jueves 28 de agosto de 2025

CULTURA | 29 jul. 2023

UNA ACADEMIA DEL 2x4

Atilio Stampone, todo un maestro del tango

A los 16 años ingresó a la orquesta de Roberto Dimas y, a los 19, en la de Astor Piazzolla. En 1952 formó la orquesta Stampone-Federico y luego la propia. Escribió tangos como “Afiches” y “Viejo gringo” y compuso para el cine “La historia oficial”. Presidió SADAIC.


Por: Ismael A. Canaparo

Antonio Atilio Julio Stampone (1º de julio de 1926 - 2 de noviembre de 2022) fue un brillante músico de tango: pianista, arreglador, compositor y director. De formación clásica, integró entre otras agrupaciones el famoso Octeto de Ástor Piazzolla. En 1952, cuando contaba con veintiséis años, formó su propia orquesta. Compuso las bandas musicales de importantes películas, entre ellas La historia oficial, que en 1985 obtuvo el Óscar a la mejor película extranjera.

Stampone se adjudicó el Premio Konex 1995. Además, fue presidente del Gran Jurado Premios Konex 2005 y 1985. A los 15 años debutó en la orquesta de Roberto Dimas. Fue pianista de Ástor Piazzolla, con quien creó el legendario Octeto de Buenos Aires. Integró la orquesta de Mariano Mores. En 1958 grabó con su grupo el primer long play para el público estadounidense. Inauguró, en 1964, el local Caño 14, lugar mítico en la historia del tango. En los ‘70 hizo una gira internacional con el disco “Concepto”. Realizó la banda musical de películas como “Un guapo del 900”, “La historia oficial” y “Tango bar”. En 1984 abrió el ciclo Mozarteum Argentino en el Teatro Colón. Desde 1985 fue elegido presidente de SADAIC. En 1995 actuó en Nueva York con Julio Bocca y el Ballet Argentino. En su obra se destacan: “Afiches”, “Con pan y cebolla”, “Desencanto”, “Aguatero”, “Cadícamo”, “Concertango”, “Fiesta de mi ciudad”, “Fiesta y milonga”, “Mocosa”, “Romance de tango” y “Un guapo del novecientos”. Es Ciudadano Ilustre de Buenos Aires.

Su afición musical comenzó desde muy pequeño. Su primer encuentro con el tango lo tuvo al ingresar al conjunto de su hermano mayor, Pepe Stampone. A los 15 años, en 1941, debuta profesionalmente en la Orquesta de Roberto Dimas. Al año siguiente pasa a integrar la agrupación de Pedro Maffia. En 1946, cuando Astor Piazzolla se desvincula de Aníbal Troilo y forma su propia agrupación, lo integra como pianista y allí permanece hasta que se disuelve este conjunto. Comienza entonces sus estudios con el maestro Vicente Scaramuzza. En 1949 ya es solista de la Orquesta de Mariano Mores. También integró el conjunto de Juan Carlos Cobián.

En 1950 obtiene una beca para estudiar en Italia, en el Conservatorio Santa Cecilia de Roma, con el maestro Carlos Zecchi. Una vez allí, y junto a un grupo de músicos argentinos, realiza una gira que se prolonga por dos años, por Italia, Francia, Grecia, Egipto, Siria, Líbano y Turquía. Regresa a Buenos Aires en 1953 y forma el rubro orquestal “Atilio Stampone – Leopoldo Federico”. En ese momento, Astor Piazzolla lo llama nuevamente para integrar el legendario "Octeto Buenos Aires".

Continúa con sus estudios de armonía, composición, fuga, contrapunto, dirección orquestal y dodecafonismo (estudios que aún no deja de actualizar permanentemente) con los maestros Julián Bautista y Teodoro Fuchs. Forma su primera orquesta, al frente de la cual graba, en 1958, su primer Long Play, que, curiosamente, no lo realiza para el público argentino, sino para la firma "Audio Fidelity" de New York.

En 1960 ofrece una serie de recitales en el Aula Magna de la Facultad de Medicina de Buenos Aires a partir de la cual su carrera es una interminable sucesión de logros y éxitos. Gran estudioso del jazz, admira a Oscar Peterson y Bill Evans. Entre los clásicos, prefiere a Ravel, Beethoven, Chopin.

En 1964 inaugura el local nocturno “Caño 14”, que más tarde se transformará en un lugar mítico en la historia del tango.

A principios de 1970 se edita su disco titulado “Concepto”, un punto de inflexión en su carrera. En 1974 emprende una gira por Rusia, Alemania, Suiza, Polonia y Checoslovaquia durante seis meses. Realiza con igual éxito giras por Brasil y Colombia.

En su carácter de compositor incursionó también en el cine, realizando la banda musical de "Un Guapo del 900" y "La Mano en la Trampa", de Leopoldo Torre Nilsson, haciéndose acreedor por ésta última al Premio de la "Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina". Graba su quinto L.P., "Vivencias", para Microfón Argentina. Del 16 al 20 de julio de 1981, se estrena "Tango", con coreografía de Oscar Araiz y los integrantes de "Le Ballet Du Grand Theatre de Genéve", con música de tangos tradicionales argentinos y temas originales de Atilio Stampone.

En 1984, en función inaugural del ciclo del Mozarteum Argentino, se presentó en el Teatro Colón. Durante el mismo año (sólo el grupo musical) realiza una gira nacional que abarca también varios meses del año siguiente.

En el año 1985, toma posesión del cargo de presidente de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (S.A.D.A.I.C.).

Entre otras creaciones, es el autor de la música de la película "La Historia Oficial", ganadora del Oscar de la Academia de Cine de Hollywood, Estados Unidos, a la mejor película extranjera. Dentro del contexto mayor de las Fiestas de "San Isidro 87", el 14 de mayo se estrenó en el Teatro Real de Madrid, España, el espectáculo "Tango en Concierto". Debido al gran éxito en Madrid, se estrena también en la Argentina, precisamente en Mar del Plata, con la Orquesta Sinfónica de dicha ciudad.

En 1989 compone la música para la obra teatral "Discepolín", referida a la vida de un grande del tango: Enrique Santos Discépolo. Este mismo año, musicaliza el film "Tango Bar" (co-producción de Puerto Rico y Argentina).

En 1995 realiza en el New York City de Nueva York, un espectáculo de tango con Julio Bocca y su Ballet Argentino.

En 1996, también con Julio Bocca, emprende con gran éxito una gira que abarca Italia, España, Israel y Egipto.

En el año 1997, en el estadio Luna Park, Julio Bocca estrena su obra "Concertango", con coreografía de Ana Stekelman.

En el mes de julio de 2000, la Secretaría de Cultura de la Nación lo designa director de la Orquesta Nacional de Música Argentina "Juan de Dios Filiberto".

Dentro de su obra se destacan “Afiches”, “Con pan y cebolla”, “De Homero a Homero”, “Desencanto” (todos con letra de Homero Expósito), “Aguatero”, “Cadícamo” (letra de Atilio Bugatti), “Ciudadano”, “Concertango”, “El Nino”, “El Tapir”, “Fiesta de mi ciudad” (milonga con letra de Andrés Lizarraga), “Fiesta y milonga” (milonga con letra de Eladia Blázquez), “Impar”, “Mi amigo Cholo” (letra de Albino Gómez), “Mocosa” (letra de Andrés Lizarraga), “Para violín y piano”, “Romance de tango” y “Un guapo del novecientos”.

Hace algunos años, en una entrevista que concedió a Eduardo Slusarczuk, de Clarín, el periodista le pidió que hablara sobre los autores. Y Atilio se explayó: “Creo que la última gran compositora fue Eladia Blázquez. No aparecieron después tipos con el talento de Homero Expósito. ¿Sabés cómo escribió la letra de “Afiches”? El tenía un bulín enfrente de mi casa, en Carlos Calvo y Catamarca, y venía a comer porque no tenía espacio, mientras yo me levantaba y tocaba la frase de “cruel en el cartel”. Después, él se iba a jugar a las cartas, al bar de la esquina. Un día sonó el teléfono, escuché su voz de vino tinto: Escribí -dijo-: “Cruel en el cartel…” y siguió: “Ahora sentate al piano y fíjate si esta letra con esa melodía que ya me tiene podrido y que no me deja con tu vieja”. Empecé, nota por nota, y me fui al bar, donde estaban jugando al codillo. Le dije: “Mimo, no hay que cambiar nada”. “Ya lo sé”, respondió. Me iba a ir, y me frenó: “Che, boludo, el Si que hacés en la segunda parte es bemol, no natural”. Con toda la bronca, fui, lo probé, y tenía razón él. Mirá como escribió la letra. De esos tipos, no aparecieron más”.  


UNA ANÉCDOTA CON BILL EVANS


 

El periodista Eduardo Slusarczuk, en esa charla mencionada, le preguntó qué música solía escuchar. Y Atilio, contestó con rapidez: “Bill Evans. ¿Escuchaste el disco que grabó con Tony Bennett? No sabés a quién de los dos prestarle atención. En 1979 lo trajo un representante que era amigo mío. Como sabía que yo era fanático suyo, me avisó, y lo fui a esperar al aeropuerto. Lo tuve conmigo un sábado entero. Lo saqué a comer, y vino a “Caño 14”. Estábamos en plena época de los milicos, y el tipo no paraba de pedirme cocaína. “¡Sharap! (sic), que vamos en cana”, le decía. El tipo se creía que estábamos en Nueva York. A la mañana siguiente, en el Gran Rex, pasó por delante de mí y no me reconoció. La falopa lo trató mal. Pero, esos acordes que tocaba, ¿de dónde los sacaba? Debo confesar que también le afané bastante a Evans”.    


Bibliografía: Fundación Konex


 

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