martes 29 de abril de 2025

DEPORTES | 24 abr 2023

CARLOS 'TATA' BALDOMIR

“Quiero vivir, quiero salir vivo de acá”

El ex boxeador Carlos Baldomir fue condenado por violar a su hija en 2019. Fue encontrado culpable de "abuso sexual con acceso carnal calificado y abuso sexual gravemente ultrajante calificado". Condenado a 18 años, la medida fue apelada y rebajada a 16 años y medio a finales del mismo año. Desde entonces, se encuentra preso en la cárcel de Las Flores. A un año y medio de poder acceder a las salidas transitorias, se afirma en nuevos proyectos. Contó que hará una película de su vida y aseguró: “Quiero volver a Junín, voy a volver porque quiero vivir, quiero salir vivo de acá”.


El "Tata" Baldomir pegó el salto a la fama la noche del 7 de enero del 2006 sobre el escenario que montaron en el mítico Madison Square Garden de New York. Las tarjetas lo vieron ganador sobre el provocador y local Zab Judah. La heroicidad del combate se potenció cuando se conoció su historia: el boxeador que subsistía vendiendo plumeros en la calle había conseguido el cinturón del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) del peso welter.

Su estrellato como deportista fue corto pero contundente. El reinado entre los peso welter duró apenas 301 días. Nueve meses y medio y solo dos peleas. Pero al Tata le alcanzaron para transformar al boxeo "en el mejor negocio" de su vida, según él mismo confesó.

Tenía por entonces 34 años y apenas un tiempo antes alternaba sus viajes a Alemania, México o Dinamarca para defender su corona internacional del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) con la venta de plumeros porque lo ganado en esos combates con suerte la alcanzaba para vivir "uno o dos meses" y sólo se subía al ring cada seis meses.

Nadie esperaba aquella noche que venciera a Judah, un veloz peleador de 28 años que preparaba una velada millonaria con un joven en ascenso tras finalizar el pleito con el argentino: Floyd Mayweather Jr. El "Tata" Baldomir dio el golpe con su triunfo unánime (115-113; 115-112 y 114-113) en las tarjetas.

El cinturón le duró apenas dos combates pero sus arcas se llenaron de millones: las informaciones hablaban de que en su primera defensa la bolsa rondó cerca del millón y medio de dólares y en la segunda ascendió hasta los cuatro millones de dólares contabilizando los ingresos por la televisión; una de las bolsas más importantes en la historia del boxeo nacional hasta ese momento. “Fui el primer boxeador en ganar un millón de dólares afuera” dijo a SEMANARIO.

La primera fue ante el canadiense Arturo Gatti (KO 9°), una de las figuras atractivas de la época. Pero la siguiente fue ante el pugilista más convocante de ese momento: "The Money" Mayweather, que hasta allí ostentaba un invicto de 36 presentaciones y había ganado en su pelea previa el título mundial welter de la Federación Internacional de Boxeo (FIB).

Del brillo a la cárcel "Cuando vendía plumeros, si no vendía no comía. Hoy estoy muy feliz porque mis hijos tienen lo que yo quise: una buena casa, estudian y les dejé el futuro asegurado. Hoy me siento bien por todo lo que hice y tranquilo por lo que tengo, porque sé que con eso puedo vivir bien", contó en una entrevista que le realizaron en el 2009 donde confesó que le habían quedado dos millones de dólares "limpios" de sus peleas.

Baldomir entregó ante Mayweather un título mundial que jamás recuperaría, aunque el cierre de su trayectoria sería agitado: realizó 12 combates más –entre los que se destacó una derrota ante el joven Saúl "Canelo" Álvarez en Las Vegas en el 2010– y cerró sus estadísticas en el 2014 con 49 victorias (15 KO), 16 derrotas y 6 empates. Los años finales los alternó entre su vida como boxeador y el rol de incipiente promotor de colegas. "Creí que con 35 años estaba preparado para la fama y el dinero, pero no estaba preparado. Pasaron muchas cosas que no tendrían que haber pasado en mi vida personal en ese momento de ser campeón y tener mucho dinero", contó.

En aquella nota del 2009, ya sin el cinturón entre las manos y con la fama deportiva apagándose lentamente, Baldomir pareció dar palabras premonitorias sobre lo que sucedería. Habló de sus cuatro hijos y del final trágico de los boxeadores. "¿Qué quisiera en mi vida? Que todo esto lindo que me pasó en mi vida termine bien, que tenga un buen final la historia mía: de vender plumeros, ser campeón… Terminar bien. Casi todos los boxeadores terminaron mal, no están preparados. Que dentro de 10, 20, 30 ó 40 años, cuando me toque irme, esté bien".

Aquella vieja premonición chocó contra la realidad cuando la Justicia de Santa Fe lo encontró culpable de "abuso sexual con acceso carnal calificado y abuso sexual gravemente ultrajante calificado" por haber sometido varias veces a su hija cuando ella tenía entre 8 y 9 años en la casa familiar que compartían. El ex pugilista terminó preso desde noviembre del 2016 y deberá cumplir una pena de 16 años de prisión.

Hace casi dos años Baldomir vendió los derechos de imagen y se hará una película con su vida. “La película se hace porque estoy en cana. Del vendedor de plumeros que llega a ser campeón mundial y está acusado de abusar de su hija, es lo que vende, ahora que estoy preso, a mí me sirve la plata”.

Desde el día que fue detenido en Junín, -donde vivía y trabajaba en un gimnasio de avenida Arias-, la Justicia le negó en total tres pedidos de excarcelación y lo mantuvo alojado en la cárcel de Las Flores, la misma donde estuvo detenido Carlos Monzón en la década del '90.

Los fiscales del caso, Alejandra Del Río Ayala, de la Oficina Gefas (Unidad Fiscal de Violencia de Género, Familiar y Sexual del MPA) y Federico Grimberg como también los abogados querellantes Néstor Oroño y Alejandro Otte, habían solicitado en sus alegatos una pena de 20 años de prisión efectiva para el ex boxeador.

Durante el juicio fueron citados a declarar en total 14 testigos, una decena por parte de la querella y la fiscalía, y los cuatro restantes convocados por la defensa de Baldomir, encabezada por el abogado Martín Durando.

Finalmente, la condena de 18 años impuesta fue ratificada pero su pena pasó de 18 años, a 16 y medio, según indicaron voceros judiciales. Ya cumplió 6 años y cuatro meses de su condena, por lo que dentro de un año y medio aproximadamente (al llegar a la mitad de la pena impuesta), podrá salir con las salidas transitorias.  

“Haciendo plata, pero sin hacer macanas”

Cuando supo que ya no saldría más de la cárcel, su rutina cambió. Dejó de tener peleas en la cárcel, que le provocaron varias sanciones de encierro y comenzó a aprovechar el tiempo para entrenarse y jugar al fútbol en el patio del penal, donde el servicio penitenciario saca a los presos por tanda para que los ofensores sexuales no se mezclen con quienes están alojados por otros motivos.

“Muchas veces tuve problemas porque acá adentro todos querían medirse con el campeón. Recibí sanciones y me mandaron a los buzones (celdas de aislamiento). Pero eso de a poco fue cambiando, estoy en la celda de quienes tienen causa por abuso y el resto en otra. Por eso estoy más tranquilo. Hago gimnasia todo el día porque el cuerpo me lo pide”, aseguró, en una charla vía WhatsApp con este medio, desde el penal.

En poco más de un mes, cuando esté cerca de cumplir la mitad de su condena (que le permite acceder al régimen de salidas transitorias) Baldomir imagina esa nueva vida en esos espacios de libertad. Comenzó a trabajar en ‘un buen proyecto que me va a dejar unos buenos mangos’; “Estoy haciendo guita preso, no lo hace cualquiera eso, pero obviamente trabajando en lo mío, no haciendo ninguna macana” aclaró a SEMANARIO.

Hace casi dos años Baldomir vendió los derechos de imagen y se hará una película con su vida. “La película se hace porque estoy en cana” contó. “Del vendedor de plumeros que llega a ser campeón mundial y está acusado de abusar de su hija, es lo que vende, ahora que estoy preso, a mí me sirve la plata. Hace dos años que estoy con ese proyecto, y quedan dos años más para hacerla. Esto me sirve además para tener algo para cuando salga y arrancar, un respaldo”.

“Ahora estoy haciendo guita preso, no lo hace cualquiera eso, pero obviamente trabajando en lo mío, no haciendo ninguna macana”.

Respecto de qué hará cuando pueda salir, entre sus destinos aparece Junín. Aseguró que regresará a la ciudad. “En Junín tengo las amistades de mi vida, mi hijo de 9 años, va a cumplir 10 ahora en junio; a Junín voy a regresar, continuamente hablo con mi hijo, ayudo a la mamá con su mantención, lo veo, a veces lo trae la madre, otras el tío o el abuelo, él vive en mi casa, es mía y de la mamá de mi hijo, sí, a Junín voy a volver” aseguró.

¿Cómo son sus días en prisión? “Lo bueno que encontré acá, es hacer ejercicio, entrenar, estar bien físicamente, además me ayuda a lo mental, porque si no, estar encerrado sin hacer nada, te morís, he visto morir gente encerrada, yo voy a cumplir 52 años y me gusta hacer esto: ejercicio, verme bien, cero drogas, cero alcohol, y quiero vivir, quiero salir vivo de acá” afirmó.  




 

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