

Los santos vienen marchando. River llegaba entonado a Boedo, con la ilusión de treparse a la punta del torneo. A los 13 del primero, una volea de Blandi puso al ciclón en ventaja, pero pronto, de penal Driussi a los 19 empató el partido. Aunque lo que quedará en la memoria del hincha de River sera el error de Batalla, ya en el segundo tiempo, que Paulo Díaz aprovechó para volver a poner a San Lorenzo arriba en el marcador: 2-1.
Una victoria que se festejó en Boedo, en la Boca y que para River significó el fin de la suma con un invicto de 13 fechas; quedó con 52 unidades y San Lorenzo llegó a 49 unidades y se metió en zona de Copa Libertadores.