

La política de ajuste y la obsesión por el déficit cero a cualquier costo, sigue cobrando víctimas. A las dependencias públicas que cerraron, y los miles de trabajadores que quedaron en la calle,el choque de la formación del San Martín de la semana pasada, y que dejó sin servicio además de los trenes locales a las formaciones de larga distancia que unen Justo Daract- Junín con Retiro, fue un aviso que esa idea camina por el filo de la navaja y con los argentinos a merced de la motosierra sin piedad por nada y por nadie.
Uno de los primeros en levantar la voz tras el siniestro ferroviario fue el ex Ministro de Transportes de la Nación, Alexis Guerrera quien aseguró que “claramente esto puede pasar en cualquier momento en la provincia de Buenos Aires.” El actual diputado provincial sostuvo que el choque de trenes que dejó unos 90 heridos y 55 hospitalizadospor un fallo en el sistema de señalización podría ser la antesala del desastre. “Si el ajuste incluye no reponer algo básico como son los cables de señalización esto se va a repetir”, indicó.
El presidente de Trenes Argentinos Operaciones había pedido fondos de manera urgente ante del deterioro del sistema ferroviario una semana antes del accidente. Advirtió que no recibirlo implicaría una "postergación afectaría parámetros de calidad y mitigación de riesgos en los servicios".
Estos inconvenientes, aseguró, no son patrimonio de esta gestión y ocurren permanentemente a raíz del deterioro de los cables o el robo del cableado, pero hay que prepararse para la contingencia. “Durante nuestra gestión teníamos stockeado mucho cable para reponer ante las alertas de robos porque esto pasa constantemente, y sabemos queel sistema hace diez días que no funciona” aseguró.
El pintense advirtió que cuenta con información de que no se están efectivizando las compras de los repuestos para los vagones, locomotoras, material de vías y aparatos para el mantenimiento del trazado del ferrocarril.“Si continúa sin mantenerse la infraestructura ferroviaria vamos a empezar a tener incidentes de estas características que no necesariamente responden a fallas humanas”, remarca el ex ministro.
Consultado sobre si encuentra una similitud con lo sucedido durante los años noventa que llevó a socavar el servicio de trenes y fomentar una privatización de los ferrocarriles, Guerrera dijo que puede haber un “emparentamiento” en la lógica de “hacer que las empresas públicas funcionen peor”. Pero aclaró: “Me cuesta creer que gente del Gobierno nacional esté poniendo en riesgo las vidas de sus ciudadanos, o incluso su libertad, porque estas situaciones derivan en juicios como la tragedia de Once”.
Después del choque de trenes en la línea San Martín que se produjo el viernes en Palermo, el Gobierno nacional declaró la emergencia ferroviaria. Eso le permitirá disponer de la administración de fondos para afrontar contingencias como las que sufrieron algunas líneas en los últimos meses, por ejemplo con el robo de cables o los daños en la infraestructura.
Por la falta de fondos se complicó el arreglo del material rodante, se frenaron licitaciones como la que iba a servir para renovar locomotoras en el San Martín y se paralizó la compra de insumos e incluso la contratación de servicios médicos.
Recorte del 60%
La falta de inversión crónica en el sistema ferroviario por parte de Trenes Argentinos, empresa que hoy funciona bajo la órbita del Ministerio de Economía que conduce Luis Caputo, se refleja en que las transferencias del Tesoro a las empresas ferroviarias públicas tuvieron un recorte del 60% en los primeros cuatro meses de 2024, respecto del mismo período del año anterior, según el análisis presupuestario realizado por el área de Justicia Fiscal de la organización no gubernamental Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ).
La sociedad estatal que soportó el mayor ajuste en la gestión de Javier Milei fue la Administración de Infraestructuras Ferroviarias, con un 92% de reducción. Y, entre otras obras pendientes, está una licitación para la electrificación de la línea San Martín con un préstamo del BID, anunciada en 2017, que sigue sin adjudicación.
Trenes Argentinos actualmente es dirigida por Luis Adrián Luque, un ex concejal del Frente Renovador en San Miguel. Esa empresa que opera los trenes de pasajeros en el país estuvo dos meses sin autoridades por la demora de Milei en designar al reemplazante de Martín Marinucci, también integrante del partido fundado por Sergio Massa. Luque se desempeñaba, desde enero de 2002, como gerente de Asuntos Jurídicos de la Sociedad Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (SOFSE), que controla Trenes Argentinos.
Según publicó el portal LPO, el presidente de Trenes Argentinos Operaciones había pedido fondos de manera urgente ante del deterioro del sistema ferroviario una semana antes del accidente. Advirtió que no recibirlo “afectaría parámetros de calidad y mitigación de riesgos en los servicios".
En su carta, Luque pidió "arbitrar las acciones pertinentes para gestionar la asignación de fondos necesarios destinados a atender las obligaciones de gasto corriente y capital que garanticen el normal funcionamiento de los servicios a cargo de esta Operadora Ferroviaria, resguardando los estándares mínimos de seguridad operacional".
Luque recibió el 3 de mayo a las 20 horas un detallado informe que alertaba sobre los peligros que existían en el sistema ferroviario si Toto Caputo no habilitaba los fondos para reparaciones de las vías y formaciones.Alertado por el caos que podía avecinarse, Luque les envió una nota un día viernes a las 21.20, un horario en el que la mayoría de los funcionarios ya está fuera de su oficina. Allí pidió a sus superiores un aumento del 68% en los recursos que recibía Trenes Argentinos Operaciones.
El informe que puso en alerta a Luque llevaba la firma de Jorge Álvarez Holmberg y aclaraba que los fondos recibidos durante los primeros tres meses de gestión implicaban un ajuste del 75% respecto a 2023.
"Son todos temas urgentes, ya que los gastos corrientes impactan en el funcionamiento diario, mientras que los gastos de capital, alcanzan contrataciones de obras, o mantenimiento y puesta a punto de las formaciones, que ya se encuentran programadas y su postergación afectaría parámetros de calidad y mitigación de riesgos en los servicios que presta esta Sociedad del Estado", escribió Luque en su carta.
El Gobierno nacional declaró la emergencia ferroviaria. Eso le permitirá disponer de la administración de fondos para afrontar contingencias como las que sufrieron algunas líneas en los últimos meses, por ejemplo con el robo de cables o los daños en la infraestructura.
Con Duhalde, en emergencia
El sistema ya estuvo bajo declaración de emergencia. Durante el gobierno de Eduardo Duhalde, en 2002, también se la había aplicado y se mantuvo durante años. Lo hizo mediante el decreto 2075 que abarcó a todas las líneas que operaban en el ámbito metropolitano e incluso a los subterráneos de la Ciudad de Buenos Aires. El medio digital Enelsubte informó este lunes que, una semana antes del choque que dejó casi un centenar de heridos y la interrupción del servicio del San Martín entre Palermo y la cabecera Retiro, desde Trenes Argentinos habían alertado a sus superiores sobre los problemas de la línea debido a las restricciones presupuestarias.
El informe se remitió al presidente de Ferrocarriles Argentinos, Patricio Gilligan, a la Secretaría de Transporte que conduce el cordobés Franco Mogetta y también a Mauricio González Botto, funcionario de la Jefatura de Gabinete de la Nación que tiene a cargo el área donde se analiza la situación de cada una de las empresas estatales que el Gobierno tiene previsto dejar en manos privadas.
De acuerdo a esa nota, por la falta de fondos se complicó el arreglo del material rodante, se frenaron licitaciones como la que iba a servir para renovar locomotoras en el San Martín y se paralizó la compra de insumos e incluso la contratación de servicios médicos que iban a servir para atender a los pasajeros y a los empleados de servicios de seguridad en trenes y estaciones, entre otros.
En la Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (SOFSE) que se ocupa del mantenimiento y de las tareas de infraestructura hubo más de 100 despidos en marzo. SOFSE, con un recorte del 56%, fue una de las ramas de Ferrocarriles Argentinos más afectada. Es la empresa que tiene la mayor cantidad de empleados, 23.743, y la que debe garantizar el funcionamiento de las líneas de pasajeros. En 2023 tuvo un resultado negativo de $47.310 millones. Para este año, tiene previstas transferencias del Tesoro previstas por $336.000 millones, pero solo se ejecutó el 40% de este monto.
“Desde diciembre, se viene esmerilando el servicio de trenes en el conurbano de la provincia de Buenos Aires y peligran servicios en el interior”. Alexis Guerrera
El peligro de ajustar
“Cortar el mantenimiento del ferrocarril es como si en una casa cortaras el agua por cinco días o apagaras la heladera por diez días, ¿qué pasa?”, comparó Guerrera.
Para el ex ministro, la situación que viven los trenes se puede emparentar con lo vivido estos meses con las universidades nacionales y que derivó en una multitudinaria marcha a fines del mes de abril. “Es que los gastos de funcionamiento propio del trabajo diario para brindar un servicio requiere insumos”, sostuvo.
Este método que describe Guerrera respecto a practicar un constante mantenimiento a la infraestructura del ferrocarril no es una postura política o una visión sobre cómo se deben llevar adelante estas tareas. “El sistema ferroviario internacional tiene constante gente en las vías haciendo el control, tanto de las vías, como de los materiales y los recorridos”, explicó.
Por eso recomendó no continuar con el “dogmatismo de déficit cero” con el riesgo de volver a tener un incidente que, por esta vez, no tuvo que lamentar víctimas fatales.
A su vez, señaló que, desde diciembre, se viene esmerilando el servicio de trenes en el conurbano de la provincia de Buenos Aires y peligran servicios en el interior. En lo que respecta a los servicios que operan de lunes a viernes, las frecuencias se redujeron a un 70 por ciento de la capacidad, llevando la operatividad a lo que en la anterior gestión correspondía a un día sábado.
Los sábados el servicio se redujo de un 70 por ciento a un 50 por ciento, imitando la frecuencia que se presta los domingos.
Además, Guerrera resaltó que, durante su gestión, se recuperó el tren a Pehuajó. Estas últimas semanas, el intendente Pablo Zurro comenzó una campaña para evitar el cierre del ramal. Lo mismo empezó a hacerse en Mercedes, teniendo en cuenta que “muchos servicios corren riesgo de ser quitados”.
Durante el mes de abril también se conocieron testimonios de despidos de personal y, como aseguró el ex ministro, hubo suspensiones y falta de pago en los contratos para el mantenimiento del trazado del ferrocarril.
El choque fue una advertencia que es deseable sea tomada en cuenta con la gravedad e importancia que el sistema requiere, para que los argentinos viajen con seguridad, comodidad y sin tener que rezar al subir a un tren que precisa, antes que recortes, una política urgente de inversión.