viernes 25 de julio de 2025

NACIONALES | 30 may. 2024

Yogs, Shimy y Lechelita

La alimenticia que produce postres y lácteos Sancor, suspende a 550 trabajadoes

La recesión de Milei produjo un fenómeno inédito: ya no hay reemplazo de consumo ni migración, sino gente que decide recortar en un 20 por ciento la canasta básica. Eso puso al límite del quiebre a las empresas en general pero, en particular, a las que producen bienes y alimentos no esenciales.


Alimentos Refrigerados S.A. (ARSA) decidió suspender a 550 trabajadores de sus plantas de Buenos Aires y Córdoba por el derrumbe del consumo. ARSA, que fabrica yogures y postres para la láctea Sancor (de la marcas Yogs, Shimy y Lechelita), le comunicó la opción a la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera (ATILRA), que a la vez anunció un plan de lucha.

En paralelo, la empresa envió una nota a sus clientes y trabajadores especificando que "hay una gran caída del consumo en general, y de los productos que elabora nuestra compañía, en particular". Y agregó que "el contexto es sumamente dificil". Un asterisco que muchos piden mirar: durante el Gobierno de Macri, Sancor le vendió ARSA al grupo Vicentín, en sociedad con grupo BAF, dos de sus plantas y el uso de la marca. En aquellos años, la aceitera recibió cuantiosos favores y créditos, aún a sabiendas de su mala administración y quebrantos. No parece casualidad que, en marzo, ARSA abrió un concurso preventivo y hoy tiene a la crisis sumándole más crisis: como sólo producen postres y yogures y no tienen la leche para compensar el resto de las caídas, quedaron al borde del colapso.

"No se vende leche fluida, menos postres", relató otro dirigente del supermercadismo nacional. En la misma situación de no reemplazo hay otros bienes de la canasta básica, como bebidas gaseosas, cervezas y hasta yerba, productos que han bajado considerablemente el nivel de demanda. Lo particular de esta situación es que, en las crisis anteriores de consumo, como la de Macri, el gasto hogareño buscaba alternativas: comprar en mayoristas o en comercios chinos, o ir a segundas marcas. Hoy, los datos muestran que el gasto no va a ningún lado.

El último informe de Scentia, la consultora privada que mide desempeño del consumo en todos los canales, reflejó que en abril el gasto hogareño cayó parejo en todos los comercios. El consumo general se desplomó 13,8 por ciento interanual, con una baja del 15,3 en grandes supermercados, y del 12,2 en comercios barriales.

Si se comparan los datos con el rendimiento del consumo en abril del 2023, se encuentran datos jugosos: el primero es que en abril del 23, según Scentia, el consumo en hipermercados había crecido 9,4 por ciento contra mismo mes del 2022. Mientras que en los comercios barriales, la caída de abril del 23 había sido de 8,7 por ciento. Es decir, hoy hay un desplome de 12 puntos sobre una base que ya era muy mala. Por su parte, la caída también en hipermercados en abril del 24 versus abril del 23, muestra que no hay efecto reemplazo del consumo, ni búsqueda de locales más baratos. El año pasado sí lo había, porque aún con una inflación desatada, las promociones en los super sostenían muy altos lo niveles de consumo. "No es difícil de ver", explicó un mayorista a este diario, y agregó que "hay gente que no se da el gusto y que evita o recorta comidas básicas, por eso ves que caen las ventas en todos los canales".

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