miércoles 14 de mayo de 2025

CULTURA | 16 feb 2023

TENÍA 82 AÑOS

Murió Raquel Welch, uno de los grandes mitos eróticos del cine de todos los tiempos

La familia de la actriz confirmó su fallecimiento al portal TMZ, señalando como causa "una breve enfermedad" de la que no se dieron más detalles.


Raquel Welch, la estrella de raíces latinas que se convirtió en uno de los más grandes mitos eróticos de la historia de Hollywood, murió a los 82 años después de padecer “una breve enfermedad”, según confirmaron sus representantes.

Había nacido en Chicago, el 5 de septiembre de 1940, como Jo Raquel Tejada, hija de un ingeniero aeronáutico boliviano radicado en Estados Unidos y una costurera norteamericana de estirpe británica que se declaraba descendiente directa de John Quincy Adams, el sexto presidente estadounidense.

La futura estrella de Hollywood tuvo una educación particularmente rígida en términos religiosos y morales, pero en un entorno familiar demasiado frío para su precoz sensibilidad. Alguna vez definió a su padre como un hombre de aspecto y comportamiento “aterrador”. Dijo en sus memorias que las muestras de afecto directamente no existían en ese hogar. “Nunca hubo ni abrazos ni expresiones amorosas entre mamá y papá. No recuerdo haberlos visto besarse o con las manos juntas”, escribió en su autobiografía.

Su familia se instaló en San Diego cuando la pequeña Raquel tenía apenas dos años. En ese entorno tan incómodo, sus padres la obligaron durante mucho tiempo a renegar de sus orígenes latinos, identidad que más tarde, ya famosa, reivindicó en plenitud. Siempre se enorgulleció de su nombre hispano, Raquel, y nunca quiso cambiarlo por el Rachel anglosajón. El apellido lo tomó de su primer esposo, con quien se casó a los 19 años.

Welch tuvo una carrera en la pantalla llena de altibajos, pero a pesar de la poca relevancia de la mayoría de sus películas logró afirmarse como un poderoso símbolo del erotismo cinematográfico del cine. Esa imagen apareció en el último tramo de la década de 1960, sobre todo desde su rutilante aparición con una bikini de piel en la película Un millón de años antes de Cristo, ambientada en tiempos prehistóricos, y alcanzó su apogeo a lo largo de los diez años siguientes, los más exitosos de toda su carrera. Fue en ese momento cuando el mundo del espectáculo dejó de señalarla con su nombre y la bautizó para siempre como “el cuerpo”.

Cultora de la vida sana, fue dejando progresivamente el cine para consagrarse a la promoción de conductas saludables, especialmente a través de populares videos de yoga y workout.

Nunca renunció, ni siquiera en sus años maduros, a su imagen de mujer sexy. Pero siempre supo tomar distancia de los aspectos más incómodos y potencialmente escandalosos de la atracción que inevitablemente despertaba en los hombres. Se las ingenió para mostrar que podía valerse de un cuerpo privilegiado como el suyo como la mejor herramienta para alcanzar una vida saludable. Y recurría a su propia existencia y su longeva belleza como ejemplo para convencer a las demás de que había que seguir ese camino.

“Nunca me estiré la cara ni me aumenté los pechos. Solo una vez pasé por el quirófano para hacerme una rinoplastia. Estoy en contra de que las chicas se operen cada vez más jóvenes. Desde que cumplí los 40 nunca he mentido sobre mi edad. He envejecido bien gracias al yoga y a la dieta”, confesó una vez mientras disfrutaba de un dorado, tranquilo y solitario retiro en su casa de Beverly Hills. Hasta el final se mantuvo de muy buena forma. Jamás esquivó a los fotógrafos y se sentía orgullosa por mantener la lozanía en el cuerpo y el rostro.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias