

La final de la Copa Sudamericana, prevista para jugarse en Brasilia el próximo 1° de octubre en el estadio Mané Garrincha, no podrá ser: Brasil celebrará sus elecciones generales al día siguiente por lo que el vecino país declinó ser anfitrión del partido.
Ante la declinación de Brasil como sede, el presidente de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), Claudio Tapia, le presentó a Conmebol la alternativa de jugar el partido en el estadio cordobés y el organismo dio el sí.
Córdoba ya albergó la definición de la CONMEBOL Sudamericana 2020, ocasión en la que se consagró campeón el club Defensa y Justicia, de Argentina. Tanto el torneo como la final -que no pudo contar con el marco de público propio de una final continental- se desarrollaron durante los momentos más álgidos de la pandemia.
Debido al buen recuerdo que tiene la entidad sudamericana y lo que fue la experiencia misma de esa organización, Tapia recibió el visto bueno automático y todo está dado para que Córdoba sea la nueva sede. Esta decisión se oficializará en la próxima reunión del Consejo de Conmebol, a realizarse el jueves 7 de julio, en Asunción.
Curiosamente, desde que la final de la Copa Sudamericana tiene final única, la CONMEBOL nunca pudo celebrar el partido en la serie originalmente designada, debido a problemas internos de los países o inconvenientes con las agendas que hicieron imposible el desarrollo.