Por: Redacción Semanario de Junín

En un escueto comunicado, y con pobrísimos argumentos, con fecha 15 de noviembre, el Arzobispado Mercedes-Luján informó que el Padre Javier Sánchez deja su cargo en la Parroquia San José. Con su habitual eufemismo, la nota expresa que se tomó dicha decisión por una ‘situación dolorosa y difícil’, luego de ‘recibir una denuncia de una persona mayor’.

“Les pido que nos unamos en oración por él y por los fieles que quedaron sin su presencia, continúa la misiva” sin dar mayores explicaciones, que parece las pedirá la autoridad que aplicará el Derecho Canónico.

El derecho canónico recoge las normas, derechos y obligaciones de la Iglesia católica que, como ente independiente, tiene sus propios tribunales y jurisprudencia. Se encarga del estudio del ordenamiento jurídico y la organización de la Iglesia católica.

En ‘buen cristiano’, contiene normas y disposiciones que se refieren al derecho administrativo, matrimonial, procesal o penal, como pasa en el derecho de los estados. O sea, es el sistema jurídico que regula la conducta externa de los miembros de la Iglesia.

El Padre Sánchez llegó a Junín en 2010,  proveniente de Lobos, a la Iglesia Matriz San Ignacio de Loyola. Poco tiempo después fue designado Párroco de la Parroquia San Francisco de Asís, ya que el Padre Miguel Ángel Larrañaga, estaba pronto a jubilarse.
Después se hizo cargo, además de la Parroquia San José, trabajando simultáneamente con las dos Parroquias.

El Pastor que fue catalogado ‘con olor a ovejas’  por el diario  eclesiástico local, fue 'sacado' de Junín (ya habría dejado la ciudad) y está lejos de ser, como publicó el medio un ¡Buen Pastor!. Ahora deberá enfrentar gravísimos cargos que obran en una documentación que ya llegó al Vaticano.

Pero, por los eufemismos y el oscurantismo, la Iglesia despidió en los medios a su  buen  pastor, y en un comunicado, que fue apartado por 'una difícil y dolorosa situación'.  Una gravísima denuncia que no salió a la luz, fue suficiente para que en cuestión de horas, quien llegó como Buen Pastor terminó apartado como carnero descarriado.

La Iglesia habla mucho del amor, del bien y de la humildad, pero en la práctica en ocasiones sus mismos integrantes desvirtúan la receta. Según lo dijo el Papa Francisco, la Iglesia no puede “alejarse de la sencillez y la simplicidad” y no debe “ceder al miedo, el desencanto, el desánimo, a las lamentaciones”.

Pero lo cierto es que algunos de sus siervos, se muestran demasiado lejos de las necesidades de los hombres, y en ocasiones, muestran la peor de las miserias. Aunque se los cubra con un escueto comunicado y no se expliquen las razones, el Padre Sánchez fue apartado de la Iglesia por haberse transformado en algo más grave que una simple ovejita descarriada.