

Racing está en modo alerta por una bandera que apareció en el predio y fue rápidamente descolgada. Mientras el equipo de Gago se prepara para visitar a Patronato, otro clima se vive en Avellaneda.
Los violentos dejaron en claro sus intenciones con una bandera que colgaron en el ingreso al Cilindro y fue advertida por empleados del club que la hicieron descolgar. El trapo decía lo siguiente: “Ni ortivas ni multicamisetas. Nosotros somos Racing. Si no entramos, hay balas para todos”. Y llevaba la firma de LBDNR, que no es otra cosa que La banda del Negro Ramos, un desprendimiento de la antigua Guardia Imperial que pugna por el retorno y que está en la mira del Aprevide.
Según informó el periodista Gustavo Grabia, "el negocio albiceleste crece con cada triunfo en lo que respecta a la venta de indumentaria, merchandising ilegal, reventa de entradas, los puestos de comida al paso y el negocio de los trapitos".
El primer síntoma de que podía haber problemas se dio en el partido de la semana pasada frente a Cuiabá, en el debut de local por la Copa Libertadores. Allí se corrió el rumor que la disidente iría a la tribuna que da a la calle Alsina donde antes iban los visitantes. Entonces “Los pibes de Racing” decidieron ubicarse en ambas cabeceras y no sólo en la tradicional y amenazar con el canto de “Somos los pibes de Racing, se la aguantan de verdad, el que tenga alguna duda, que nos venga a buscar”.
Afortunadamente la noche terminó en paz y ante la posibilidad de que en el partido contra Unión hubiera algún problema, la gente de Seguridad le dejó en claro a la banda del Negro Ramos que no sería bienvenida en el estadio.
Por eso, apareció esa bandera amenazante y por eso todas las alertas porque si bien este miércoles la Acadé juega en Paraná frente a Patronato, el próximo domingo será local de Newell’s y los vientos de guerra están soplando cada vez más fuerte.