jueves 25 de abril de 2024

LOCALES | 31 may 2023

SEMANAGRO

Se afina la fina, pero mirando el cielo

La campaña 2023 promete dólares frescos después de tres años donde primó La Niña, sin embargo, no está todo tan claro respecto a las lluvias que pueden hacer padecer a los productores y contratistas.


Los productores de Junín y la zona pueden dibujar en su cara una “sonrisa de Mona Lisa” mirando las perspectivas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, que presentó esta semana sus tendencias para la campaña fina 2023.

La alegría no puede ser completa ya que si bien se alejó el fantasma de La Niña, quedan resabios de una sequía histórica y solamente el paso del tiempo dirá cómo se recuperan los perfiles húmedos.

En principio, la entidad cerealera prevé una producción de 18 millones de toneladas de trigo y 5 millones de toneladas de cebada, gracias a un incremento en el área destinada a los cultivos de la campaña fina con 7,6 millones de hectáreas sembradas -6,3 millones de hectáreas para trigo (+3,3 % interanual) y 1,3 millones de hectáreas para cebada, la cual seguirá igual que en 2022.

La proyección de cosecha de trigo -tras la fuerte sequía que ha asolado a los campos en los últimos meses- reflejará un aumento del 45 % interanual y la de cebada, del 32 %, “explicado en mayor medida por una concentración del área destinada al cultivo en regiones con alto potencial productivo”, indicó la BCBA en un comunicado.

Respecto del escenario climático para la nueva campaña, la BCBA destacó que el estado de “La Niña”, que continuó durante la temporada 2022/2023 en gran parte del área agrícola argentina, evolucionará hacia un escenario “El Niño”, y las precipitaciones pronosticadas para junio y en lo que resta de mayo podrían mejorar las condiciones de humedad para la siembra de fina en el centro-este del área agrícola local.

Además, la BCBA señaló que las heladas tardías podrían no extenderse más allá de mediados de agosto, lo que marca un escenario más benigno en comparación al ciclo previo.

La alegría no puede ser completa ya que si bien se alejó el fantasma de La Niña, quedan resabios de una sequía histórica

“Se trata de un escenario de transición ya que el inicio de la campaña está marcado por reservas hídricas ajustadas, pero con posibles mejoras durante la primavera (austral) que podrían apuntalar los cultivos de esta nueva campaña de fina 2023/2024”, indicó la entidad.

Estas proyecciones se presentaron en el seminario “Agrotendencias 2023”, organizado por la Federación de Centros y Entidades Gremiales de Acopiadores de Cereales. El presidente de la Bolsa, José Martins, señaló en el seminario que el sector enfrenta “la nueva campaña fina con muchas más incertidumbres que certezas”, por lo que destacó que necesita de la política “un entendimiento” de la actividad y recordó que el Consejo Agroindustrial Argentino presentó un plan de política industrial para los próximos diez años.

 

Argentina ocupa el séptimo lugar en el ranking mundial de exportaciones de trigo y cebada, según la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina.

El economista de la BCBA, Ramiro Costa, destacó que el aporte económico de la cosecha fina 2023/24 se traduce en 5.427 millones de dólares de contribución al PIB, un 33% más que la campaña pasada, gracias al incremento en la cantidad producida por 2.178 millones de dólares, una mejora de 138 millones de dólares por disminución en los costos de los insumos, contrarrestado por 982 millones de dólares por menores precios de exportación de los granos.

“El valor de exportaciones proyectado, aunque lejos del pico de 21/22, se encontraría por encima del promedio de los últimos cinco años”, afirmó Costa.

EL CIELO ES LA CLAVE

Pero más allá de las buenas previsiones, no habrá que olvidar el detalle de las condiciones climáticas que jugaron un papel fundamental en estos tres años y que siempre constituyen el elemento determinante entre el éxito y fracaso de la campaña agrícola.

Por su parte, Eduardo Sierra, especialista en agroclimatología de la Bolsa de Cereales, sostuvo que el cambio de género entre Niña y Niño recién podrían ser más notorio a partir de la próxima primavera.

Al disertar también en el seminario sobre "Agrotendencias" organizado por la Federación de Acopiadores en la sede de la Bolsa, Sierra sostuvo que "no va a ser un año de inundaciones" y que las expectativas por la llegada de El Niño son exageradas, ya que se tratará de "un niñito" que, si bien mejorará la situación respecto de la actual sequía, no será un cambio contundente.

El meteorólogo, puntualizó que “para los próximos 15 años tendremos que aprender a trabajar con climas como éste y trabajando bien se pueden hacer muchas cosas pero, si seguimos esperando años con excesos hídricos, nos vamos a quedar con las ganas", aseguró.

Sierra destacó que en la costa del Pacífico, a la altura de Perú y Ecuador, la temperatura del océano aumentó dos grados, lo que significa que "el famoso Niño está", pero señaló que, a su vez, sus efectos serán neutralizados por las temperaturas del océano antártico, donde, señaló, "el frío juega en contra".

En consecuencia, anticipó que lo que se viene para la campaña fina "no va a ser un Niño inundante" y agregó: "Podrá serlo en febrero o marzo (de 2024), pero no ahora".

El aporte económico de la cosecha fina 2023/24 se traduce en 5.427 millones de dólares de contribución al PIB

En un repaso de la situación pronosticada para los próximos meses, indicó que, en junio próximo, "llega la caballería" y mejorará las condiciones de humedad, pero "no es el Niño inundante" sino "un Niñito".

Luego de un julio en el que "se mantiene la humedad", Sierra remarcó que, de acuerdo con las previsiones meteorológicas, agostó será "el primer mes en el que más o menos habrá agua en todas partes".

Finalmente, y sobre los costos de producción, Sebastián Gariboldi, analista del departamento de Estudios Económicos, indicó que los precios locales de los granos e insumos presentaron bajas respecto al año anterior y que, si bien todavía permanecen en niveles relativamente elevados, la mayor caída en el costo de los insumos mejora las relaciones insumo producto de los planteos de trigo y cebada para la nueva campaña 2023/24.

El analista remarcó que los productores presentan una necesidad de recomponer su situación económica para la próxima campaña gruesa y, si bien enfrentan desafíos climáticos, financieros y de disponibilidad de insumos, presentan un marcado interés en su intención de siembra.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias