LOCALES | 6 ago 2024
ARQUITECTURA
Una casa construida en Junín, reconocida a nivel internacional
La casa fue diseñada y construida por argentinos y reconocida con uno de los premios internacionales más importantes en el ámbito de las propiedades de lujo.
La Casa Orilla construida en Junín, proyecto del estudio de arquitectura Leone Loray recibió el reconocimiento en la categoría “La mejor residencia individual de lujo” (Best Luxury Single Residence) por el premio Luxury Lifestyle Awards.
El Luxury Lifestyle Awards es un premio global con sede en Nueva York que reconoce proyectos en una amplia gama de industrias alrededor del mundo: desde hoteles, hasta desarrolladores inmobiliarios, arquitectos y diseñadores. El jurado encargado de evaluar analizó a más de 10.000 propiedades y servicios en 400 categorías de 60 países; el resultado de ese trabajo fue un listado que funciona como directorio con los mejores productos y servicios relacionados con el lujo en el mundo.
Si bien por razones de seguridad y de intimidad no se proporcionaron datos como quién es el propietario ni dónde exactamente está ubicada, sólo se referenció que fue emplazada en las afueras de la ciudad.
"En Casa Orilla hicimos hincapié en entender la personalidad de los dueños de la casa y reflejarla en la arquitectura y el diseño”, señaló Juliana Virla, directora de interiorismo del estudio.
La casa se levantó en un espacio verde, que contaba con construcciones preexistentes y que suma 530 m² (sin tener en cuenta las construcciones exteriores de piletas).
“La premisa principal de la casa era la ruptura entre la división del interior y el exterior: buscamos potenciar la naturaleza y llevarla dentro de la vivienda. De ahí surge el nombre del proyecto, Casa Orilla, que refleja el límite entre el mar y la arena”, explicó Nadia Navarrete, directora de proyecto creativo. Para lograr esta idea en todo el diseño, la casa se levantó en una única planta en formato longitudinal, lo que permite que todos los espacios estén conectados con el exterior y que tengan una visual hacia un lado y otro del terreno.
En lugar de contar con una nave central, la casa se levanta en dos bloques, que tienen dos niveles (con una pequeña diferencia de tres escalones, pero que conforman una sola planta) que ayudan a distinguir la parte pública de la privada.
En el área externa de la casa, en ambas fachadas, se puede apreciar un sector de piletas de agua de borde infinito que genera amplitud y sensación de algo sin límites con el entorno, “que afirman aún más, que es una casa que vive tanto del interior hacia el exterior, como así también desde el exterior al interior”, explicó Virla.