jueves 4 de septiembre de 2025

NACIONALES | 9 ago. 2023

sin AUTOR INTELECTUAL

Prescribió el caso por el triple crimen de General Rodríguez

Se cumplieron 15 años del secuestro y homicidio de Sebastián Forza, Leopoldo Bina y Damián Ferrón.


Tras quince años del triple crimen de General Rodriguez, el secuestro y homicidio de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, que develó el oscuro vínculo entre la mafia de los medicamentos, el financiamiento político y el tráfico de efedrina, la causa se cerró sin que se conociera quién ordenó ejecutarlos.

La ley establece como tope para la prescripción de la acción penal para este tipo de delitos los 15 años, que se comenzaron a contar desde que aquel 7 de agosto de 2008 cuando empezó la pesadilla para las víctimas. Con la causa prescripta para nuevos imputados, la jueza federal María Servini ya no podrá detener, indagar ni elevar a juicio a ninguna persona que hasta el momento no haya sido imputada en el expediente, indicaron fuentes judiciales. Las hipótesis del expediente incluyeron desde los intereses políticos hasta los agentes de inteligencia y de la DEA norteamericana, mezclados con el negocio de los cárteles internacionales de narcotráfico.

El principal sospechoso era el empresario Ibar Pérez Corradi, pero la jueza le dictó la falta de mérito en abril del 2021. En diciembre de 2012, los hermanos Lanatta y los hermanos Schillaci fueron condenados a prisión perpetua como partícipes necesarios de “privación ilegítima de la libertad y triple homicidio agravado con ensañamiento, y alevosía”. Y entre los últimos días de diciembre de 2015 y los primeros de enero de 2016, tres de esos condenados protagonizaron una fuga de película de la cárcel bonaerense de General Alvear y tras un sangriento raid fueron recapturados en Santa Fe. En febrero de 2016, la causa del triple crimen pasó a la justicia federal y quedó a cargo de la jueza federal Servini, quien ya investigaba una megacausa por tráfico de efedrina.

“A pesar de que no alcanza, después de 15 años se hizo todo lo posible para trabajar y poder investigar quiénes fueron los autores intelectuales y también qué otros partícipes del hecho hubo, porque los hermanos (Martín y Cristian) Lanatta y (Víctor y Marcelo) Schillaci están condenados como eso, como partícipes necesarios, pero no sabemos quién los ejecutó ni en qué lugar preciso”, dijo a Telam Diego Ferrón, hermano de una de las víctimas.

El crimen

El 7 de agosto de 2008, Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina fueron hasta un hipermercado en Sarandí, partido de Avellaneda. Estaban por cerrar un “negocio” que prometía dejarles mucha plata. Justo tres semanas antes había explotado una casa de Ingeniero Maschwitz donde funcionaba un laboratorio clandestino de efedrina. Así, uno de los principales proveedores de esa droga a los carteles de México, Luis Tarzia, quedaba detenido.

Pero después de ir a esa reunión, Forza, Ferrón y Bina desaparecieron. Sus celulares quedaron desactivados. Recién se supo de ellos el 13 de agosto, cuando sus cadáveres aparecieron en un zanjón de General Rodríguez. Tenían signos de haber sido torturados durante horas y asesinado a tiros. Mas tarde se comprobó que sus cuerpos fueron sido mantenidos en un freezer hasta ser descartados.

El crimen rozó a la política: es que Forza estaba vinculado a los negocios develados en la causa por la mafia de los medicamentos y porque aportó dinero a la campaña presidencial de Cristina Kirchner en 2007.

La Justicia de Mercedes entendió que los hermanos Martín y Cristian Lanatta y Víctor y Marcelo Schillaci eran los responsables de privación ilegal de la libertad agravada y triple homicidio agravado por ensañamiento y alevosía. Los condenó a perpetua.

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