

Por: Redacción Semanario de Junín
NOTA DE TAPA DE LA EDICIÓN IMPRESA Y EDICIÓN DIGITAL NÚMERO 416 DE SEMANARIO DE JUNÍN. CORRESPOONDE A LA SEMANA DEL 29 DE JUNIO AL 5 DE JULIO D 2024
En una semana en la cual se registró más frío en la Argentina que en Groenlandia, la economía acompañó el álgido clima y los nuevos datos del trimestre realmente preocupan para quienes deben ser respetuosos de la realidad, sin sostenerse en falsas promesas o relatos fantásticos.
La caída del PBI del 5,1 por ciento anual en el primer trimestre, es muestra evidente de los resultados del ajuste profundo y acelerado, generado en tan sólo seis meses.
El otro número estremecedor se relaciona con el desempleo “registrado” que subió al 7,7% provocando un incremento de dos puntos respecto al último dato que dejó Alberto Fernández.
Lo que se ve en las planillas a nivel nacional puede ser confirmado en las calles de Junín, aunque pueden sumarse otras contingencias negativas.
En primer lugar, no pueden determinarse efectivamente cuántos juninenses perdieron su empleo entre “registrados” y los que no lo son, siendo éstos últimos gran mayoría debido a una precarización que viene de lejos y que ningún gobierno ni ideología supo tener en cuenta, más allá de las declamaciones de justicia social y defensa de los trabajadores.
Por otra parte, el ajuste no se detuvo, por ende tampoco la caída del consumo; que seguramente será “acosada” por el impacto que tengan las tarifas por servicios principalmente electricidad y gas.
Los empleados públicos nacionales ya han empezado a decrecer en cuanto a número debido a la eliminación de organismos nacionales
BAJADA DE DATOS
Para entender la situación local, debe ahondarse entre dos sectores distintos pero igualmente afectados como lo son el público y el privado, calculando que entre ambos ya se han perdido más de un millar de puestos de trabajo, la mitad de ellos del sector de la construcción por la parálisis de la obra pública y también la privada, y el resto del comercio, no registrados, con retiro voluntario y demás.
En materia de estatales, se prevén dificultades en cuanto a mantener la calidad de los salarios para los trabajadores del Estado provinciales si es que el gobierno nacional sigue asfixiando a Axel Kicillof tras el no pago de la multimillonaria deuda pendiente.
Por su parte, los empleados públicos nacionales ya han empezado a decrecer en cuanto a número debido a la eliminación de organismos nacionales, desafectaciones hasta ahora mínimas y nulos nombramientos en las dependencias.
Tampoco resulta un dato que esta semana, la última antes de que comience julio, se dará una nueva tanda de renovaciones y ceses de contratos de la dotación de empleados de la Administración Pública Nacional (APN) y el Gobierno prevé seguir con su esquema de reducción de la planta a los fines de reducir el gasto fiscal, poniendo un número objetivo de 75.000 desplazados para fin de año, de los cuales ya lo hizo con unos 18.000 contratos.
Lamentablemente, el ámbito privado tampoco está de parabienes. Por el contrario, desde la Unión Industrial Argentina (UIA) vienen exhortando a la administración nacional a morigerar el daño respecto a lo que acontece con el ajuste actual y la hiper recesión, mientras que a futuro advierten que “la Ley Bases tiene que salir. Pero también pedimos igualdad de condiciones para la industria nacional. Cuidado: eso no significa privilegios, sino incentivos y condiciones equitativas para competir”.
Ahora bien, el indicador presente según el presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja es: “No hay que confundir a los sectores que detuvieron su caída con la aparición de brotes verdes”.
Por su parte, la industria pyme, según CAME cayó el 19% en mayo y las ventas minoristas acumularon una caída del 16,2% en los primeros cinco meses del año.
Lo que se ve en las planillas a nivel nacional puede ser confirmado en las calles de Junín, aunque pueden sumarse otras contingencias negativas
VAIVENES DEL DESEMPLEO
El desempleo en nuestro país, desde la recuperación de la democracia, ha tenido tantos vaivenes como la política y aunque suene como una chicana, podría afirmarse -en una rápida lectura- que fueron muchos de los políticos los que terminaron aferrándose a un cargo, tomando la responsabilidad otorgada por la ciudadanía como un empleo y perpetuándose en él a través de ciertas estratagemas que les otorgan las normas respectivas en una suerte de “yo me salvo”.
Pero volviendo al tema, es válido recordar que Raúl Alfonsín arrancó con un desempleo del 8%, que Carlos Menem bajó al 7% en 1992. Sin embargo y casualmente con políticas neoliberales y el “efecto Tequila” de 1995 ascendió al 17,5% en ese mismo año, aunque al dejar el gobierno en 1999 el riojano lo dejó en el 15%.
Fernando de la Rúa, mediante políticas erráticas alcanzó tener un desempleo del 19% hasta el estallido del 2001, cuando durante la gestión de Eduardo Duhalde alcanza el 19,7% en su mandato transicional.
Néstor Kirchner logró bajarlo para ubicarlo en alrededor del 7,9% entre 2005/07. Luego llegaría Cristina Fernández que logró mantenerlo entre el 8 y 10% hasta el 2015 que dejó su gobierno aunque con una particularidad que produjo un “quiebre” en las características del empleo en el país, con la aparición masiva de monotributistas o cuentapropistas que por tal situación pasaron a las filas de la precarización laboral sin vacaciones, aguinaldo y otros derechos cercenados respecto a los “registrados” aunque ambos se contabilizaban como “empleados”.
El regreso neoliberal con Mauricio Macri, llevaría el desempleo al 13,1% en 2019 y el gobierno de Arlberto Fernández lo bajaría al 6,9 en 2022 y al 5,7% tras el fin de mandato en 2023, claro está –como advertíamos más arriba- con una gran cantidad de “ocupados” en calidad de monotributo, incluido el “social”.
Igualmente a pesar de esa precarización, el gobierno de Javier Milei, lo acaba de hacer crecer el 7,7% cuando todavía queda mucho por desguazar.
Aún los que votaron a Milei todavía esperan una respuesta del “Estado”, que paradójicamente el actual presidente prometió demoler
SITUACIÓN EN JUNÍN
Nuestro distrito no es una isla, pero bien vale analizarlo en forma particular, si bien la incertidumbre y preocupación se advierte en todos lados.
De hecho, hasta el jefe de la bancada de la UCR bonaerense en el Senado provincial, Agustín Máspoli, chacabuquense representante de la Cuarta sección electoral, señaló hace unos días que “la caída del PBI es un dato duro porque implica caída del consumo y de la inversión” y añadió que “está situación trae aparejado desempleo: en lo que va del año y respecto al año anterior, aumentó entre un 6 y un 7%, que llevado a números implica miles y miles de familias que quedan afuera del sistema laboral formal”.
Concluyendo en que “el plan económico no puede ser el ajuste feroz que expulsa a la pobreza y al desempleo a miles de personas todos los días”.
Tal como advertíamos en Junín podrían contabilizarse hasta el momento, más de 1.000 despidos o vecinos que se quedaron sin empleo ya sea registrado o precario.
La cifra no puede fijarse en forma concreta debido a que el municipio no ha generado políticas ni a favor del empleo, ni otras que prevean la contención del desempleo, por ese mismo motivo tampoco posee un organismo que monitoree lo que ocurre en este importante sector de la economía, vital para el desarrollo territorial.
De todas maneras, que el intendente Pablo Petrecca se ocupara del empleo en Junín, sería un contrasentido porque ha sido (y sigue siéndolo) uno de los grandes generadores de la precarización laboral; primero por los sueldos miserables que se le paga a los trabajadores municipales y segundo porque con la creación y contratación de cooperativas de trabajo ha aumentado el número de “monotributistas” sin derechos y que son hasta naturalizados por aquellos dirigentes que alguna vez adhirieron a un movimiento que se llamó “peronista”.
Por eso mismo la “Oficina de Empleo” del gobierno de Junín, resulta un organismo contradictorio en su esencia con las políticas municipales ya que no es más que una usina que fomenta el relato petrequista marketinero, pero nada suma a la angustiante situación por la cual están pasando los juninenses que buscan trabajo.
Esto se comprueba ingresando a la página que tiene el municipio en internet, adonde los ofrecimientos de “empleo” son –en total- dos por parte de un hotel de campo (mantenimiento y cocinero), la oferta se completa con la de “soldado voluntario” (para ello deja un mail del ejército en nuestra ciudad) y el pedido de un agrimensor para trabajar en… la oficina de Catastro de la municipalidad.
De todas formas, no se trata sólo del fracaso de la oficina de empleo, que según el intendente “apuesta a emprendedores y capacitación”, sino de la pérdida de oportunidades y la carencia de políticas públicas municipales para el desarrollo de la ciudad y con ello la llegada de inversiones y trabajo.
Por ese motivo y aún visitando el sitio de puestos laborales “Bumeran”, se pueden observar sólo cinco posiciones para empleos en Junín. Una de gasista matriculado, un técnico en mantenimiento, atención al público en una entidad crediticia, un auxiliar administrativo y un enfermero/a.
La industria pyme, según CAME cayó el 19% en mayo y las ventas minoristas acumularon una caída del 16,2% en los primeros cinco meses del año
DESOLADOR
Un relevamiento realizado por SEMANARIO entre los comerciantes brindó un panorama preocupante y por cierto desolador.
Mientras algunos empresarios mantienen la esperanza de que la crisis sea revertida, otros comienzan a perderla. Los plazos que eran “veremos hasta fin de año”, se limitan a “veremos dentro de tres meses”.
La coincidencia es plena en la abrupta caída del consumo y hoy la preocupación mayor reside en el impacto futuro que tengan los aumentos de las tarifas de electricidad y gas en las ya magras o nulas utilidades del negocio y los nuevos contratos de alquiler.
Algunos de los propietarios de locales parecen estar entendiendo la situación, mientras otros son inflexibles y los inquilinos revisan alternativas.
Por una cuestión solidaria y otro poco por no invertir en una indemnización, se mantiene la plantilla con los “empleados de muchos años”, pero cada vez la necesidad de achicarse es mayor y los “nuevos” corren riesgo cierto de quedarse sin trabajo o ya les ha ocurrido.
Las ventas por internet también se desplomaron y el marketing digital no resiste a la motosierra. No se venden autos, pero tampoco clavos, los neumáticos se mantienen lisos y la VTV, patentes y hasta seguros, se dejan de lado o acumulan deudas.
Las tarjetas de crédito están explotadas y los bancos hacen su “agosto”, como siempre ocurre con las crisis y haciendo cumplir la resonada frase: “el banco te presta el paraguas cuando hay sol y te lo pide cuando llueve”.
Aún los que votaron a Milei todavía esperan una respuesta del “Estado”, que paradójicamente el actual presidente prometió demoler. Kicillof resiste al consumo con una cuenta DNI que aporta poco a los ingresos derrumbados, mientras que Petrecca y sus colaboradores “duermen la siesta” que ya lleva ocho años y medio en un Junín abandonado y al cual nunca hubo una preocupación política por dotarlo de atractivos de inversión que generaran trabajo.
Por el contrario, la ciudad se muestra abatida desde el corazón mismo como lo es la vieja terminal, desvencijada, sin calefacción con pasajeros ateridos de frío y sin poder comprar siquiera un paquete de pastillas; mientras la “Interminable”, como fue bautizada, se muestra como un monumento a la incapacidad de la gestión en el mismo ingreso a la ciudad y a la vista de todos los que pasan por la ruta internacional nro. 7.
Los funcionarios que no funcionan, no sólo no aprovecharon la oportunidad para inversiones en materia de salud cuando desde el macrismo y el gobierno de María Eugenia Vidal les ofreció el proyecto del clúster, a pesar que hoy día es el rubro que más empleos genera en Junín, a punto tal que una sola clínica es capaz de generar más medio millar de empleos directos. Imaginemos los indirectos.
Pero tampoco pusieron en valor el parque industrial a pesar de que lo llenaron de fotos y relatos fantasiosos y no se ven las inversiones del gobierno provincial para las mejoras.
Por el contrario, las huestes petrequistas quebraron al turismo local e involucraron a su dirigencia en una propaganda política inaudita, que terminó con el fiasco del 20% de ocupación en el último fin de semana a pesar de las falacias pseudo exitosas que se publicaron en las gacetillas municipales, las redes sociales y los medios de difusión amigos.
De todos modos, la responsabilidad no puede ser achacada sólo a un gobierno inepto, sino también al acompañamiento de una dirigencia, en algunos casos obsecuente, que ayudó y ayuda a transitar hacia el precipicio para que el resto, también se caiga.