

El potencial de una soja no modificada genéticamente fue analizado en una jornada a campo con participación multiactoral, organizada por INTA Balcarce en el establecimiento “La Eudocia” de Gral. Pueyrredón, que lleva adelante una experiencia productiva con esta variedad.
Durante el encuentro, se hizo una recorrida por dos hectáreas de soja No OGM “La Manuela” sembradas junto a otros dos lotes cultivados con las variedades OGM de mejor rendimiento de la zona.
Está próxima la cosecha del lote con soja No OGM que presenta un desarrollo similar al de las variedades OGM.
La experiencia fue iniciada por el productor Alejandro Gual, que valoró el intercambio de saberes que se produjo en esta jornada donde contó con la presencia de su asesor técnico Mateo Grosse, quien explicó que, “si bien esta soja está pensada para un manejo agroecológico; se hizo con herbicidas, porque el objetivo central fue compararla con otras sojas existentes en el mercado en las mismas condiciones de itinerario de cultivo”.
LA MANUELA
La soja La Manuela presenta un nivel de proteína del 40.02, muy superior a los aproximadamente 37 de las sojas OGM cultivadas en igualdad de condiciones, y que motiva una penalización en la comercialización de la soja argentina.
Roberto Cittadini, quien fue investigador de INTA y actualmente forma parte del Consejo Asesor de la Dirección Nacional de Agroecología (DNA), señaló que “esta genética alternativa con muy buenos niveles de proteína, cubrirá un mercado interno con una demanda en paulatino aumento y, sobre todo, tiene gran potencial para la exportación. Puede integrarse perfectamente en manejos agroecológicos y orgánicos que son funcionales a reconfigurar el modelo agro productivo pampeano, haciéndolo más sustentable”.
En este sentido, la soja NO OGM constituye una posibilidad de transformar el patrón productivo predominante, que ha priorizado el rendimiento, con un descuido creciente de la calidad.
Paco Ferramondo, obtentor de “La Manuela”, compartió la información del buen desempeño logrado en otras zonas del país. Asimismo, consideró que “el mercado de los no transgénicos es, desde hace un tiempo largo, muy importante en los países donde la población está concientizada de comer productos de calidad”. Añadió que “el camino en la Argentina recién se inicia. Si logramos que el productor en una minoría interesante realice prácticas agroecológicas y agricultura orgánica, es un mercado que no tiene techo”.
Por su parte, resulta un aliciente que “quienes probaron han vuelto a pedir La Manuela”, aseguró Daniel Pittaioli, comercializador de esta variedad y agregó “que los compradores de soja no OGM le demandan porcentaje de proteínas que superen el 38 % y que estén libres de agroquímicos”.
Agnès Coiffard, extensionista del INTA y docente de la Universidad Nacional de Mar del Plata, en relación a las posibilidades de incursión en mercados externos, expresó que ciertos espacios cooperativistas de la alimentación animal en cadenas de calidad de Francia, han manifestado especial interés en el extrusado de soja orgánica certificada.
“Necesitan interlocutores organizados en nuevos países proveedores, debido a la fragilidad de los actuales proveedores en poder asegurar regularidad en los procesos de producción y trazabilidad. Destacaron la ventaja del nivel de tecnicidad y de institucionalidad que tiene la Argentina como potencia agrícola”, destacó el técnico.
Los modelos de producción agroecológicos y orgánicos, sólo aceptan semillas NO OGM en sus sistemas de producción y certificación. Apuntan a una agricultura sustentable basada en la recuperación de la biodiversidad y la vida del suelo. De allí, que hubo coincidencias en la importancia de disponer la variedad desarrollada por Ferramondo, basada en una selección particularmente adaptada a esta agricultura.
Al respecto, Joaquín Serrano, representante del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación en el Consejo Directivo de INTA señaló que “la productividad y el rendimiento se basan en la variabilidad. Tenemos que darle variabilidad a la semilla, por eso, lo que está haciendo Paco es a imitar, se necesitan muchos mejoradores como él para contrarrestar la pérdida de variabilidad en el cultivo de soja que es preocupante” y agregó que “desde las instituciones del Estado debemos apoyar esto, es muy importante el apoyo que puede brindar el INTA”.
La soja NO OGM tiene un diferencial de precio favorable tanto a nivel nacional como internacional. Eduardo Cerdá, Director Nacional de Agroecología que participó del encuentro, sostuvo que “vemos desde el Ministerio una gran demanda exterior para este tipo de productos”. Por tal motivo, remarcó la importancia del uso de variedades NO OGM, ya que “es lo que necesitamos para el alimento balanceado de nuestros animales y para aumentar la escala de la agroecología con productos totalmente diferenciados”.
DESAFÍOS
Desde el ámbito productivo participante del encuentro, se planteó que a pesar de haber incorporado varias prácticas agroecológicas tales como los cultivos de servicio, se vislumbra imposible desarrollar una producción completamente agroecológica sin afectar adecuados niveles de producción.
Desde la experticia de la agroecología se reconoció esta dificultad, atribuida principalmente al trabajo por años con sistemas muy desequilibrados de agricultura industrial que afectan la vida del suelo.
Se requiere un proceso de varios ciclos para reconstruir los equilibrios ecosistémicos que facilitan una producción agroecológica. En tal sentido, se analizó que el régimen de arrendamiento de corto plazo, habitual en la producción agrícola pampeana, es una traba estructural para el desarrollo de la agroecología.
Graciela Francavilla, de la Dirección Nacional de Agroecología remarcó que es preciso abordar la complejidad de los sistemas ecológicos con la particularidad de cada lugar y situación. Esto implica compartir ejemplos, pero no replicar recetas. “Tienen que estar los actores del territorio, productores y productoras, agentes del estado con sus diferentes miradas para ver como avanzamos en cada sitio en particular. El norte es que no se pierdan más productores”.
En coincidencia con lo expuesto por Francavilla, Mauro Ruiz Polizzi, extensionista de INTA Mar del Plata, dijo que el trabajo en agroecología desde la institución “siempre partió de una postura de ‘co-construir’ aprendizajes junto quienes producen, quienes brindan asesoría privada y actores y actrices claves del sector, apoyándonos en las experiencias previas y diseñando las estrategias”.
Bajo este marco teórico-metodológico “planteamos la utilización de cultivos asociados, trabajamos fina en mezcla varietal y asociada con trébol rojo, inter cultivos en la gruesa con avena vicia, pero empezamos a ver que no es tan fácil como dice la teoría. En ocasiones el trébol no sale, aunque haya sido sembrado por gente experimentada en la temática y esa pequeña falla desarticula luego todo un sistema. Es clara la necesidad de políticas públicas que favorezcan estos procesos”, añadió Ruiz Polizzi.
También se reconoció que la dificultad se acrecienta cuando no es posible integrar el componente animal en la dinámica del sistema. Entonces, resulta más estratégica la disponibilidad de maquinarias apropiadas, que se significaron como un componente clave para viabilizar los planteos agroecológicos. Tal es el caso de máquina denominada “BES” (Beneficio Económico Sustentable) para el control de malezas o las cosechadoras aptas para recolectar cultivos más concentrados que compiten eficientemente con las malezas, entre otros ejemplos.
También se analizó el rol que podrá cumplir el INTA con el fortalecimiento de los recursos dedicados a la investigación y la extensión en apoyo al desarrollo de genética alternativa como LA Manuela y de tecnología en maquinaria funcional a la producción agroecológica.
“Esta soja nos permite superar el determinismo tecnológico de ciertas prácticas asociadas a la soja OGM. Es muy interesante desde la salud integral del sistema que promueve la agroecología y desde la apertura de exportaciones diferenciales por los niveles de proteínas que posee poco comunes en otras sojas y también para la integración vertical en diferentes tipos de sistemas productivos en los mismos territorios. El INTA va a acompañar estos desarrollos tecnológicos que son de relevancia para la agricultura que se viene”, expresó Facundo Quiroz, director de la Estación Experimental Agropecuaria INTA Balcarce, unidad organizadora de esta jornada a campo.