

Durante la última sesión de la Legislatura bonaerense, se dio luz verde a un proyecto impulsado por el diputado de Trenque Lauquen, Valentín Miranda, que establece la colocación de carteles en homenaje a Raúl Alfonsín sobre la Ruta Nacional 2 que fluye con destinos balnearios de la costa atlántica.
Según indica la iniciativa de Miranda, los carteles en homenaje a Raúl Alfonsín deberán ubicarse a la altura de Chascomús (km 120), donde nació el expresidente de la Nación el 12 marzo de 1927. Incluso, se espera que sus dimensiones sean considerables, teniendo en cuenta que deberá ser “legible a la velocidad de circulación de los vehículos”.
“Raúl Alfonsín encarnó la vuelta a la democracia y este es un legado para las actuales y futuras generaciones”, reconoció el diputado Valentín Miranda luego de la sanción definitiva en el Senado bonaerense.
En este sentido, según publicó el portal Diputados bonaerenses, el presidente del Comité Provincia de la UCR y titular de la bancada de Juntos, Maximiliano Abad, consideró que el homenaje a Raúl Alfonsín sobre la Ruta 2 “contribuirá a mantener viva una figura ejemplar que nos enseñó a seguir las ideas porque se transforman en antorchas y mantienen vida la política democrática”.
“Tenemos una meta: la vida, justicia y la libertad para todos los que habitan este suelo. Tenemos un método: la democracia para la Argentina. Tenemos un combate: vencer a quienes desde adentro o desde afuera quieren impedir esa democracia. Tenemos una tarea: gobernar para todos saliendo de una crisis que nos agobia”, fue el mensaje de Alfonsín que recordaron los diputados de la UCR en el proyecto que quedará inmortalizado sobre la Ruta 2 a la altura de Chascomús.
Este año, Alfonsín hubiera cumplido 92 años. Fue el mayor de seis hermanos, cuatro varones y dos mujeres. Nació el sábado 12 de marzo de 1927 en Chascomús y desde muy jovencito comenzó a incursionar en política.
Cuando cumplió 18 años se afilió al radicalismo e ingresó a Derecho en la Universidad de Buenos Aires.
Hizo gran parte de la carrera en forma libre, y se recibió de abogado en 1950. En 1954 fue concejal en Chascomús en unas elecciones donde el peronismo fue mayoría.
En su recorrido político, vivió y sufrió el alzamiento de junio de 1955; estuvo preso un tiempo, aunque no tuvo participación. Por entonces, militaba en el Movimiento de Intransigencia y Renovación, una línea interna partidaria que rescataba los principios yrigoyenistas, creada en 1945, cuyos referentes eran Ricardo Balbín, Crisólogo Larralde, Arturo Frondizi y Moisés Lebensohn, entre otros.
Desde 1957 a 1972 vivió en Lavalle 227 de su ciudad, en una casa de ocho ambientes, la que adquirió gracias a un crédito.
Allí Alfonsín hizo la fiesta de casamiento de su hija Ana María. Cuando estaba en plena interna partidaria y con su agrupación Renovación y Cambio le disputó la conducción a Ricardo Balbín, la vendió para solventar los gastos de la campaña. Muchos años después fue convertida en un hotel llamado “La Casona” que cerró por la pandemia, y el inmueble fue adquirido por el exfutbolista Gastón Sessa.
Previo a erigirse en uno de los líderes de la política nacional fue diputado provincial en 1958 y entre 1963 y 1966 diputado nacional.
Fue uno de los fundadores de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, el primer organismo en denunciar violaciones a los derechos humanos. Presentó varios habeas corpus a favor de personas detenidas, aun sabiendo el peligro que ello significaba.
Fue uno de los pocos políticos que se opuso a la acción militar de recuperación de Malvinas.
En el final de la dictadura militar y ante el advenimiento de la democracia, logró imponerse en las elecciones internas de la UCR y, acompañado por el cordobés Víctor Martínez, ganó las elecciones presidenciales de 1983.
Fue la figura emblemática del retorno a la democracia, que Alfonsín se encargaba de recordar en cada acto, cuando repetía el Preámbulo de la Constitución Nacional.
Ya en funciones, en un hecho inédito, llevó a la justicia a las ex juntas militares y creó la Comisión Nacional de Desaparición de Personas (Conadep). Presionado por los militares, las leyes de Punto Final y Obediencia Debida no alcanzaron para frenar los alzamientos de militares carapintadas.
Durante su gestión se dio impulso lo que se convertiría en el Mercosur, firmó el tratado de paz y amistad con Chile que puso fin al diferendo por el canal de Beagle y buscó la descentralización con el traslado de la capital.
No pudo llevar adelante una serie de medidas como el traslado de la capital a Viedma y la descentralización administrativa. Su gobierno estuvo jaqueado por una profunda crisis económica que no pudo manejar, con una descomunal deuda externa contraída por los militares, por una cerrada oposición que llevó a la CGT a realizarle 13 paros generales, un cocktail explosivo que se agravó con la hiperinflación.
Optó por entregar el poder en forma anticipada a Carlos Menem el 8 de julio de 1989.
Una vez que dejó el cargo su figura comenzó a cobrar relevancia en varios temas de interés nacional: tuvo un papel protagónico en el llamado Pacto de Olivos y en la reforma constitucional de 1994 y fue uno de los líderes de la Alianza que llevó a Fernando de la Rúa a la presidencia, del que se iría distanciando a medida que su gobierno perdía el rumbo. En 2001 ocupó una banca de senador.
Luego de recibir distintos reconocimientos de todo el arco político local e internacional, Alfonsín murió el 1 de abril de 2009 a los 82 años, víctima de un cáncer de pulmón.
Fue velado en el salón Azul del Congreso y una multitud se dio cita para despedir a quien se le reconocen valores de humildad, coraje, visión y liderazgo.