

Por: Ismael A. Canaparo
Héctor Numa Moraes es un docente, compositor, cantautor y guitarrista de música popular. Su amplia carrera está enriquecida por varias facetas, pero especialmente por su canto. Nació en Curtina (Uruguay) el 28 de abril de 1950, una pequeña localidad del departamento de Tacuarembó, en las costas del arroyo Malo, con 1.100 habitantes. Tiene 72 años.
Empezó a transitar la música como todo artista popular, cantando en kermeses, tablados, clubes y escuelas, como invitado en programas radiales, para luego, en base a talento puro, emprender una exitosa carrera recorriendo escenarios nacionales e internacionales. “Radio Zorrilla fue el primer lugar donde empecé a cantar con Abayubá Rodríguez, él tenía un programa en la radio y ahí estuve cantando. Estudié algo de bandoneón en la que hoy es la Casa de la Cultura. Me sirvió mucho el solfeo que estudié”, dijo en una entrevista el hijo de la también curtinense María Rosas y del comisario Artigas Moraes.
Comenzó su camino como guitarrista y cantante en la convulsionada década del 60, siendo alumno de guitarra de Domingo Albarenga y Daniel Viglietti. Desde 1966 trabajó junto a Washington Benavides, con quién compuso la mayoría de sus canciones. Cantor comprometido desde lo político, algunas de sus canciones se transformaron en himnos de la izquierda uruguaya, como “La patria compañero”. Luego de algunos hechos que hicieron correr riesgo su vida, emprendió el camino del exilio, pasando por la Argentina, Chile, Suecia, Francia y Cuba, para luego terminar radicado en Holanda. Allí estudió guitarra con Antonio Pereira Arias en el Conservatorio Real de La Haya, terminando su diplomado en 1984. Al terminar la dictadura, vuelve al país cantando en un recital repleto en el Estadio Franzini y otro en el Cine City de la ciudad de Tacuarembó. Desde entonces se ha dedicado a su labor de músico, la cual complementa con la docencia. Desde 1990 conduce programas de radio, en dónde se difunde principalmente música uruguaya y latinoamericana.
El 28 de abril pasado, cuando cumplió 72 años, fue entrevistado por la periodista Nery de los Santos, en Radio Zorrilla de San Martín, emisora de Tacuarembó. Estos son los tramos más interesantes de aquello que subrayó el cantautor: “En el `65 Washington Benavides ganó el premio nacional de Cultura con las milongas, a partir de ahí, empecé a conocerlo, nos hicimos amigos, concurría a su casa. No solo nos juntábamos a hacer canciones, sino que escuchábamos música, escuchábamos todo, desde la música moderna del momento como el rock, la música clásica, antigua y folklore. Esa etapa fue fundamental para mí, después empecé a grabar. Del 72 al 84 me tuve que ir, estuve 10 años en Holanda, otros en Chile, Cuba, Francia. Volví con todas las ganas de seguir cantando”.
“¿Cómo vivo este tiempo de pandemia? Hoy estamos paralizados con este virus que nos ha complicado la vida a todos. Para los artistas es muy difícil organizar espectáculos. Estamos en casa y estudiando. Nunca se puede dejar de estudiar. Trabajo en la escuela de danza, seguimos dando las clases online. Hace 17 años que estoy ahí, es una experiencia maravillosa. Tuvimos un taller de creación de canciones, después de la muerte del Bocha Benavidez yo renuncié, pero el taller sigue adelante. Siempre estamos en actividad”.
“Es un trabajo el arte, pero yo no lo entendía así. Recuerdo que Horacio Guaraní cuando estuvo en Tacuarembó, dijo en Radio Zorrilla que esa noche iba a trabajar para la gente de la mejor manera. Para mi cantar no era un trabajo todavía. Nunca más me olvidé, el canto es un trabajo”.
“¿Qué anécdotas recuerdo de mi vida en Curtina? En realidad, viví muy poco tiempo en Curtina, era chico cuando mis padres decidieron irse, pero mis abuelos vivían muy cerca de la localidad. Eran días inolvidables cuando íbamos en la Onda; esos recuerdos son imborrables con mis abuelos, mis tíos. Ahí me enamoré de la guitarra. Recuerdo que en Tambores fue una de mis primeras actuaciones junto con Osiris Rodríguez Castillo”.
“Desde el primer tema que he escrito hasta el presente, todos tienen su magia y su público, pero siempre tengo que hacer “La Flor del Bañado”, “La Patria Compañero”, “Nenena”. En fin, hay canciones que la gente quiere y que a mí me encanta hacerlas. Le voy encontrando siempre nuevas vueltitas a las canciones y se convierten en estreno nuevamente. “Nenena” es una canción que me gusta muchísimo hacerla, recuerdo el momento en que don Bocha (Washington Benavides) me dio el texto, sacó de la biblioteca el libro y me entregó esa canción”.
Numa Moraes se ha destacado como intérprete y musicalizador de poetas de todo el mundo. Es uno de los pocos casos de cantores populares que no ha producido textos propios. Una de las principales poéticas que interpreta es la de Washington Benavides, que “celebra nuestra flora y fauna, a la vez que recorre alegrías y dolores humanos”.
El 25 de marzo de 2008, el Intendente de Montevideo, Ricardo Ehrlich, lo declaró Ciudadano Ilustre, por su “excepcional trayectoria artística” en el canto popular.
En 2011 publicó (con la colaboración del Mtro Alfredo Escande) su libro “Numa Moraes, de Curtina a La Haya”, donde se reseñan anécdotas y sucesos de su vida personal, así como del desarrollo de la música uruguaya y sus exponentes.
Su copiosa discografía, contiene los siguientes trabajos: “Del amor, del pago, del hombre/La alarma” (1969); “Canto pero también puedo” (1970); “La patria, compañero” (1971); “Nuestra América” (1972); “Yo sé que los ríos crecen” (1975); “Furia” (1979); “No volverá el pasado” (1982); “Aire” (1983); “Los niños son los que saben” (grabado en 1972, se editó recién en 1985); “Numa” (grabado en 1972, se editó en 1985); “Cheiro da querencia” (1986); “El muchacho propone” (1987); “Norte” (1988); “Sobre pájaros y almas” (junto a Alfredo Zitarrosa, 1989); “La vida cotidiana (edición uruguaya de "Furia" al que se le agregó el tema "Milonga" en sustitución de "Por qué cantamos" (1989); “De punta y hacha” (1991); “Macandal” (1996/97); “Memorias del pago” (1997); “Memorias del pago II y otras yerbas” (1999); “Numa canta Osiris” (2001); “Navidad, desde el cielo de mi tierra” (2003); “El corazón reclama” (2004); “Por el gusto de cantar” (2005); “Desde la Piedra Mora” (2006) y “Almacén de ultramarinos” (2008).
FUE UNA DE LAS FIGURAS DEL HOMENAJE A ZITARROSA
Héctor Numa Moraes, ejecutando su guitarra, brilló en la noche del 11 de marzo de 2016, cuando se realizó, en el Estadio Centenario, el gran homenaje a Alfredo Zitarrosa, que ese día hubiese cumplido 80 años. El uruguayo cantó dos temas, grandes éxitos en la voz de Alfredo: “Triunfo Agrario” y “El loco Antonio”.
Con la dirección musical de Fernando Cabrera, estos fueron los protagonistas de la gran noche: Joan Manuel Serrat, Jorge Drexler, Liliana Herrero, Sebastián Teysera, Juan Campodónico, Emiliano Brancciari, Pepe Guerra, Luciano Supervielle, Daniel Viglietti, Larbanois-Carrero, Malena Muyala, Maia Castro, Braulio López, Cristina Fernández, Martín Buscaglia, Lisandro Aristimuño, Alejandra Wolff, Washington Carrasco, Toto Méndez, Pitufo Lombardo, Fernando Condón, Checo Anselmi, Julio Calcagno, Christian Cary, Nicolás Ibarburu, Julio Cobelli y Hugo Fattoruso.