Por una investigación de SEMANARIO se advirtió que la causa donde la jueza denegara inexplicablemente la medida de protección solicitada por la víctima, se  inició por una denuncia de ésta por hostigamiento ante la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema de la Nación, inicialmente con la carátula de Violencia Familiar, donde luego de ser escuchada, la jueza María del Cármen Bacigalupo de Girard procedió -inmediatamente- al dictado de una medida de protección. 

Pero luego al ampliarse la declaración testimonial ante especialistas profesionales del Juzgado se advirtió que existían hechos anteriores, delitos de origen, que se habrían cometido en la ciudad de Junín cuando la víctima era menor de edad, razón por la cual el juez interviniente recaratuló la causa como Abuso Sexual y se declaró incompetente, remitiendo todo a la justicia con asiento en la ciudad de Junín, para terminar cayendo en manos de la jueza que hoy nos ocupa y nos preocupa. Ya que ante la imputación de un hecho muchísimo más grave prefirió manejarse telefónicamente con el acusado, ignorando la situación de peligro a la que expone a la víctima.

 Así están las cosas. Mientras tanto la revictimizada víctima, familiares y allegados siguen sumergidos en la preocupación.

Actualmente la causa está en la Cámara de Apelaciones, donde se aguarda que se revoque la grotesca resolución de la jueza que denegó nuevamente la medida de protección solicitada.