OPINIÓN | 29 ago 2024
NOTA DE OPINIÓN
"Análisis de la Situación Laboral"
La calidad del empleo no muestra señales de mejora; de hecho, se observa un aumento preocupante en la informalidad laboral, un indicador que apunta a la creciente precariedad de las condiciones laborales.
Por: Dr. Fernando Burgos (*)
A partir de la última Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) publicada por el Ministerio de Capital Humano de la Nación correspondiente al mes de Junio de 2024, y en un análisis para la FUNDACIÓN CIUDAD ABIERTA, podemos asegurar, que la situación del empleo en Argentina continuó mostrando signos preocupantes, acentuando las dificultades ya observadas en los meses anteriores. A pesar de algunos intentos de estabilización, el panorama general sigue siendo desalentador, reflejando un mercado laboral que, lejos de recuperarse, sigue erosionándose lentamente.
El empleo privado registrado en empresas de más de 10 personas en los aglomerados urbanos del país volvió a mostrar una leve contracción, similar a la observada en los meses anteriores. Este descenso, aunque moderado, mantiene la tendencia negativa que se ha venido registrando desde noviembre de 2023, lo que sugiere una persistente debilidad en la capacidad de las empresas para generar nuevos puestos de trabajo. La calidad del empleo tampoco muestra señales de mejora; de hecho, se observa un aumento preocupante en la informalidad laboral, un indicador que apunta a la creciente precariedad de las condiciones laborales.
La inflación, aunque desacelerada en comparación con los picos de meses previos, sigue siendo una preocupación central. La moderación en el aumento de los precios de los alimentos y las bebidas permitió un alivio temporal en el costo de vida, pero otros rubros, como el de servicios y alquileres, mostraron incrementos que afectan a las familias de manera más persistente. Esta situación refleja una lucha constante entre la oferta y la demanda, donde los ajustes de precios intentan compensar la presión de los costos.
Comparado con los informes de abril y mayo, el informe de junio no trae buenas noticias. Aunque las cifras de contracción del empleo parecen haberse estabilizado, el hecho de que esta estabilización ocurra en niveles tan bajos y que no se evidencien signos de recuperación significativa, es un motivo de preocupación. La caída sostenida en sectores claves como la industria manufacturera y la construcción, que tradicionalmente han sido motores de creación de empleo, refuerza la visión pesimista sobre las perspectivas a corto plazo.
En resumen, Junio presenta un panorama de estabilidad frágil, donde los indicadores reflejan una economía que, aunque no muestra signos de crisis inmediata, tampoco logra despegar con fuerza. La persistencia de las presiones inflacionarias, la precariedad en el empleo y los desafíos en la producción y el comercio exterior sugieren que el camino hacia una recuperación sostenida aún tiene muchos obstáculos por superar. Estos resultados, en comparación con los meses anteriores, refuerzan la necesidad de políticas que fortalezcan la demanda interna y mejoren las condiciones estructurales del mercado laboral para lograr un crecimiento más inclusivo y sostenido.
(*) Dr. Fernando Burgos Abogado.
Especialista en Derecho Laboral