Por: Redacción Semanario de Junín

Juan Carlos Bermúdez fue dirigente fomentista por casi 50 años y junto al resto de los colaboradores llevaron al apogeo al “Barrio 11 de Julio” en materia de infraestructura, hasta se ocuparon de elegir los nombres de las calles desde Arias hasta Circunvalación cuando Junín era administrado por el intendente de facto, Roberto Sahaspé.

Los fomentistas de aquella época consiguieron asfalto, energía eléctrica, gas, agua corriente, líneas de teléfono y cloacas, pero también lograron construir una escuela que es el Centro de Formación Profesional 401 que tiene casi 100 mil egresados en su historial y una biblioteca –la 2 de Abril- que hoy está en el olvido.

En una suerte de “entrevista-catarsis”,Bermúdez pudo expresar su frustración que pasa por la situación de los jubilados y si bien muestra solvencia a la hora de plantear argumentos, también asegura que no cuenta con apoyo ni fuerzas para reconstruir la Multisectorial de Jubilados y Pensionados que alguna vez se fundó con el objetivo de empoderar al sector de los adultos mayores y hoy navega en la incertidumbre.

El estatuto de la Multisectorial tiene 48 artículos y expresa claramente su finalidad, que no es otra que favorecer los reclamos del sector y obtener las ventajas que debería garantizar el PAMI, pero que, según Bermúdez, también se ha quedado sin representatividad de los jubilados quienes en su constitución inicial serían quienes lo llevarían adelante.

Nadie duda que jubilados y pensionados viajan en el “vagón de cola” del país, junto a otros sectores vulnerados y avasallados.

“Estamos desamparados”, puntualiza Bermúdez y ofrece fotocopias de la ley que creó el PAMI en 1989 a través de la ley 23.769 y señala que “el PAMI originalmente debía ser de los jubilados y pensionados, controlado por el Estado. Algo que hoy no ocurre” y se refiere al artículo 1 por el cual “créase el Instituto Nacional de Previsión Social, el que funcionará como entidad de derecho público no estatal, sin fines de lucro, con individualidad jurídica, financiera, contable y administrativa, con el alcance que el Código Civil establece para las personas jurídicas”.

En ese sentido, Bermúdez remarca la falta de representatividad que tienen hoy jubilados y pensionados ya que, de hecho, según el Artículo 3, los directores debían ser tres en representación del Estado Nacional, dos de los empleadores, tres de los trabajadores y tres en representación de jubilados y pensionados del régimen nacional de jubilaciones y pensiones.

“Todo cambió tras la intervención de 2003 en la que hubo 17 procesados y ninguno preso”, puntualizó el ex dirigente de Junín y agregó que “nadie devolvió la plata de los jubilados”.

Poco antes, en el 2000 René Favaloro se suicidaría por el quebranto de su fundación, en parte por las deudas acumuladas en el PAMI.

A NIVEL LOCAL

Toda esta situación fue llevando a un deterioro de la prestación en cada uno de los gobiernos sean del color que sean y al mismo tiempo, los reclamos de los interesados se fueron perdiendo, algo que ocurrió significativamente a nivel local.

“Quisimos empezar a luchar por todo esto, pero te dabas vuelta para preguntar quién venía a una manifestación y no había nadie”.

Bermúdez expresó que “antes en la puerta del PAMI estaban los consejeros y ahora ni los consejeros nos tienen en cuenta”.

Los consejeros son cinco representantes del sector que se nombran por asamblea, pero “las asambleas no existen y los jubilados no participamos porque el Estado se hizo cargo de todo. Todo sigue vigente, la ley obliga a esto, pero no se cumple la reglamentación”.

El exdirigente insistió en que “hoy los jubilados no podemos controlar el PAMI porque no nos dejan” y alegó que “desearía que hubiera una ley que determinara que los funcionarios no puedan cobrar un salario que fuera más de tres sueldos de un jubilado, de ese modo o nos aumentan o se van todos los funcionarios del sector estatal. Nadie cobraría más de 100 mil pesos. Por eso lamentablemente el jubilado siempre va a estar mal, por ley de la vida se va desgastando de tal manera que no puede salir a reclamar” y añadió “hoy hay planes sociales que otorga el gobierno que están por encima de una jubilación mínima y me pregunto si eso es lo que merece quien aportó toda su vida para poder tener un buen pasar durante su retiro”.

Bermúdez afirma que “la multisectorial local quedó destruida cuando se metió adentro la política partidaria. Hacíamos todos los miércoles una marcha en la puerta del PAMI para llamar la atención de la situación, pero desaparecieron todos esos políticos que se sumaban y con ellos todo el resto que quedaba de la dirigencia”.

“No hay quien vuelva a juntar a los jubilados, subsisten problemas internos y no hay representatividad” adujo el entrevistado y añadió que “no entiendo como no se dan cuenta el mal que se producen a sí mismos porque al no actuar quedamos olvidados y hacen con nosotros lo que se les dá la gana”.

Destacó que “son 4300 jubilados de Junín los que están anotados para atenderse en el hospital público, en el HIGA Piñeyro, pero la prestación todavía es insuficiente” y se preguntó: “cómo van a darse turnos cortos para atender a semejante cantidad de afiliados”.

Afirmó que “el jubilado cuando se enferma necesita de atención inmediata y el hospital público es otro de los lugares en los cuales los jubilados teníamos representantes y a principios del 2000 el ministro de Salud provincial (Ismael) Pasaglia nos echó del consejo administrativo porque le molestaban las críticas. Hoy nadie controla”.

En ese sentido Bermúdez espera que los convenios firmados por parte del PAMI con La Pequeña Familia, IMEC y otros, sirva para descomprimir la situación que resulta “muy complicada”.

Finalmente resaltó que “el PAMI sólo tiene relación con algunos centros de jubilados con los cuales maneja los bolsos de comida, pero el resto de los jubilados no participan porque si uno no está dentro de eso no les dan representatividad. Hacen fiestas, bailes, etc., lo mismo que desde el municipio y con eso hacen propaganda pero nadie soluciona los problemas de fondo. Hay algunos jubilados y pensionados que ni tienen familia, no cuentan con atención y mueren en soledad”.

Para dar vuelta la situación y generar un círculo virtuoso, Bermúdez cree que el PAMI debe volver a manejarse en base a la ley que promovió su creación y que dice que debe ser dirigido por los jubilados, “para manejar el PAMI hay que conocer los problemas de los jubilados”, dice y asegura que “los tiempos que manejan no son los de las necesidades de los afiliados sino los de los funcionarios de turno, tenemos necesidades de urgencia que no nos ofrecen”. En ese sentido se refirió a los jubilados hallados hace un par de meses en un geriátrico clandestino bajo control municipal y sostuvo que “eso reafirma lo que digo, no tenemos atención y los familiares tienen otras necesidades urgentes y no se ocupan. El tejido se va deteriorando porque no hay educación y eso es fundamental para que una sociedad pueda funcionar”.

Finalmente consideró que “los jubilados debemos empezar otra vez a juntarnos, pero necesitamos el apoyo de las instituciones para rearmarnos, sin eso no hay participación y no se pueden remarcar las falencias”, concluyó Bermúdez.