

Por: Redacción Semanario de Junín
Según datos oficiales de la policía bonaerense –que hoy tiene más de 90.000 efectivos–, los suicidios fueron al menos 39 en 2016; 30 en 2017, 31 en 2018, 32 en 2019; y 18 en 2020 y esta cifra está muy por encima de lo que ocurre en la población civil, según el artículo que escribió hace un año la periodista Josefina López Mac Kenzie, para el portal “Border periodismo”.
Según los últimos datos de la Dirección de Estadística e Información de Salud (DEIS) del Ministerio de Salud de la Nación, en 2018 hubo en la provincia de Buenos Aires siete suicidios cada 100.000 habitantes (1.170 casos, de una población de 17.196.396 estimada por el Indec para ese año). Mientras que en la Bonaerense –que ese año tenía unos 93.000 efectivos– se suicidaron 31 (33 cada 100.000).
El título es un fuerte llamado de atención a la sociedad (“Suicidios, la tragedia silenciosa de la Policía bonaerense”) y la periodista hace hincapié en que “el patrón general se da con el arma reglamentaria y cuando los agentes que llegan a este desenlace están de franco. En segundo lugar están los casos ocurridos después de cometer un crimen. Por ejemplo, un femicidio, como pasó en marzo en General Madariaga, donde un policía de la Delegación Departamental de Investigaciones de Pinamar se disparó después de asesinar a balazos a una mujer. O en Pehuajó, donde en mayo un efectivo de la Policía Científica se suicidó tras matar a su novia y a su hermano”.
SEMANARIO consultó al secretario de Seguridad local Andrés Rosa, quien destacó “la excelente nota” escrita oportunamente por la periodista, porque “el tema suicidio es un tabú del que por lo general no se expresa por el efecto contagio, pero está bueno que podamos debatirlo”.
El funcionario municipal señaló que “las cifras son escalofriantes y dolorosas, y no puede haber más muertes por suicidio de policías bonaerenses que caídos en cumplimiento del deber. Justamente me informaron que el fin de semana pasado hubo otros cinco casos que no tomaron trascendencia mediática”.
El doctor Andrés Rosa, secretario de Seguridad de Junín
Por estos días un posgrado en la UBA se refiere a la situación laboral de los efectivos, que también incluyen la pretensión de un mejor salario y la optimización de los regímenes de descanso y cobertura sanitaria, promoviendo rediscutir la pertinencia de la sindicalización policial desde una perspectiva plural ligada a los derechos humanos.
Según señaló Rosa, “en lo que se refiere a nivel local, en la departamental Junín días pasados el área de salud empezó a ocuparse de lleno con este tema a partir de la tarea que viene llevando a cabo la psicóloga Silvia López. La profesional dio una charla a los jefes policiales, lo cual me pareció algo importante porque debemos estar atento a estas cuestiones”. Dijo además que “esto no puede desligarse de lo que son las condiciones de trabajo y los magros salarios. Hay que considerar que los policías a nivel provincial están ubicados entre las peores remuneraciones de los empleados estatales y muchas veces sin acceso a los derechos laborales básicos, como por ejemplo la sindicalización que les viene siendo negada y es necesario poner en debate”.
Destacó además como perjuicio hacia los trabajadores, el tema de “los traslados que pueden ser arbitrarios”. Añadió que “el policía quiere estar cerca de su casa y su familia y muchas veces el personal me viene a pedir colaboración en ese sentido y uno se da cuenta al entrevistarlo que este tipo de cosas empiezan a generar frustración en muchos efectivos, es algo palpable”.
Puntualizó el responsable de la Seguridad en Junín que “estas situaciones también generan casos de violencia de género y hay denuncias en puntuales y cuando se trata de parejas de policías no olvidemos que son dos armas las que están en la casa. Con lo cual estamos frente a un problema gravísimo sobre el cual hay que trabajar mucho para fortalecer el bienestar del personal para que tengan condiciones de trabajo dignas que generalmente no tienen”.
Dijo que en Junín “como secretaría de Seguridad buscamos permanentemente espacios de diálogo y contención por ejemplo brindando capacitación tal como lo hacemos en violencia de género. Cuando surgen estas y otras problemáticas, vamos y nos metemos de lleno y nos involucramos en las situaciones relacionadas con las condiciones de trabajo”.
Y añadió que “cuando hablo de frustración no es sólo el salario, sino que son situaciones que se ven en forma frecuente en Junín y es cuando aprehenden a algún delincuente y al rato lo vuelven a ver en la calle. Eso también genera frustración. En estos días hemos estado generando acciones frente a hechos de usurpación de predios y hay policías que en base a sus salarios y calidad de vida están en la misma situación que los usurpadores. Es una realidad que no podemos desconocer y debemos empezar a mostrarla con todos sus detalles porque creo que se relaciona seriamente con la tasa de suicidios que hoy nos muestran las estadísticas”.
Volviendo sobre la sindicalización de la policía, la cual no está permitida en las fuerzas de seguridad por considerar que dar organicidad a colectivos de personas que portan armas pondría en riesgo la verticalidad de la cadena de mando, Rosa consideró que “el mundo está yendo en el sentido de brindar los respectivos derechos laborales. Lo ha hecho Alemania, Italia, Francia, Estados Unidos y Canadá. En Latinoamérica lo tienen Uruguay, Colombia y Brasil ¿y acá no lo podemos hablar? Si queremos fuerzas de seguridad que respeten a los ciudadanos, también debemos respetarlos a ellos. Obviamente con las limitaciones del caso respecto al derecho a huelga, pero hay que plantearlo y debatirlo para no seguir generando estas pésimas condiciones para el personal. En la medida que mejoremos las condiciones del personal, seremos más eficientes para mejorar las condiciones frente a la inseguridad”, finalizó el funcionario.