LOCALES | 19 ago 2022
SALUD
Consumo problemático: en crecimiento y sin contención
La comunidad de Junín no está exenta de una serie de situaciones que preocupan y mucho en torno a la prevalencia de trastornos ligados a sustancias adictivas y que alteran el desenvolvimiento social. Los casos se multiplican y cada vez es más fácil acceder a estos productos con el peligro que encierran y no están del todo valorados ya sea en la escuela como en la familia. Una encuesta del Observatorio de Psicología Social de la UBA, desnuda las carencias.
Por: Redacción Semanario de Junín
El incremento en el consumo problemático de sustancias no es un hecho alejado de la comunidad de Junín, sino por el contrario se ve con preocupación debido a –entre otras cosas- situaciones de violencia intrafamiliar en los que debe participar la justicia local en forma frecuente y por lo general no se terminan encontrando mecanismos que permitan soluciones eficaces.
El mes pasado, el gobierno bonaerense presentó el Plan Provincial Integral de Salud Mental 2022 - 2027, que propone, entre otros puntos, abrir más centros de atención sanitarios y avanzar en el cierre de psiquiátricos. El objetivo es lograr mayor "justicia social" en la integración de un "sistema de salud equitativo".
Sin embargo, las señales de alarma son fuertes y éstas se desprenden del estudio denominado “Exploración sobre la percepción sobre el consumo problemático de sustancias por parte de la población general” (Etchevers, M. J., Garay, C. J., López, J., &Putrino, N.) del Observatorio de Psicología Social de la UBA dado a conocer en abril de este año.
Precisamente, la gran mayoría de los participantes de este estudio considera que el consumo problemático de sustancias es actualmente más grave que en el pasado y la mayoría piensa que no se refleja esa gravedad en la inclusión de la temática en el ámbito educativo ni en los principales debates de nuestra sociedad.
Por otra parte, la mayoría de los encuestados no considera que se incluya el consumo problemático de sustancias dentro de la salud mental y destaca que “el acceso a sustancias (cocaína y marihuana) resulta fácil para la mayoría de los participantes”, mientras expresa que “el Estado y los sistemas de cobertura médica deben cubrir el tratamiento de los problemas causados por el consumo problemático de sustancias”.
Por su parte en el lanzamiento del Plan Provincial, la subsecretaria de Salud Mental de la Provincia de Buenos Aires, Julieta Calmels, destacó la iniciativa y aseguró que se trata del avance de una “deuda” que había respecto al tema y explicó que "una medida que ya tomamos y que este plan se propone profundizar es la introducción de equipos interdisciplinarios a hospitales generales. Para aumentar la capacidad de respuesta. Incluso para las situaciones de urgencia o guardia”.
La funcionaria hizo hincapié en que “tenemos un programa de infancias y juventudes. Fue muy difícil el tiempo que tocó vivir para los jóvenes (por la pandemia). Por eso, entre el anuncio del ministro se destacó el inicio de talleres en las escuelas en un proyecto piloto. Necesitamos que la salud salga de los hospitales, de los centros de atención y pueda estar donde la gente transita. El objetivo de los talleres es poder escucharlos, hablar. Que no se vuelvan temas tabúes. Promover la solidaridad y acercar el sistema de salud”.
DATOS RELEVANTES
El estudio del Observatorio de Psicología Social, remarca en su introducción que “en los últimos años se observó un considerable aumento de la prevalencia de trastornos relacionados con sustancias, especialmente en adolescentes y adultos jóvenes” y que “dichos trastornos se caracterizan por ser problemáticas complejas que tienen como objeto el consumo de sustancias psicoactivas. Llevan esta denominación aquellas sustancias que, al ingresar en el organismo por cualquier vía de administración, producen una alteración del funcionamiento del sistema nervioso central del individuo y son susceptibles de crear dependencia psicológica, física o ambas”.
El uso de sustancias se ha definido como problemático cuando afecta negativamente, en forma ocasional o crónica, uno o más aspectos de la vida de una persona: su salud física o mental, sus relaciones sociales primarias (familia, pareja, amigos), sus relaciones sociales secundarias (trabajo, estudio) y su vínculo con la ley.
Los trastornos por consumo de sustancias muestran un patrón problemático de consumo que presenta síntomas cognitivos, comportamentales y fisiológicos, que causan un malestar clínicamente significativo por un período de tiempo mayor a doce meses. Donde se reconocen dificultades en el control del consumo, deterioro en el área social incumpliendo o abandonando deberes y participando en situaciones de riesgo sostenidas en el tiempo.
Una de las situaciones que causan preocupación a nivel local y en los que debe intervenir la justicia se relacionan con que“el consumo también puede causar trastornos mentales relacionados con las sustancias que se evidencian como síndromes de potencial gravedad por un periodo de tiempo o que pueden persistir como consecuencia a los efectos del abuso de sustancias”.
Algunos estudios sugieren que los niños y adolescentes de ambientes vulnerables, cuando al menos uno de sus cuidadores primarios presenta consumos problemáticos tienen mayores probabilidades de sufrir problemas con sustancias, y en comparación con la población que no presentaba estos antecedentes se observa un inicio más temprano en el consumo de sustancias. Lo mismo sucede cuando esta situación se combina con atmósferas de maltrato o negligencia en el cuidado infantil.
El cannabis es probablemente la droga ilegal de mayor consumo a nivel mundial, se estima que su consumo alcanzaría al 4% de la población entre 15 y 64 años de edad. Los problemas de salud asociados al consumo de cannabis con mayor evidencia son el deterioro agudo de habilidades de manipulación neuromotora, reacción temporal, coordinación perceptual-motora, acción motora, memoria de trabajo y atención y otros problemas con asociación probablemente causal como la psicosis no-afectiva y la depresión. Su consumo se encuentra también asociado al fracaso escolar y los bajos rendimientos académicos.
El deterioro social se observa a través del deterioro o incumplimiento en las obligaciones del rol, ya sea laboral, escolar, familiar. El consumo riesgoso se asocia con problemas físicos que se expresa en el daño físico relacionado con la sustancia, enfermedades infecciosas y mayores probabilidades de causar accidentes automovilísticos.
DEBATE IMPOSTERGABLE
Este estudio exploró la percepción de la población general acerca de diferentes aspectos relacionados con el consumo de sustancias a través de un cuestionario ad hoc, donde se indagó la opinión de la población general sobre la gravedad del consumo problemático de sustancias en comparación con períodos anteriores, la inclusión del consumo problemático de sustancias en iniciativas actuales de información y prevención dentro del ámbito educativo y en los debates políticos actuales.
El 32,38 % de los participantes consideró que el consumo problemático de sustancias se encuentra menos presente que en el pasado en los debates sociales actuales. Un 35,76 % que se encuentra igual de presente que en el pasado y el 31,85 %, consideraron que la temática se encuentra más presente que en el pasado.
Pero a la hora de evaluar la gravedad de la situación el 85,62 % de los participantes consideró que es mayor que en el pasado y un 13,18 % lo estimó igual que en el pasado, mientras el 1,21 % lo percibe menor que en el pasado.
Respecto a la importancia en el abordaje del tema el 76,88 % de los participantes considera que el consumo problemático de sustancias es menos abordado que otros temas (por ejemplo, medio ambiente, discriminación, equidad, género y educación sexual, entre otros) en el ámbito educativo (educación primaria y secundaria). El 18,97 % opina que se trata igual que otros temas y el 4,15 % sostiene que se aborda más que otras temáticas.
Acerca de la divulgación del tema en la escuela dentro de quienes tienen hijos/as en edad escolar, el 80,29 % respondió que no recibieron en el colegio/escuela información sobre consumo problemático de sustancias, en tanto que el 19,70 % respondió que sí.
Sobre la inclusión del tema en la política, el 83,11 % de los participantes considera que no se incluye a la salud mental dentro del debate social sobre las drogas. Un 16,89 % de los participantes piensa que sí se incluye esta dimensión del consumo problemático de sustancias.
Por otra parte y referido al ámbito familiar, los consultados que tienen hijos/as, el 88,66 % ha dialogado con ellos sobre consumo problemático de sustancias, mientras el 11,33 % de los participantes respondió que no había dialogado sobre la temática con sus hijos/as.
ACCESO A SUSTANCIAS
Finalmente el 79,01 % de los participantes consideraron que es muy fácil o fácil obtener cocaína si lo deseara y el 89,96 % considera lo mismo respecto de la marihuana.
Especialmente los jóvenes, de alto nivel educativo, género masculino y aquellos que se definen de clase alta o baja son quienes muestran mayores porcentajes de experiencia de consumo.
Estos datos muestran la facilidad de acceso a sustancias que pareciera ocurrir en nuestra sociedad, especialmente por parte de ciertos sectores sociales.
Al igual que en otras conductas de riesgo, se observa una mayor participación de personas de género masculino en la misma línea de los estudios clásicos sobre el tema.
En conclusión, un medio ambiente que facilita el acceso, el escaso tratamiento del tema en los debates públicos, escasa percepción de las políticas de prevención y no mención de iniciativas psicoeducativas, y dudosa percepción del daño que producen hacen de la problemática un área relevante y que requiere atención.
Asimismo, entender que la salud mental también forma parte de la salud de las personas y que debe ser atendida del mismo modo que la salud física permitirá una mirada integral de la persona. Prevenir trastornos mentales como los relacionados con sustancias disminuye la presencia de otros trastornos de salud mental y problemas médicos asociados.
Según lo expresado por el Observatorio de Psicología Social de la UBA “este estudio tiene una intencionalidad exploratoria y representa un intento de captar la opinión de participantes de diferentes regiones del país pero presenta limitaciones metodológicas que requieren nuevos trabajos para avanzar en direcciones explicativas de este complejo fenómeno”.