domingo 10 de agosto de 2025

NACIONALES | 17 nov. 2022

SEMANAGRO

Bases Federadas: El otro campo

La localidad de Camilo Aldao, provincia de Córdoba, fue el punto de reunión del plenario de delegados y delegadas a nivel nacional de ‘Bases Federadas’, el espacio que agrupa al campo que prioriza la alimentación de la población en lugar del que impulsa el modelo agroexportador y de grandes empresarios.


Por: Redacción Semanario de Junín

Bases Federadas es un grupo disidente dentro de la Federación Agraria, y la Federación de Organizaciones Nucleadas de la Agricultura Familiar (FONAF), que se hacen llamar ‘el otro campo’ y apuntan a fortalecer la Mesa Agroalimentaria Argentina. Su integración junto a la Federación de Cooperativas Federadas (Fecofe), el Movimiento Nacional Campesino Indígena - Somos Tierra (MNCI-ST) y la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), en la conformación de la Mesa Agroalimentaria, surge como alternativa a los sectores concentrados de la Mesa de Enlace y el Consejo Agroindustrial Argentino.

"El hecho de que se sumen Bases Federadas y FONAF ratifica a la Mesa Agroalimentaria Argentina como el espacio gremial que nuclea a una gran diversidad agraria, no representada por la Mesa de Enlace siendo esto un paso muy importante para fortalecer la organización y la lucha por la Soberanía Alimentaria", comentó Diego Montón referente del MNCI-ST.

TRABAJO Y PROYECTOS

Por su parte, Juan Manuel Rossi, presidente de FECOFE, explicó que "la incorporación de estas entidades fortalece este espacio que representa a los productores y productoras de alimentos, acentuando su desarrollo federal pensando, sobre todo, en el mercado interno, la comercialización justa, el abastecimiento y logística de manera soberana".

En el plenario de Aldao se debatió la situación nacional, marcada por una pobreza que alcanza al 36,5% y una indigencia del 6,8% en el primer semestre del año, y las políticas impulsadas por el gobierno nacional para el agro. El desarrollo de las propuestas que planteó la Mesa desde su creación fue otro de los ejes.

En septiembre pasado presentaron cinco proyectos legislativos: Ley de acceso a la tierra, Ley de arrendamientos rurales, Ley de protección y fortalecimiento de los territorios campesinos y la agricultura familiar, Ley de segmentación de las políticas impositivas agrarias, Ley de financiamiento y fomento del cooperativismo y la transición agroecológica.

DÓLAR SOJA SÍ

Así, se consolida la construcción de una alternativa de los sectores del campo que apuestan por otro modelo de desarrollo. La Mesa Agroalimentaria se propone representar a los sectores del campo que no responden al modelo agroexportador que imponen los grandes empresarios. Nahuel Levaggi, coordinador nacional de la UTT y presidente del Mercado Central, planteó: “Venimos construyendo una propuesta de política y desarrollo agrario soberano, basado en el alimento como un derecho y con el objetivo de fortalecer el arraigo al territorio, la producción y el desarrollo de canales de comercialización”. Además, apuesta por un paquete tecnológico soberano, plantado sobre bases agroecológicas.  

Los sectores concentrados tienen su representación en la Mesa de Enlace (Sociedad Rural, Coninagro, CRA y Federación Agraria), y en el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA). Este año han presionado al gobierno nacional para lograr el Dólar Soja, un dólar diferencial para las grandes agroexportadoras, y el subsidio de 44 mil millones de pesos para productores de granos destinado principalmente a la compra de agrotóxicos, mientras La ley de Acceso a la Tierra sigue esperando a ser tratada y aprobada en la cámara de diputados.

En el país que producen alimentos para 400 millones de personas, la prioridad para la Mesa Agroalimentaria Argentina, sin desatender la necesidad de aumentar exportaciones, es el alimento en la mesa de las familias de argentinos y argentinas. Diego Montón referente del Movimiento Nacional Campesino Indígena, Coordinador de la Mesa Agroalimentaria Argentina sintetiza el pensamiento del sector en una frase: "Iniciamos el proceso de construcción de la Mesa Agroalimentaria Argentina el año pasado, y hemos tenido muy buena receptividad en todo el campo profundo. Este plenario es muy importante para visibilizar la diversidad que hay en el campo argentino y que quede claro que la Mesa de Enlace no representa para nada a la mayoría de esa diversidad. En función de esto, y de que estamos convencidos de que los alimentos tienen que ser un derecho no una mercancía, lo que venimos demandando es que las políticas agrarias sean segmentadas en función de qué tipo de productor queremos promover, y qué tipo de empresas son las que el estado tiene que regular y controlar"

La Mesa Agroalimentaria se propone representar a los sectores del campo que no responden al modelo agroexportador que imponen los grandes empresarios.

 AL RITMO DE LA INTERNA

Días atrás un decreto del presidente Alberto Fernández y todo su gabinete de ministros consagró el despojo a la Secretaría de Agricultura de toda la subsecretaría de Agricultura Familiar, que ahora pasará a ser un Instituto específico que dependerá burocráticamente de la Jefataura de Gabinete y políticamente del Movimiento Evita de Emilio Pérsico y Chino Navarro.

Ese movimiento, que tiene su rama para el sector rural, se ha quedado históricamente (al menos desde 2012) con el manejo de la política pública para pequeños productores. Lo hizo el propio Pérsico cuando Cristina Kirchner era la presidenta. Y lo hacen ahora sus militantes con la propia Cristina como vicepresidenta visiblemente enfrentada con el presidente Fernández. Por ahora, el Movimiento Evita se ha mostrado leal a Alberto. Y por eso tiene estos premios con espacios de dinero y poder, aunque impliquen un manoseo constante de la administración pública.

Las aguas están agitadas en el oficialismo. Y es obvio que ni Alberto ni Cristina, a tres años del inicio de su gestión, han logrado dar respuesta a las demandas históricas de un grupo de organizaciones sociales de pequeños productores que habían unido fuerzas en el Foro Agrario Nacional y Popular en tiempos de campaña electoral contra el macrismo, pero que luego -con el ascenso al poder- protagonizaron una diáspora importante, preservando cada una de ellas su pequeño espacio de poder.

Ahora, al calor de la interna, hay otros realineamientos además de la creación de un Instituto Nacional de Agricultura Familiar donde solo ingresarán funcionarios ligados al Movimiento Evita, dejando afuera a muchas otras expresiones de este “ruralismo progre”.

Alineados más claramente con Cristina y el gobernador bonaerense Axel Kicillof, las huestes agropecuarias que están ligadas al dirigente Juan Grabois, y que hasta ahora estaban bajo el paraguas del MTE Rural, crearon a principios de septiembre una nueva entidad llamada Federación Rural para la Producción y el Arraigo. “Servirá como órgano de representación gremial de las familias agricultoras que hoy no están representadas en ninguna de las entidades agrarias existentes, y que sin embargo tienen pedidos urgentes como el acceso a la tierra, al crédito, a un comercio justo sin intermediarios y al apoyo de las economías populares”, se informó en aquel momento.

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