

Gabriel Felipe Rolón es un psicólogo, psicoanalista, escritor, presentador de radio, músico y actor argentino. Famoso por su participación en varios programas de radio y televisión y es hoy, el que figura en el top de ventas de libros en nuestro país.
Tal vez por ese motivo lo elegimos desde SEMANARIO para sumar algunos de sus conceptos respecto a la paternidad en este día que algunos considerarán particularmente comercial, pero que siempre deja lugar para la reflexión, el recuerdo y los afectos.
En 2020 Rolón publicó en redes sociales un pequeño comentario acerca de su progenitor con una singular referencia, diciendo:
“Mi padre, luego de una vida de trabajo y sacrificio murió desocupado. Nada material dejó para dividir. Sin embargo, jamás me he cruzado con alguien que lo hubiera conocido, sin que dijera: "Qué buen tipo era tu viejo."
“Guardo en mi corazón esa herencia benevolente que me ha dejado y, fijo allí mi norte, intentando dejar a mis hijos la misma huella.
Por eso, cuando me pregunto "qué es ser un hombre?", no dudo.
Un hombre es, antes que nada, un buen tipo.
Luego en una entrevista que le realizara el diario Ámbito, el psicólogo y escritor, diría que “la paternidad ha sido siempre una construcción compleja; creer que alguien es padre porque tiene un hijo es como que creer que alguien es pianista porque tiene un piano. Cada época marca una dificultad. El temor de mis padres cuando yo era adolescente era que yo pudiera fumar. Mis temores como padre de una adolescente son un poco mayores. Malena ahora tiene 21, pero hasta hace muy poco, cuando ella salía, mi temor era que le pasara algo; ni que hablar con esta cuestión que todo el tiempo pareciera ser que desaparece una chica… Hoy a los padres se nos impone un esfuerzo para estar tranquilos que antes podía ser manejado con más docilidad. La adolescencia siempre fue una etapa conflictiva, de peleas con los padres. Antes los modelos de autoridad eran distintos, ahora por suerte se habla más con los hijos, lo cual tiene sus costados positivos y negativos. Los chicos tienen más derecho a hablar y a cuestionar. Cada época tiene sus complejidades, cada uno enfrenta la realidad cómo le toca y en la época que le toca vivirla”.
Respecto a la pregunta: ¿Qué características de su padre marcaron su propia paternidad?, Rolón respondería:“La voluntad de apoyar a los hijos. Mi papá me apoyó en todo lo que yo quise en la vida. Cada vez que yo deseaba algo, él me decía ‘bueno, dale’. Me incitaba a que lo hiciera seriamente. Cuando a los cuatro años dije que quería ser pianista, no podía comprarme un piano porque cuando yo era chico eso era para los ricos, pero me regaló una guitarra y me pagó las clases de música. Y cuando quise estudiar profesorado de matemática, me bancó en eso. Cuando quise estudiar psicología, ya de grande, me dijo ‘dale, te voy a apoyar en todo’. Yo aprendí eso de mi papá: que hay que saber escuchar los deseos de los hijos y que hay que apoyarlos. A lo sumo hay que dar una opinión; porque para eso estamos los padres: para sugerir, para aconsejar. Nada hay más grave para un padre que contrariar los deseos de un hijo (por supuesto que cuando esos deseos sean sanos)”.