Por: Redacción Semanario de Junín

EDITORIAL PUBLICADO EN LA EDICIÓN IMPRESA Y EDICIÓN DIGITAL Nº 421 DE SEMANARIO DE JUNÍN. CORRESPONDE A LA SEMANA DEL 3 AL 9 DE AGOSTO DE 2024.

Esta semana, en un artículo de opinión, el diputado radical Emiliano Yacobitti advirtió que si bien cambió la postura del gobierno nacional respecto al financiamiento educativo, esto no ocurrió en materia de sueldos, destacando que el mencionado cambio “no tuvo la correspondiente actualización de los salarios de los trabajadores docentes y no docentes” y que “si comparamos los salarios de noviembre de 2023 contra los de junio de 2024, la baja de su capacidad de compra alcanza el 45%”, siendo #el doble que el ajuste que recibió el resto de los empleados estatales”.

Motivo por el cual se preguntó: “¿Por qué el gobierno tiene este encono con ellos?”

Yacobitti es, además de legislador, vicerrector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), lo cual traza una línea similar a lo que ocurre con la diputada Danya Tavela en Junín respecto de la UNNOBA. Sin embargo la casa de altos estudios de la región no se ha manifestado por esta situación a pesar de que parte de su plantel percibe salarios miserables.

Tal como expresa en su nota el vicerrector de la UBA, “en marzo de este año las universidades públicas debieron lanzar una campaña para advertir que peligraba su funcionamiento si no se modificaba la partida de recursos asignados por el Estado nacional, ya que estaban funcionando con un presupuesto elaborado en septiembre de 2022.Las autoridades nacionales atacaban a las universidades públicas al calificarlas como centros de adoctrinamiento, mientras las desfinanciaba”.

Recordó además que “esto derivó en un conflicto, en el que la inmensa mayoría de la sociedad (entre el 80 y el 90% de ella, según todos los sondeos de opinión) mostró un repudio a las decisiones gubernamentales”.

Por aquel entonces en Junín, el rector de la UNNOBA Guillermo Tamarit, realizó una convocatoria a las organizaciones de la comunidad, pero el acto resultó de excesiva tibieza por parte de las autoridades académicas a punto tal que el anfitrión se retiró antes de tiempo, dejando a los invitadosboquiabiertos.

Según la escala salarial que publica la UNNOBA en su página web, los sueldos van desde el millón de pesos para un profesor titular con dedicación “exclusiva”, a un ayudante de primera que percibe pocomás de 500 mil con la misma dedicación.

Sin embargo, en el caso de la “dedicación simple” el salario de un profesor titular es de $ 250.152 y el del ayudante de segunda $ 112.005.

El vicerrector de la UBA se pregunta: ¿Cómo se puede avanzar, involucionando así? ¿Cómo podemos recuperar la igualdad social perdida con una estructura educativa que pierde calidad y masividad, a la vez?

Coincidimos desde estas páginas con el mismo interrogante, pero además advertimos una suerte de abandono por parte de sus pares hacia quienes están en el fondo de la escala salarial, denotando un silencio preocupante, casi cómplice, con este Estado maltratador de todo aquello que sea público.