

En Argentina tenemos incorporados y grabados a fuego términos cómo hiperinflación, devaluación, deuda externa, ajuste, mega canje, blindaje y default. Nuestro país se ha logrado recuperar de las sucesivas crisis económicas echando mano a lo que más abunda, nuestros recursos naturales, que determinan lo que en la actualidad se conoce cómo biocapacidad.
Lamentablemente, desde hace un tiempo, nuestra forma de producir y consumir a nivel global -y en particular en Argentina- ha excedido con creces la biocapacidad global y nacional y nos obliga a todos a conocer y manejar un nuevo término: default ambiental; que se relaciona directamente con el Día del Exceso de la Tierra u Overshoot Day.
Según datos de la huella ecológica -indicador que mide el impacto de las actividades humanas sobre los recursos naturales que tenemos y cómo los utilizamos- al 24 de junio la Argentina ya agotó los recursos naturales que deberían estar disponibles para todo el año. O sea, estamos en default ambiental.
Esto significa que, durante los próximos 6 meses, estaremos consumiendo a crédito los recursos futuros, al haber utilizado la biocapacidad o presupuesto ecológico previsto para todo el 2022.
La desertificación de la Patagonia, la deforestación en el Gran Chaco, la sobrepesca y el descarte pesquero en nuestro mar, la contaminación de ríos y arroyos, la baja en la productividad de la zona núcleo, son parte de la deuda ambiental que generamos, una deuda que se va acumulando para más adelante hasta que, en un momento determinado, puede volverse insostenible.
Según datos publicados por Manuel Jaramillo en la web de sitio Perfil “los más altos intereses que se cobra esta deuda ambiental son el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la pérdida de fertilidad del suelo, las inundaciones, la escasez de agua, entre otros, que contribuyen a aumentar la marginalidad social y hacen más difícil la recuperación socio económica de nuestro país”.
La iniciativa de establecer un “Día del Exceso de la Tierra” es realizada por Global Footprint Network (GFN), y busca generar conciencia al destacar el exceso de velocidad con el que estamos “consumiendo el planeta”. Viene a mostrarnos la presión sin precedentes que las actividades humanas están ejerciendo sobre los recursos naturales y nos alerta sobre la necesidad de hacer cambios urgentes y significativos para revertir esta tendencia.
A nivel global, el Día del Exceso de la Tierra se estima para el 28 de julio y se calcula a partir de comparar la suma de todas las demandas de consumo del mundo con los recursos naturales disponibles para solventar ese consumo, y la capacidad de respuesta que tienen los ecosistemas para reponer esos recursos.
Al ritmo actual de consumo, la cantidad de recursos y servicios de la naturaleza requeridos para abastecer nuestras necesidades equivalen a 1.75 planetas Tierra: esto significa que estamos usando un 75% más de recursos de lo que los ecosistemas pueden regenerar en un año.
Para Argentina, la fecha es un mes antes que el promedio global y los datos dejan en evidencia que si todo el mundo viviera como lo hacemos los argentinos, se necesitarían alrededor de dos planetas para abastecer los recursos naturales que sostienen nuestro sistema de producción y consumo.
La única manera de retrasar esta fecha es a través de un verdadero cambio en nuestra forma de vida. Desde el modo que consumimos y producimos los alimentos, hasta la manera en que nos movemos, cómo conseguimos nuestra energía e incluso en qué invertimos nuestro dinero.
La sobreexplotación de los recursos para las actividades humanas afecta a los ecosistemas, su funcionamiento y a todas las especies asociadas, lo cual nos lleva a una reflexión urgente: la variable ambiental debe ser incluida en el desarrollo de un modelo social económico y productivo, que tenga en cuenta a la naturaleza y a las personas, para que sea justo y sostenible en el tiempo.