jueves 08 de mayo de 2025

NACIONALES | 4 oct 2022

TENÍA 82 AÑOS

Murió el periodista Jesús Quintero

El loco de la colina brilló en 'El perro verde'. El español se hizo famoso en la Argentina en los '80 donde dejó huella. Nos dejó grandes reflexiones: "Los analfabetos de hoy son los peores. Cada día son más y la TV se hace a su medida"


Se ha ido Jesús Quintero. Nos ha dejado el ratón más colorao, el perro más verde. Se ha ido el mascarón de proa de los solitarios, los desobedientes, los perdedores y los rebeldes. Siempre mirando al borde del abismo.  A los 82 años, el gran entrevistador Jesús Quintero murió tras su paso por la residencia geriátrica Nuestra Señora de los Remedios de Ubrique, en Cádiz, en la que se encontraba desde hacía unos meses, con un delicado estado de salud.

El rey de "los olvidados, los marginales, los anónimos, los oprimidos" dejó en la Argentina una huella: sus grandes entrevistas, sus prolongados silencios televisivos mientras permitía hablar sin prisa a sus entrevistados. Entre pitada y pitada, arrancaba grandes declaraciones, como en una clase magistral de psicoanálisis ante cámara.

Desde hace unos días circula en redes un video viral con un viejo reclamo. Jesús (hijo de María y José) despotricaba contra "la clase dominante actual", y esa apología de la ignorancia: "Nunca como ahora la gente había presumido de no haber leído un puto libro en su jodida vida, de no importarle nada que pueda oler levemente a cultura, o que exija una inteligencia mínimamente superior a la del primate. Los analfabetos de hoy son los peores porque en la mayoría de los casos han tenido acceso a la educación. Saben leer y escribir, pero no ejercen. Cada día son más y cada día el mercado los cuida más y piensa más en ellos", se enojaba.

"Cualquier persona tiene derecho a 15 minutos de reportaje", pregonaba el andaluz de San Juan del Puerto, que se hizo popular en los '80 en la Argentina, retransmitido primero desde la radio española, y después contratado por ATC. Su última visita, en 1999, estuvo atravesada por un hecho violento: usaba la sala de edición de una productora porteña cuando ingresaron dos delincuentes. El español terminó con el pómulo izquierdo golpeado por un revólver y los 3.800 dólares de sus bolsillos, robados. "Quisiera que los encuentren, no para apresarlos: para preguntarles por qué, para entrevistarlos", lanzaba entonces con ese espíritu curioso que lo llevó a hacer historia de uno y otro lado del océano.

"Sapo de otro pozo", logró durante décadas hacerse un nombre en un "pozo propio", en medio de un ambiente ajeno que iba incluso contra sus convicciones y priorizaba el rating y la velocidad. Su gran bandera eran "los nadies", esos que difícilmente podrían tener prensa de no ser que la lupa de Quintero los magnificaba.

Maestro para una generación de periodistas que se formó escuchando su modo en la Radio Nacional de España, llegó aquí retransmitido en los ochenta. Cuenta la leyenda que divagaba sobre una canción de los Beatles (The fool on the hill) cuando confesó sentirse como un loco en una colina. Esa fue la inspiración para el programa que terminó arrasando entre la audiencia nocturna argentina.

Ganador de dos Premios Ondas, la Medalla de Andalucía y el premio de Periodismo Rey de España, entre otros cientos, el comunicador revolucionario admitía extensas temporadas de depresión y oscuridad. "'No sigas por ahí', me dijo el psicólogo una vez. 'Vas a terminar siendo el loco de la colina'". "Mi programa fue una terapia y a la vez una destrucción. Los delicuentes me cuidaban el coche, los locos se escapaban del manicomio para venir a la puerta de casa. Yo metabolizaba y metabolizaba", se desangraba en confesiones. "Yo entrevistaba a un marinero y me volvía marinero, entrevistaba al suicida y... era el suicida"​.

Conversaciones con Jorge Luis Borges, Diego Maradona, Charly García, Facundo Cabral. La colección de entrevistados argentinos incluye al ex presidente Carlos Menem. Lo visitó en la Quinta de Olivos, en 1999, luego de haberse citado con los presidentes de Cuba (Fidel Castro), España (Felipe González) y Francia (François Mitterrand).

Nacido el 18 de agosto de 1940, El perro verde eligió ese título de programa como homenaje a lo que había escuchado durante sus primeros años de vida. "Eres más raro que perro verde", le repetía su madre. “Me llaman Loco porque aún creo en los grandes sueños, en la utopía, porque no renuncio a la felicidad.”En su juventud fue actor, el paso laboral previo hacia la radiofonía. Uno de sus grandes orgullos fue el "Quintero-móvil", un proyecto en el que pudo cristalizar el gran sueño de recolectar historias de vida pueblo a pueblo. Llamó a la movida El hombre de la roulotte. Compró una suerte de motorhome, lo convirtió en un estudio rodante de radio, y se obsesionó con registrar la poesía del ignorado.

Con su muerte, se fue un defensor de una prensa seria y de unos medios de comunicación imparciales y no al servicio de los poderosos para aborregar al pueblo y hundir a las voces discrepantes.

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