, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Horacio Rosatti, asumió la presidencia del Consejo de la Magistratura, el organismo encargado de nombrar o quitar jueces. De esta manera se avanza sobre la división de poderes, se avanza en un claro intento de los jueces del máximo tribunal de avasallar la República.
Desde el Partido Justicialista de Junín expresaron “nuestra preocupación ante esta situación. Somos conscientes que es la propia corte la que tiene los mecanismos para cambiar esta situación, dándole al Congreso de la Nación el tiempo necesario para cumplir los trámites parlamentarios del proyecto de reforma del Consejo de la Magistratura, que ya cuenta con media sanción del Senado de la Nación”.
“La Corte se ampara en una ley derogada en el 2006 para tomar esta iniciativa golpista, ya que asume funciones que son del Poder Legislativo, expresamente vedadas para el Poder Judicial. Aparados en sus propias leyes y acordadas, los ministros de la corte parecen no vivir dentro de los mismos estándares democráticos del resto de los argentinos, para ellos la justicia funciona de una sola manera: la que a ellos les conviene”, recordaron.
A la vez, desde el sector político plantearon: “Rosatti asumirá en el Consejo de la Magistratura, después de haber dictado un fallo en el que se autonombra a él mismo para el cargo. Parece que está práctica es una constante en su vida política, ya que hizo lo misma para sentarse en la máxima silla de la Corte Suprema. Sin olvidar que acepto asumir en el máximo tribunal tras un decreto del ex presidente Mauricio Macri”.