

El papa emérito Benedicto XVI muró este sábado a las 9:34 local (8:34 GMT) en el monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano, donde residía desde su histórica renuncia al pontificado en 2013. Tenía 95 años.
“Con pesar doy a conocer que el papa emérito Benedicto XVI ha fallecido hoy a las 9:34 horas en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano. Apenas sea posible se proporcionará mayor información”, señaló el director de la oficina de prensa vaticana en un comunicado. La capilla ardiente se ubicará en la Basílica de San Pedro a partir del lunes 2 de enero por la mañana.
La preocupación por el estado de salud del papa y teólogo alemán surgió el miércoles 28 de diciembre, cuando su sucesor, Francisco, reconoció que estaba “muy enfermo” y pidió “una oración especial” a los fieles que asistían a su audiencia general. Poco después, el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, confirmó que el estado de salud de Benedicto XVI se habían “agravado a causa de su avanzada edad”.
El secretario personal del pontífice emérito, monseñor Georg Ganswein, había afirmado en repetidas ocasiones en los últimos años que Ratzinger era como “una vela que se apaga lenta y serenamente”. Un día después, la Santa Sede aseguraba que Benedicto XVI había “logrado reposar bien en la noche, estaba absolutamente lúcido y atento” y permanecía “estable”. Una situación que prosiguió el 30 de diciembre, cuando también presentó unas condiciones “estables”, y hasta pudo asistir a una misa celebrada en su habitación.
Benedicto XVI había pasado los años de su retiro en una residencia en el interior del Vaticano. No padecía ninguna enfermedad severa, sólo los achaques normales de su edad avanzada. Progresivamente había ido perdiendo la movilidad y la voz, lo que limitaba aun más sus apariciones públicas y su participación en oficios religiosos.
Su vida y su recorrido hasta convertirse en Papa
Joseph Ratzinger nació en Marktl am Inn, Alemania, el 16 de abril de 1927. Era sábado de Semana Santa y ese mismo día fue bautizado. Hasta su adolescencia vivió en Traunstein, una pequeña localidad cerca de la frontera con Austria, a treinta kilómetros de Salzburgo y se crió en una familia tradicional cristiana, de pocos recursos económicos. Años después, durante su juventud, vivió bajo el régimen nazi y en los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial fue incorporado como integrante de los servicios auxiliares antiaéreos.
Entre 1946 a 1951 estudió filosofía y teología en la universidad de Munich y se ordenó sacerdote, junto a su hermano Greg, el 29 de junio de 1951. Al año siguiente comenzó su carrera docente en la Escuela superior de Freising y en 1953 recibió el título de doctor en teología. El título de su tesis doctoral fue: "Pueblo y casa de Dios en la doctrina de la Iglesia de san Agustín".
En 1957 fue habilitado para enseñar teología dogmática y fundamental en la Escuela superior de filosofía y teología de Freising, primero, y luego en Bonn (1959 -1963), Münster (1963-1966) y Tubinga (1966-1969).
A partir de ese momento pasó a desempeñarse en la Universidad de Ratisbona, donde llegó a ser vicepresidente de esa casa de altos estudios. Una de las actuaciones más destacadas de Ratzinger como teólogo se dio durante las sesiones del Concilio Vaticano II (1962-65) del que participó en calidad de experto acompañando al cardenal Joseph Frings, arzobispo de Colonia.
Su trayectoria y también el reconocimiento logrado durante el Concilio, le permitieron acceder a cargos en la Conferencia Episcopal Alemana y luego a la Comisión Teológica Internacional.
En 1972 fue confundador de la revista internacional de teología "Communio" junto a otros destacados teólogos católicos.
El 25 de marzo de 1977 el papa Pablo VI lo nombró arzobispo de Munich y Freising y ese mismo año fue creado cardenal lo que le permitió participar en Roma del cónclave que eligió a Juan Pablo I el 25 y 26 de agosto de 1978.
En octubre siguiente, y tras la muerte de Juan Pablo I, fue uno de los cardenales que estuvo en la elección del polaco Karol Wojtyla como Juan Pablo II.
Guardián de la fe y la ortodoxia católica
En los años subsiguientes Ratzinger se incorporó a la vida vaticana actuando en lugares de responsabilidad en los Sínodos y en 1981 el papa Juan Pablo II lo designó Prefecto (ministro) de la Congregación para la doctrina de la fe (ex Santo Oficio), Presidente de la Pontificia Comisión bíblica y de la Comisión teológica internacional.
Se convirtió así en el guardián de la fe y de la ortodoxia católica. Poco después, el 15 de febrero de 1982 renunció al gobierno pastoral de la arquidiócesis de Munich y Freising y de ahí en más toda su carrera eclesiástica siguió en el Vaticano. Una de sus principales tareas fue la adecuación del nuevo catecismo católico, labor que le insumió seis años de trabajo entre 1986 y 1992.
Ratzinger ocupó además gran cantidad de cargos de importancia en distintos organismos vaticanos, y en los años 80 y 90 publicó libros y artículos en revistas teológicas muy reconocidas, ejerció la docencia en cuatro universidades alemanas y recibió ocho doctorados "honoris causa" en universidades de Estados Unidos, Alemania, Perú, Irlanda, España, Italia y Polonia.
El 19 de abril de 2005, a los 78 años de edad, fue elegido Papa tras la muerte de Juan Pablo II. Fiel a su historia y a su trayectoria, el pontificado de Benedicto XVI se caracterizó por profundizar la orientación conservadora que tuvo su antecesor, especialmente hacia el final de su mandato.
Después de poco menos de ocho años de ejercer el papado Ratzinger renunció el 23 de febrero de 2013 a las edad de 86 años, dando paso a la posterior elección de Jorge Bergoglio como Francisco.