El 23 de mayo, el histórico dirigente fomentista Osvaldo Giapor anunció que dejaría el cargo: enojado con el colega de un barrio e indignado por la falta de apoyo por parte de los demás dirigentes fomentistas, tras haber sido objeto de lo que consideró una “falta de respeto", dijo que llamaría a asamblea en la Federación y abandonaría el cargo de presidente.

A un mes y medio de ese explosivo anuncio, no pasó nada y el dirigente se llamó a silencio. Es más, ayer hizo su aparición en reuniones con funcionarios municipales para organizar los festejos del día del niño en los barrios que serán en el mes de agosto y septiembre. ¿Señal de que se arrepintió y quiere quedarse?

Tras la decisión que comunicó a través de medios periodísticos amigos, se movieron rápido los representantes barriales y hasta habían colocado candidatos a la sucesión en la Federación. Hubo al menos dos reuniones para analizar posibilidades, listas y apoyos.

Pero no pueden avanzar mucho más. Parece que al final, el intendente Pablo Petrecca hubiese convencido a Giapor de que siga atornillado al sillón, para que lo siga acompañando (¿al menos hasta las elecciones del próximo año?).

Es que para el jefe comunal es vital tener a un representante barrial que en realidad, represente mucho más sus intereses al frente de la administración municipal. Porque más allá de alguna escena pública protestando por alguna nimiedad, como para entretener distraídos, lo cierto es que Giapor ha sido funcional a la gestión municipal y jamás ha levantado la voz para defender los derechos y hacer oír los tantísimos reclamos que provienen desde cada rincón de la ciudad. Y por supuesto, a Petrecca le conviene (y mucho!) que la situación continúe igual.

A un mes y medio de su decisión de renunciar, y con el mandato cumplido al frente de la Federación fomentista, los barrios aguardan pacientemente que finalmente Osvaldo Giapor llame a asamblea. Por ahora, quiere borrar el rapto de “orgullo” que lo llevó a vociferar ante micrófonos radiales lo que ahora no está dispuesto a sostener. Al menos eso pareciera.