domingo 1 de junio de 2025

BONAERENSES | 11 abr. 2023

CLIMA EXTREMO

Abriendo el paraguas

Se prevé que la llegada de 'El Niño' traiga lluvias por encima de los valores habituales. “Debemos estar preparados”, aseguró el subsecretario de Recursos Hídricos, Guillermo Jelinski. En la provincia, el 95% de los municipios tiene áreas inundables, pero más del 60% de ellos reconoce que no tiene regulaciones de uso de los mismos.


Por: Redacción Semanario de Junín

Probablemente cualquiera que peine canas recordará el viejo dicho popular ‘a grandes sequías, grandes inundaciones’. Tal vez anclado en la memoria. en épocas sin internet ni acceso a datos de clima y estadísticas a un click o pantallazo al celular, aquella recordada frase tenga un anclaje real, solo que trasladado de generación en generación.

Por estos tiempos la extrema sequía y ola de calor hizo recurrir a los datos y puso blanco sobre negro con temperaturas que no se registraban desde la década del ‘50 y ‘60, aunque también los libros hablan de otros períodos de extrema sequía y otros de inundaciones devastadoras.

En esta cuestión cíclica del clima, no exenta del Niño, La Niña y la acción del hombre y cambio climático mediante, la provincia puso el ojo más allá de los campos sin agua y directamente apuntó a otro escenario por demás preocupante: llenos de agua, inundados.

En plena sequía, y con más de 73 partidos de la Provincia de Buenos Aires bajo Emergencia Agropecuaria por este fenómeno (por caso en Junín se extendió la prórroga de emergencia que ya había sido declarada anteriormente, desde el 1° de enero de 2023 hasta el 31 de marzo de 2023, el Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos presentó la “Mesa de Riesgo Hídrico” para trabajar con los 135 municipios en herramientas destinadas a “mitigar los efectos de inundaciones”. Hacia finales del invierno y principios de la primavera aumentan las probabilidades de que esté activo el fenómeno “El Niño” que, en esta región, está emparentado con niveles de precipitación mayores a los habituales. “Debemos estar preparados”, aseguró el subsecretario de Recursos Hídricos, Guillermo Jelinski.

Los efectos de la sequía son muy visibles y un tema que genera angustia en todo el territorio bonaerense. Sin embargo, los meteorólogos aseguran que “La Niña” ya ingresó en una “fase neutra” y ahora se espera la instauración de “El Niño”, un evento climático relacionado con el calentamiento del Pacífico oriental que en esta región aumenta las probabilidades de precipitaciones por encima de los valores habituales.

En este contexto, el Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos bonaerense lanzó la “Mesa de Riesgo Hídrico” e invitó a participar a representantes de los 135 municipios con el objetivo de “generar la percepción del Riesgo Hídrico hacia la comunidad”. El subsecretario de Recursos Hídricos, Guillermo Jelinski, explicó: “El tema es prevenir y prepararnos. Sabemos que el fenómeno de La Niña, esta oscilación en el pacífico Sur que provoca sequía en nuestro territorio, ya está en una fase neutral y a partir de mayo o junio crecerá El Niño que funciona a la inversa, trayendo lluvias”.

“La Mesa de Riesgo Hídrico tiene como objetivo principal estar preparados ante eventos de lluvias intensas”, explicó el funcionario y agregó: “Ojalá solo sirva para capacitarnos pero si vienen lluvias copiosas hacia fines del invierno e inicio de la primavera debemos estar preparados”.

De acuerdo a informes de organismos nacionales e internacionales, las probabilidades de instauración de “El Niño” durante la primera mitad del año son bajas (15 % entre abril y junio), pero aumentan gradualmente hasta el 35 % para el período de mayo a julio y llegan hasta el 55% para los meses de junio a agosto.

“Si una lluvia abundante o una crecida se produce en un lugar que no está poblado es un fenómeno natural pero si afecta a una ciudad es un desastre. Esa amenaza afecta a una zona vulnerable como tierras inundables donde no debería construirse, ni haber casas, pero las hay”, señaló Jelinsky y explicó: “Uno no puede trabajar sobre la amenaza porque no podemos evitar la lluvia pero podemos hacerlo sobre la vulnerabilidad del terreno”.

1993 y 2017 fueron años críticos por las inundaciones en Junín, pero hubo años peores, como 193,1914 donde el agua llegó a la plaza 9 de Julio

En 2003, parte de los trabajos contemplados en el Plan Maestro del Salado fue realizada en el distrito, en el sector de la laguna Mar Chiquita. Ese sistema hace de contención de lagunas de las provincias de Buenos Aires y Santa Fe. En 2017, Junín estuvo bajo emergencia agropecuaria: Durante abril, se registraron en todo el partido 365 milímetros de lluvias. Se produjo, además, el aumento del caudal de la laguna Mar Chiquita por agua proveniente de La Salada desde General Pinto, que recibe a su vez agua de La Picasa (Santa Fe). De las 180.000 hectáreas que tiene, se vieron afectadas, entre inundadas y encharcadas, unas 90.000. Fue el año que se realizó el terraplén al costado del canal del Salado y que hoy continúa siendo un dique de tierra ante posibles desbordes futuros.

Pero peor a ese período fue 1993. En mayo de ese año, se vivió una de las inundaciones más grandes que le ha tocado soportar a la ciudad en su historia. La cantidad de milímetros acumulada -más la falta de obras de infraestructura en todo el noroeste bonaerense- hizo que gran parte de la región se vea gravemente afectada por el avance de las aguas. La trascendencia de los hechos derivó en que el por entonces presidente de la Nación, Carlos Saúl Menem, “baje” a nuestra ciudad para acompañar al ex gobernador Eduardo Duhalde, quien junto al ex intendente Abel Miguel se puso al frente de la situación que excedía los límites de Junín.

“Nosotros teníamos el dato en esa época de que había habido otra muy grande entre 1913 y 1914. En ese momento el agua llegó, según dicen, hasta cerca de la plaza 9 de Julio. Pero la del 93 fue una inundación grande, muy grande. Sin dudas”, consideró hace unos años el agrimensor Hugo Fusé por entonces a cargo de la Dirección de Obras Públicas del Gobierno local.

MUNICIPIOS SIN PLANES DE CONTINGENCIA

En los comienzos de la gestión Kicillof, la Subsecretaría de Recursos Hídricos envío una encuesta a los 135 municipios para relevar el estado de situación respecto a esta temática en cada uno de los distritos. El resultado fue alarmante. “La mayoría de los municipios no tienen planes de contingencia. De los 135 municipios, 109 respondieron la encuesta. Los datos arrojados son preocupantes porque solo el 25% de los municipios contestaron que cuentan con un área que entiende algo de la temática hidráulica, el 60% dice que tiene planes de contingencia ante inundaciones pero el 70% dice que no lo comunicaron nunca”, detalló Jelinksy.

Y continuó: “Un plan de contingencia que no se comunica no existe. Si no se informa bien, la sociedad tiene una percepción errada de las obras que sirven para determinada lluvia. Aunque mejora la situación, ninguna puede ofrecer la garantía de que una ciudad no se inundará nunca más. Por eso los planes de contingencia son fundamentales y más en estos tiempos de cambio climático”.

La encuesta arrojo que el 95% de los municipios dice que tiene áreas inundables, pero más del 60% de ellos reconoce que no tiene regulaciones de uso de los mismos. El 80% reconoce que no tiene una tasa destinada para el mantenimiento de las obras y la gestión del recurso hídrico. “No se inunda más no existe”, aseguró el especialista en alusión a la famosa frase de Mauricio Macri. “Las obras tienen un valor de diseño y cuando es superado se producen desbordes o inundaciones. Por eso los municipios deben elaborar planes de contingencias y otras medidas no estructurales como tener limpios los cauces, recolectar bien los residuos y trabajar con la comunidad para volverla más resistente”.

De acuerdo a informes de organismos nacionales e internacionales, las probabilidades de instauración de “El Niño” durante la primera mitad del año son bajas

Respecto a las obras, la encuesta reveló que el 60% de los municipios cuenta con planimetría sobre las mismas pero el 80% no sabe cuál es la vulnerabilidad de esa zona en caso de ser superadas. Por otra parte, el 50% de los gobiernos locales admite que no está participando de los comités de cuenca zonales.

“El cambio climático hace que las lluvias sean cada vez más extremas”. Este trabajo de prevención se vuelve cada vez más imperioso ante los evidentes efectos del cambio climático. “Como las olas de calor, las lluvias también son cada vez más extremas y por eso, sin asustar, debemos prevenir. Los municipios son la avanzada principal para la prevención y también la limpieza de los sumideros y de los causes, y la correcta recolección de residuos”, apuntó el subsecretario de Recursos Hídricos.

Sobre los planes de contingencia, el funcionario explicó que deben ser simples y que lo más importante es que sean internalizados por la comunidad. “Ante inundaciones la gente debe tener claro un mapa que muestre la ciudad por zonas, los caminos y los centros de evacuación, los lugares seguros y los puntos de reunión”, detalló.

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