Por: Redacción

En la noche del martes pasado se realizó la primera reunión entre fomentistas, para analizar el camino que se seguirá para la sucesión de Osvaldo Giapor al frente de la Federación, tras la decisión de este legendario dirigente de dar un paso al costado luego de sentir “el poco apoyo” que recibió de sus colegas.

En este primer encuentro, y tal como lo anticipó SEMANARIO, quedaron a la vista las dos candidaturas existentes hasta el momento: el empresario Ricardo de la Fuente (quien ya estuvo al frente de la Federación y representa al barrio Nuestra Señora de La Merced) y Martín Sofía, titular del barrio Ferroviario y flamante propietario en Petit France.

Por lo pronto, el proceso para renovar la Federación está iniciado, aunque faltaría sumar muchas otras sociedades de fomento para que participen activamente y el nuevo presidente tenga el aval de la mayoría de los barrios.

Más allá de las acciones voluntariosas de algunos fomentistas, se denota en algunos barrios una dirigencia pusilánime que prefiere “estar bien con todos", sin importar las verdaderas necesidades de sus convecinos. Esta “dualidad” es parte de la falta de capacitación dirigencial y las ambiciones egocéntricas de algunos personajes que no entienden efectivamente de reclamos colectivos y fuerzas comunitarias.

Por ese mismo motivo es que algunos permanecen agazapados, casi ocultos como esperando la venia del jefe mayor que paradójicamente terminó auto derrotándose.

Sin embargo, Pablo Petrecca lo acorrala para que no se vaya del cargo o dilate el traspaso. A estas alturas Giapor, tal como indicaba un “viejo lobo” de la dirigencia barrial, “sólo puede elegir de qué modo prefiere irse, si con un agradecimiento conmovedor de sus colegas o por la puerta de atrás en medio de un escándalo en el que todos terminen sacándose los trapitos al sol”.

Hay mucho camino por andar, pero también infinidad de cuestiones para corregir y mejorar para darle a la Federación una profunda actualización y puesta en valor a favor de los vecinos y no a la apetencia y comodidad de un partido político.

El fomentismo de Junín está dando un paso de importancia hacia el futuro, como no ha tenido oportunidad en las últimas décadas y es preciso que ningún interés particular se interponga en el camino de los vecinos.

Por eso no llamó la atención que en la reunión realizada en la sede fomentista del barrio Evita, solamente estuvieron presentes 15 representantes fomentistas, un número escaso si se tiene en cuenta que en las últimas elecciones desarrolladas en el 2018, votaron cerca de 35 y estaban habilitadas para participar alrededor de 55.

Es hora entonces de poner en juego la responsabilidad de los líderes, con el empuje de las bases, para que nadie resulte dominado por nadie y las acciones sean genuinas y transparentes.

El escenario actual con Giapor renunciado, resulta un rompecabezas en el que faltan piezas, pero se encaminaría hacia un armado serio y por ese motivo algunos dirigentes, incluso, impulsan una lista de unidad.

Una unidad que será muy difícil lograr porque tanto Sofía como De la Fuente están muy decididos a encabezar esta nueva etapa de la Federación y mantener una relación más cercana al poder político municipal, pero que no llegue a la sumisión tal y como venía ocurriendo.

Además, el propio De la Fuente admitió en declaraciones radiales, que seguramente el retiro de Giapor no será tan definitivo y buscará presentar una lista afín a sus intereses, a la que pueda seguir “dirigiendo” aunque su nombre no participe, es decir un “títere” para manejar, siguiendo la línea histórica que le tocó transitar.

En este marco podría encajar la figura de Julio Miguenz, dirigente de ATE y representante del necesitado barrio de Almirante Brown y suegro del concejal Juan Fiorini, pero parece que no quiere más problemas.

Por ahora, se trata solo del primer capítulo de la novela que se viene: el próximo martes, a la tarde continuarán las deliberaciones de los fomentistas y para esa ocasión, se aguarda que la convocatoria tenga más representantes, para ir allanando el camino hacia la renovación que, si bien no tiene fecha clave, tampoco puede esperar tanto ya que el estancamiento de los barrios no deja lugar para seguir jugando al gato y al ratón, cuando ya no ha quedado ni el gato.