martes 3 de junio de 2025

NACIONALES | 28 jul. 2023

SEGURIDAD VIAL

Los autos y los limitadores de velocidad

¿Por qué se fabrican autos que circulan a altísimas velocidades, más allá de lo que la ley permite? La Asociación Madres del Dolor propone que en Argentina los automóviles salgan de fábrica con una velocidad máxima de 150 Km p/h.


Por: Redacción Semanario de Junín

Conducir un automóvil a más de 30 km/h por encima de la velocidad máxima permitida en el lugar del hecho y, por dicha acción, causar el fallecimiento de un prójimo es un delito que se castiga con una pena de 3 a 6 años de prisión, según lo establece el artículo 84 bis del Código Penal de las Nación. Es decir que circular a altísima velocidad en nuestro país, eventualmente, puede llevar a la cárcel.

No obstante, lo que dice la ley, igualmente, los vehículos que alcanzan altísimas velocidades están a la venta. ¿Por qué se da esta desconexión entre lo que permite la ley y las velocidades reales de los automóviles nuevos, que salen de fábrica configurados casi para hacer punta y taco en un circuito?

¿Cuál es el sentido de que haya autos que puedan circular a una velocidad mucho mayor que la permitida por ley?

Según contó David Berstein, abogado de víctimas viales y asesor legal de la Asociación Madres del Dolor en el sitio Motor 1, “en varios países del mundo, ya se ha legislado pensando en esta posibilidad de ‘tentación humana’ de apretar el acelerador y se puso una limitación a las velocidades máximas. ¿Y por qué hacerlo? Simple, para salvar vidas. Transitar a 200 km/h es más peligroso e inseguro que ir a 120 km/h. También es evidente que las consecuencias de un choque a alta velocidad son mucho más graves, pero ¿dónde poner ese límite?"

"Con un máximo de velocidad permitido en nuestro país de 130km/h muchas veces me dicen: 'Hace falta, porque si querés sobrepasar a un auto…' Si necesitás acelerar el auto a 140km/h quiere decir que el auto delante tuyo va a 130km/h. Entonces no lo tenés que sobrepasar. Si el máximo permitido es 130km/h, me parece que el auto solamente debería ir, como máximo, a 130 km/h”, afirmó Viviam Perrone, fundadora de la Asociación Madres del Dolor.

En un futuro próximo habrá una convivencia en las rutas y autopistas entre los conductores humanos e inteligencias artificiales, y estas últimas están programadas para cumplir con todas las normas de tránsito. En materia de seguridad vial, el objetivo es claro y firme: salvar vidas. Y en dicha dirección tiene sentido, por tanto, utilizar todas las herramientas para cumplir con este noble fin. Entre estas herramientas se encuentra la de limitar que los conductores humanos conduzcan a velocidades excesivas, mediante la fabricación de automóviles con un tope de velocidad de hasta 150 km/h.

Cuando la compañía Volvo anunció en 2019 que todos sus autos vendrían limitados de fábrica a 180 km/h surgió un interesante debate. ¿Hasta qué punto los fabricantes son responsables de las velocidades que pueden alcanzar sus autos con el impacto que tiene en la seguridad vial?

En términos de seguridad, está físicamente comprobado que los riesgos aumentan dramáticamente con la velocidad y que, por sobre determinado umbral, el manejo se vuelve extremadamente peligroso.

Entre otras cosas: disminuye el tiempo de reacción para evitar incidentes (y aumenta exponencialmente la distancia de frenado), aumentan las posibilidades de fallas mecánicas y pérdida de control, y por supuesto que a mayor velocidad aumentan los daños generados por un eventual impacto. De hecho, por sobre los 180 km/h (incluso mucho menos), no hay tecnología activa o pasiva que pueda prevenir o impedir consecuencias mortales o extremadamente graves para los pasajeros. Por eso no es arbitrario que casi todos los países fijen un límite de velocidad máxima a la que puedan circular los vehículos, que en el 99,9% de las carreteras del mundo no supera los 130 km/h.

Bueno, también desde una perspectiva racional, hay algunas buenas razones. Un primer tema atendible es el de los sobrepasos. Por una cuestión de seguridad, siempre es conveniente tener un “resto” de potencia y velocidad para superar rápidamente a otros vehículos, especialmente en rutas de mano y contramano de un solo carril. Pero para superar a un vehículo que viaje legalmente a 125 km/h, una máxima de 160 debería sobrar.

Suecia fue uno de los países que comenzó en el año 1997 con la visión “Cero Muertes Viales”. Partieron de la premisa del ‘error humano’

El principal argumento de Volvo es la responsabilidad de la marca para con la sociedad, buscando un futuro con menos hechos viales, menos heridos graves y menos fallecidos en carretera, en su empeño de un objetivo de cero víctimas.

La velocidad no es el único causante de los hechos viales mortales en carretera, pero es un factor multiplicador. A una gran velocidad, los sistemas de seguridad activa y pasiva de un auto no son capaces de luchar contra las leyes de la física y pierden efectividad. Una salida de vía a 200 km/h en el Volvo más seguro a la venta también tendrá consecuencias graves o fatales.

Volvo no fue el primer fabricante en implantar este límite de velocidad. Los fabricantes japoneses llevan haciéndolo desde 1988, cuando la Asociación Nacional de Fabricantes de Japón (JAMA) impuso un tope de 180 km/h (80 km/h por encima del límite nipón en autopistas). Dicha limitación es vigente en modelos JDM (sólo para el mercado doméstico japonés), no para exportación. Los modelos exportados desde Japón suelen mantener su tablero original.

LOS QUE LLEGAN Y SE SUMAN

Cada vez más fabricantes están limitando sus vehículos. Uno de los motivos principales es la llegada del auto eléctrico. Con la intención de proteger componentes o impedir que un conductor "funda" la autonomía de las baterías del vehículo, no son pocos los fabricantes que limitan la velocidad máxima de sus modelos eléctricos.

Renault ya anunció que sus próximos modelos también estarán limitados a un máximo de 180 km/h para mejorar la seguridad. El Renault Mégane E-Tech, en su versión eléctrica, ya está limitado a 160 km/h.

De hecho, muchos autos eléctricos tienen su velocidad punta limitada a 130 o 150 km/h, con el objetivo de que su consumo no se dispare y su autonomía no caiga en picada.

Vivimos en un mundo cada vez más seguro, más eficiente y más responsable. Según algunos especialistas, a futuro la industria del automóvil cambiará radicalmente su filosofía, se terminarán imponiendo límites de velocidad al estilo de Volvo, y no se descarta un futuro en el que todos los autos cuenten con una velocidad máxima limitada de fábrica.

Si queremos un futuro de bajas emisiones contaminantes en el sector del automóvil, no nos quedará otra que tomarnos los viajes con más calma. Se trata de viajar, disfrutar y llegar a algún lugar sin perder la vida. La alta velocidad viaja en contra de la seguridad y urge cambiar.

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