

Por: Redacción Semanario de Junín
NOTA DE TAPA DE LA EDICION IMPRESA Y DIGITAL Nº 341 DE SEMANARIO DE JUNIN, DEL SÁBADO 21 DE ENERO DE 2022
A fines de 2015, y a poco de asumir Pablo Petrecca la intendencia, hubo un reparto variado de negocios a integrantes de la iglesia que fundara el padre del alcalde y que ahora está a cargo de su hermano Cristhian.
Entre ellos, Luis “Chino” Páez, fiel de la congregación, fue bendecido con la “concesión” de la vieja parrilla inmersa en el parque Borchex, pegada a los baños públicos.
Afecto a los entrenamientos deportivos y especialmente al boxeo, “Chino Box” nació a la vera de las sospechas de corrupción, como casi todo aquello que impuso el petrequismo en el municipio desde hace siete años. Su regente no sería profesor, sino que habría realizado algunas prácticas de poco tiempo en un instituto y obtuvo el título de “personal trainer”
Luis "Chino" Páez, fiel de la iglesia de Petrecca, uno de los recaudadores
Nadie recuerda quién concesionó ese lugar, ni por cuánto tiempo, de hecho SEMANARIO intentó averiguar si hay datos en el municipio y las respuestas fueron evasivas.
De todas maneras, cualquier observador se daría cuenta que esas instalaciones, además de haber sido concedidas en forma poco o nada transparentes, tampoco podrían ser habilitadas para llevar a cabo ejercicios de gimnasia (o de otro tipo).
Pisos y paredes deterioradas, vidrios en derredor que podrían convertirse en un arma mortal para los asistentes que hacen tareas de fuerza. Un sitio de lo más friki que puede verse, en el cual se mezclan las contorsiones atléticas con una parrilla voluminosa, que alguna vez asó músculos, pero de animales.
El lugar fue puesto en valor durante la gestión de Mario Meoni en 2008 quien llevó allí las oficinas de la dirección de deportes a cargo por aquel entonces de Jorge Bouvier, quien le presentó la idea. Luego, parte de esas oficinas, en la actual administración, se trasladaron al complejo polideportivo municipal.
El lugar fue puesto en valor durante la gestión de Mario Meoni
El gimnasio que regentea el “Chino” para la iglesia petrequista cobra aproximadamente dos mil pesos por cabeza a quienes se asocian y al menos no se conoce una factura que avale –tampoco- su cumplimiento impositivo.
Pero no todo queda ahí.La recorrida realizada por SEMANARIO permitió comprobar además que no hay mínimas condiciones de seguridad para los asistentes que llevan a cabo sus tareas con implementos precarios en un ámbito descuidado no sólo desde lo estético, sino desde lo requerido normalmente para este tipo de actividades.
Cientos de entusiastas gimnastas concurren día a día a un lugar que muestra a las claras que la “flexibilización” de las habilitaciones, en algunos casos, sólo sirven para dar visos de legalidad a negocios que terminan entrañando peligro para la comunidad.
En medio de los implementos utilizados para hacer gimnasia, entre mancuernas, pesas y máquinas, ningún funcionario del cuerpo de bomberos y tanto menos los especialistas en seguridad e higiene podrían dar el visto bueno al funcionamiento de semejante escenario más cercano a la desidia que a la salud.
El gimnasio que regentea el “Chino” para la iglesia petrequista cobra aproximadamente dos mil pesos por cabeza
Pero, tal como planteábamos en la edición anterior de SEMANARIO, en la nota titulada “Viva la Pepa”, las habilitaciones de este tipo de antros sigues su curso porque a él asisten además fieles eclesiásticos y allegados políticos al intendente con cargos locales y provinciales.
No sólo no se estaría pagando ningún canon, sino que presumiblemente tampoco abonaría la energía eléctrica que consume. Usan gratis -pero facturando a otros- las instalaciones internas y también las externas que son de los juninenses, tal y como pasa con los baños, colgando elementos en las paredes externas y depredando la arboleda.
Sin dudas el negocio es redondo y la familia Petrecca encontró otra “teta del Estado” a la cual prenderse.
EJEMPLOS SOBRAN
Los ejemplos al respecto durante todo este tiempo no han sido pocos. David Mingrino, pastor colega del fallecido Samuel Petrecca, padre del alcalde de Junín, obtuvo importantes concesiones de obras públicas para su empresa constructora hasta que fue denunciado y si bien las presentaciones no prosperaron en la departamental judicial local, el empresario desapareció de la escena ya que le habrían dado el ultimátum, respecto a que se hacía imposible que siguiera escudado por la justicia juninense.
Algo similar pasó con el obispo Guillermo Alberti, quien hace ya algunos años se sumó a la Iglesia Evangélica que conduce el pastor Christian Petrecca, hermano del jefe comunal. En aquel entonces la esposa del obispo Alberti, María Cecilia Monserrat, instaló una inmobiliaria en la zona y pocos meses después pasó a integrar la sociedad Renovar Junín SRL junto a Walter Petrecca, el otro hermano del intendente, y su esposa María Eugenia Calisano.
En tiempo récord, el grupo de amigos logró un enorme progreso económico. El humilde obispo evangélico registró a su nombre un Ford Focus Titanium, una camioneta Ford Ranger 4x4, una Ford Courier, un Chevrolet Corsa, una Volkswagen Amarok, otro Ford Focus 2017 y un Peugeot 208. Además, Alberti pasó a tener cinco propiedades y su mujer registró 23 propiedades nuevas. La religión y la amistad con el intendente, al menos en Junín, parece le otorgó buenos beneficios. Luego de una ruidosa polémica Alberti fue desterrado a Neuquén, en un intento por dar por tierra toda la investigación judicial.
Tampoco resultó casual entonces que el propio intendente haya cambiado de casa a pocos meses de su llegada al poder, mudándose a una mansión.
Lo que resulta llamativo es esta liviandad de dejar seguir con situaciones irregulares como la que se manifiesta en el parque Borchex y en otras tantas cuestiones en las que se ve involucrada la iglesia petrequista con el municipio, ya que no está mal que ayude a sus fieles a salir de situaciones angustiantes impulsándolos a crecer y desarrollarse, pero no está bien hacerlo a través de la comuna, con la plata y los bienes de todos los juninenses y en un lugar público que debiera apuntar al beneficio de todos y no al negocio del mandamás de turno.
Tal como lo dice Mateo 3:12, la gestión Petrecca no debiera olvidar que alguna vez deberán estar listos para “separar la paja del trigo”.