

El 29 de junio de 1986 Argentina se consagró campeón del mundo por segunda vez. Con Maradona como máxima figura, el equipo de Bilardo venció 3-2 a Alemania en la final.
Muy poquitos pensaban que ese equipo que llegó flojito al Mundial, se podía quedar con el título tras su floja actuación en los partidos clasificatorios. Sin embargo, con Maradona liderando el juego del equipo, y Bilardo en el banco de suplentes, Argentina arrancó de menor a mayor y tuvo su premio.
En el debut, con goles de Jorge Valdano -2- y Oscar Ruggeri, la Selección venció 3-1 a Corea del Sur. Luego llegó el turno del empate 1-1 ante Italia, con un gran gol de Diego definiendo de una manera pocas veces vista. Y para cerrar la primera fase, llegó la victoria por 2 a 0 ante Bulgaria (Valdano y Burruchaga).
En octavos de final tocó el clásico rioplatense, Uruguay. Y a pesar del buen juego, sólo se pudo ganar 1-0 con gol de Pedro Pasculli. Poco a poco el equipo se iba consolidando un poco más.
En los cuartos de final, dos genialidades de Maradona (la mano de Dios y el mejor gol de todos los tiempos) hicieron vibrar a todo el país con el triunfo ante Inglaterra 2 a 1.
El premio máximo estaba a dos partidos. Otra vez Diego, con un doblete, hizo que Argentina venciera 2 a 0 a Bélgica para meterse en la final.
En el partido definitorio, Brown, Valdano y Burruchaga, con una memorable corrida, hicieron los goles argentinos para el triunfo 3 a 2 ante Alemania que le dieron a nuestro país el segundo título en los Mundiales.
Aquel 29 de junio, Bilardo paró a: Pumpido; Cuciuffo, Brown, Ruggeri; Olarticoechea, Giusti, Batista, Enrique, Burruchaga (ST 44' Trobbiani); Maradona y Valdano.
Alemania lo hizo con Toni Schumacher; Thomas Berthold, Dittmar Jacobs, Karl-Heinz Förster, Norbert Eder y Hans-Peter Briegel; Andreas Brehme, Lothar Matthäus y Félix Magath; Karl-Heinz Rummenigge y Klaus Allofs.
Desde el inicio del encuentro Argentina se hizo dueña de las acciones, comandada por Diego Maradona, y a los 23 minutos consiguió abrir el marcador a través de un cabezazo de José Luis Brown.
Diego fue marcado de manera rigurosa por Lothar Matthäus en el primer tiempo y por Karl Heinz Förster en el segundo. Eso le impidió sobresalir durante la mayor parte del partido como sí lo hizo durante todo el torneo, aunque su sola presencia era una preocupación constante para los germanos.
El equipo jugaba muy bien y a los diez minutos del segundo tiempo Valdano puso el 2-0; parecía que la copa ya estaba al alcance de la mano. Pero en apenas seis minutos, los alemanes consiguieron dos goles e igualaron el cotejo. El primero fue a los 29 por intermedio de Karl Rummenigge y el segundo lo anotó Rudi Völler a los 35.
Argentina se había relajado y lo estaba pagando muy caro. Pero Diego, a pesar de la fuerte marca alemana, frotó la lámpara y asistió magistralmente a Burruchaga. Este, tras una larga carrera, definió de derecha ante la salida de Toni Schumacher para poner 3-2 arriba a la Argentina a siete minutos del final.
La selección nacional, dirigida por Carlos Salvador Bilardo, había llegado muy cuestionada al Mundial pero se fue haciendo fuerte con el transcurrir de los encuentros y se terminó quedando con la Copa, su segundo título mundial.