miércoles 24 de abril de 2024

LOCALES | 6 feb 2023

AGROTÓXICOS

¿Tercera posición o justificación?

El INTA no rechazó el uso de agroquímicos, aunque advirtió los riesgos por su uso. El desafío: producir más, pero con un modo más eficiente y sustentable.


Por: Redacción Semanario de Junín

Según difundió en su informe ‘Perspectivas de la Población Mundial’, la Organización de las Naciones Unidas estima que la población mundial alcanzará a 8.000 millones en noviembre de este año. Esto plantea la necesidad de aumentar la producción de alimentos y de disminuir su desperdicio que, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, llega a 1.300 millones de toneladas anuales, un tercio de lo producido cada año.

Ante este panorama, el INTA abordó el tema poniendo el ojo sobre el uso de los agroquímicos, un tema que ha puesto en distintas veredas al sector del campo y diversos grupos ecologistas que reclaman un cambio de paradigma.

El informe del instituto agropecuario nacional decidió transitar un camino en medio de la grieta: no rechaza su uso, pero advierte los riesgos. Plantea que hay que producir más alimentos, de un modo más eficiente y sustentable. Y que sería imposible cubrir la alta demanda sin apelar a ellos: “la agricultura argentina no puede prescindir completamente de los productos fitosanitarios sin poner en riesgo el volumen y la calidad de la producción”. Igualmente, propone alternativas, como usar variedades resistentes a plagas, la rotación de cultivos y el manejo integrado de plagas.

Desde el INTA aseguraron que “las exigencias de los mercados se incrementan al ritmo del crecimiento demográfico. Así, cuestiones tales como los aspectos ambientales, sociales y éticos de los procesos productivos cobran mayor protagonismo. Es decir, hay que producir más alimentos, de un modo más eficiente y sustentable”. Asimismo, el informe plantea a la intensificación sostenible como la estrategia productiva que permitiría hacer frente a este escenario global. En un reciente informe sobre el rol de los productos fitosanitarios de síntesis química en las producciones agropecuarias, los especialistas destacan que es posible “incrementar la productividad y rentabilidad con un menor impacto ambiental, de la mano de una reducción gradual de insumos externos”.

El trabajo subraya la “necesidad de poner el foco en el uso eficiente y responsable de los fitosanitarios a fin de evitar las fugas del agroecosistema”

RIESGOS Y BENEFICIOS

Jorgelina Montoya –coordinadora del proyecto estructural gestión sostenible de fitosanitarios y especialista del INTA Anguil, La Pampa– se refirió al rol de los insumos de síntesis química para garantizar los rendimientos de los cultivos a fin de poder alimentar a un mundo cada vez más habitado: “Son vastos los antecedentes que demuestran que sin el uso de fitosanitarios las pérdidas en manos de las plagas serían significativas. Sin embargo, es clave apuntar a una optimización en el uso de fitosanitarios: conocer los procesos que definen su comportamiento ambiental, como así también los factores y tecnologías de manejo de los cultivos y de las plagas, y, por ende, en el manejo de los fitosanitarios”, dijo.

Luis Carrancio –director del INTA Oliveros, Santa Fe–, reconoció que “los agroquímicos son una herramienta necesaria, pero riesgosa” y puso especial atención en “la necesidad de manejarlos correctamente”.

Carolina Sasal –especialista del INTA Paraná, Entre Ríos– subrayó que “los fitosanitarios son una herramienta, pero no la única”. En esta línea, destacó la importancia de “considerar otras estrategias de manejo que son alternativas y complementarias como el uso de bioinsumos, rotaciones, controles mecánicos y manejo de fechas de siembra que permiten un menor uso de insumos químicos”.

A su vez, Eduardo Trumper –coordinador del programa de protección vegetal y especialista INTA Manfredi, Córdoba– aportó una mirada más amplia: “Prescindir o no de los fitosanitarios dependerá del encuadre de cada productor, dado que hay situaciones muy heterogéneas y concepciones diversas de la agricultura, todas válidas según lo que se priorice”.

Carrancio reconoció que “el uso de insumos químicos es una práctica muy arraigada en los actuales sistemas productivos que resulta difícil cambiar, a pesar de que existen alternativas, como la agroecología. Si bien es una opción viable, su alcance es limitado”.

“Hay diversas estrategias productivas disponibles que deben ser consideradas antes de la siembra y permiten reducir el uso de insumos, tales como el uso de variedades resistentes a plagas. Además, es necesario fortalecer el monitoreo, el uso de criterios sólidos para la toma de decisiones y, cuando se justifica, aplicaciones eficientes y precisas”, enfatizó Trumper.

El informe subraya la “necesidad de poner el foco en el uso eficiente y responsable de los fitosanitarios». Y alude a las Buenas Prácticas Agropecuarias (BPA). Según detallan, las malas prácticas generan “un impacto en el ambiente y en la salud, vinculadas con el aporte difuso de plaguicidas por deriva directa o indirecta, escurrimiento o erosión, o bien el lavado de equipos aplicadores sobre cursos de agua o la disposición final de los envases vacíos”.

El informe del INTA afirma que “la agricultura no puede prescindir completamente de los productos fitosanitarios sin poner en riesgo el volumen y la calidad de la producción”

DECENAS DE ALTERNATIVAS

El informe destaca la extensa trayectoria del INTA en investigar y difundir estrategias sustentables que colaboran en reducir el uso de insumos químico tales como el manejo integrado de plagas y el control biológico con tácticas de evasión a partir de las fechas de siembra o la obtención de variedades resistentes a plagas.

O bien, la implementación de la llamada “Técnica del Insecto Estéril”. Esta estrategia consiste en la liberación masiva de machos estériles para una disminución substancial de la reproducción de las plagas.

A su vez, el desarrollo y adopción de las técnicas de solarización, biofumigación y biosolarización han contribuido a la reducción del uso de fumigantes químicos en los cultivos bajo cubierta. Esta última técnica además contribuye a la economía circular por permitir el uso de residuos locales y a la degradación de plaguicidas acumulados en el suelo.

Por su parte, las rotaciones de cultivos y los cultivos de cobertura se encuentran entre las principales y más reconocidas BPA para reducir la erosión eólica, hídrica y reducir el escurrimiento superficial, y por lo tanto minimizar las fugas de contaminantes que pudiesen ocurrir a través de dichos procesos.

Otras prácticas muy difundidas por el INTA para la conservación del suelo son la sistematización de tierras y la siembra directa (SD), así como el considerar el período entre momento de pulverización y eventos de precipitaciones constituye otra de las estrategias de minimización de pérdidas de fitosanitarios.

El informe realizado por los especialistas del INTA plantea un abordaje integral del uso de productos fitosanitarios y recupera el aporte del organismo en cuanto al desarrollo de estrategias, tecnologías y conocimiento que colaboran con el manejo de plagas y enfermedades de los cultivos.

El uso de agroquímicos genera controversias. Es una problemática que requiere ser debatida para que el actual sistema productivo y la agroecología puedan convivir. Esta tercera posición del INTA intenta abrir esa nueva discusión.

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