CULTURA | 27 oct 2024
FUE PREMIO KONEX 1985
“Las Morochas” se estremeció cuando tocaron Grela, Garello y Juárez
Hubo varios guitarristas que descollaron en la escena musical argentina, pero ninguno ha dejado en la gente tanguera el recuerdo que dejó este maestro de las seis cuerdas, cuyo apodo perdura en el tiempo, como perduran los elogios.
Por: Ismael A. Canaparo
Roberto León Grela (28 de junio de 1913 - 6 de septiembre de 1992), fue un guitarrista, director y compositor. Estudió mandolín y comenzó a tocar la guitarra a los 7 años. En 1930 debutó acompañando al cantor Roberto Maida y luego a Charlo, Osvaldo Cordó y Jorge Casal, entre otros. En 1952 participó en la puesta del sainete “El patio de la morocha” de Cátulo Castillo junto a Aníbal Troilo, Kicho Díaz y Edmundo Zaldívar, con quienes luego formó un cuarteto que actuó con gran éxito en distintas emisoras de radio y salas de baile. Junto a Troilo interpretó destacadas piezas como “Nunca tuvo novio”, “Mi refugio”, “Sobre el pucho”, “La cachila”, “Taconeando” y “Palomita blanca”, entre otras. En 1953 se unió con Leopoldo Federico al Cuarteto San Telmo y tocaron grandes éxitos como “Romance de barrio”, “Amigazo”, “Amurado” y “Tinta roja”. Compuso para “Tango”, espectáculo presentado en el Teatro Colón en 1964 junto a Aníbal Troilo, Enrique Francini, Horacio Salgán y Edmundo Rivero y para “Caño 14”.
“Para muchos (y me incluyo) fue el mayor guitarrista que ha dado el tango. En la historia del género hubo otros grandes ejecutantes que, a diferencia de Grela, estudiaron el instrumento y lograron mayores conocimientos musicales, como los casos de Mario Pardo, Horacio Pettorossi, José María Aguilar, Edmundo Rivero, Aníbal Arias u Osvaldo Avena. Pero él pertenecía al grupo de guitarristas que tocaban de oído, y que se fueron formando artísticamente en el trabajo cotidiano, perfeccionándose por su propio talento y por el contacto con otros músicos. Era del grupo de los autodidactas como: Guillermo Barbieri, Manuel Parada, Rafael Iriarte y Rosendo Pesoa”. (Néstor Pinsón).
Grela nació en el barrio de San Telmo (Cochabamba 773). Miembro de una familia de artistas populares, se inició en la música tocando un mandolín, siguiendo las huellas de sus tíos Octavio y Juan, quienes solían celebrar en el patio de su casa natal largas tertulias en compañía del famoso Manuel Parada.
Siempre a punta de pura intuición, trocó el mandolín por la guitarra; tenía entonces siete años de edad. Durante los diez siguientes, se fue fogueando en el cordal del instrumento al amparo de su admiración por los grandes ejecutantes del tiempo aquel y de su propio talento.
En 1930 despuntó su labor de profesional, acompañando al cantor Roberto Maida por LR3. Desde entonces y a través de veinte años, transformando paulatinamente las formas elementales del acompañamiento tradicional imperantes hasta su advenimiento, secundó la tarea vocal de Charlo —con quien actuó también en Montevideo en el cine “Justicia”—, Fernando Díaz, Alberto Serna, Osvaldo Cordó, Jorge Casal y otras muchas figuras en discos, radiotelefonía, teatros, locales nocturnos y televisión.
En 1952, al programarse la puesta en escena de El Patio de la Morocha en el Teatro Enrique Santos Discépolo, fue requerido por Troilo para dar marco en escena, a su bandoneón. Con el agregado de "Kicho" Díaz (bajo) y de Edmundo Zaldívar (h.) (guitarrón) quedó constituido el desde entonces popular y calificado cuarteto, con el cual tomó parte en audiciones por Radio Municipal, canales de TV y en el concierto ofrecido durante 1963 en el Estudio Auditorio del SODRE, en Montevideo. Simultáneamente con su labor en dicho conjunto integró en 1953 con Pichuco, Francini, Salgán y Díaz un quinteto de ases para el homenaje recordatorio a Juan Carlos Cobián y creó y dirigió su agrupación de cuerdas, con Ernesto Báez, Roberto Lainez y Eugenio Pro, como principales colaboradores, grabando para T.K. En 1961 fue llamado por la casa Columbia para poner nuevo acompañamiento a cuatro estilos criollos grabados por Carlos Gardel en 1913, complejo, sutil y delicado cometido que realizó con maestría.
En 1964 encabezó juntamente con Rivero, Salgán, Francini, Berlingieri, Ciriaco Ortiz y otros, el espectáculo “Tango” representado en el Teatro Colón con Troilo como figura central. Y a partir de 1966 en Caño 14 de la calle Uruguay, y discos Columbia y Music-Hall, prestigió el cuarteto “San Telmo” juntamente con Leopoldo Federico.
En 1974 integró junto a María Cristina Laurenz, Raúl Garello y Horacio Ferrer, “La Trova Porteña”, en “El Gallo Cojo” de San Telmo. Además de sus composiciones ya citadas, dio a conocer los tangos “Color gris”, “Amarga despedida”, “De punta y taco” y el vals “Bendito”, con Horacio Ferrer, “Mí zambita rea”, y con éste y con Raúl Garello, “Celedonio Becquer”, “Danzón de la chiflada”, “Tristería” y “Serenata a mi guitarra”, entre otras.
Grela fue el mayor guitarrista del tango en su género. Heredero y continuador aventajado de la línea de ejecutantes, que animada por Manuel Parada, Oscar Alemán, Rosendo Pesoa, Rafael Iriarte y otros, promovió la jerarquización de la guitarra en la interpretación de la música popular rioplatense.
Artista de sensibilidad exquisita y rara capacidad musical, asimiló a su instrumento el fraseo brillante y ligado de la tradición bandoneonística, imprimiéndole un sello inconfundible. Pulsando sus cuerdas con púa de carey, obtuvo una sonoridad diferente —menos pura acaso que la del timbre natural del instrumento, pero magníficamente musical de todos modos— bien manifiesta en las refinadas versiones de su propio conjunto—: “El baqueano”, “Corrales viejos”, “A San Telmo”, “Margarita Gauthier” (grabadas para el sello T.K. y en sus realizaciones con Aníbal Troilo). Suponen éstas, sobre la base de un pleno y sustantivo entendimiento musical y temperamental, una desconocida dimensión en el tango de tipo intimista, con la acertada inclusión de guitarrón y de contrabajo como voces de apoyo.
Creaciones auténticas son “La cachila”, “A Pedro Maffia”, “Taconeando”, “A la Guardia Nueva”, “El abrojito” (discos T.K.) y “Madame Ivonne”, “Maipo”, “Ivette”, “Mi noche triste” y “La maleva” (discos Víctor), donde se alternan los pasajes de punteo en las cuerdas tiples con la expresión más apagada, intensa y profunda de los bordoneos.
En una tesitura más propensa a la exposición preciosista y más briosa en su tratamiento interpretativo, son por igual bien representativas de su sensibilidad las versiones de la “Guardia Vieja” —auténtico "capo lavoro"—, “De vuelta al bulín”, “Griseta”, “Yo te bendigo”, el vals “Un momento”, la Selección de tangos de Astor Piazzolla, realizadas con Leopoldo Federico, y “Bien nuestro y Ausencia”, acompañado por la orquesta de Carlos García.
Compositor de repertorio reducido pero muy selecto dio a conocer en sucesivas instancias de su carrera, “Las cuarenta” —su mayor suceso—, “Callejón” y “Viejo baldío”, dos tangos de muy sentida línea melódica, “Canción Triste”, de gran belleza, y los tangos de corte milonga, como “Minguito Tinguitella”, “Bien nuestro” y “A San Telmo”, obras del más genuino clasicismo milonguero.
JUNTOS FUERON UN DELEITE DE TANGO
En la inauguración de su Café Concert, en su nueva sede de calle Almirante Brown 273, el Club Argentino presentó a tres figuras de renombre en el firmamento tanguero: el chacabuquense Raúl Garello, en bandoneón, y el porteño Roberto Grela, acompañando a la voz del cordobés Rubén Juárez. Tres protagonistas de lujo del dos por cuatro, en una velada de alto vuelo.
Una gran cantidad de público se acercó al gimnasio de Las Morocha, en virtud de la calidad de la propuesta. Juárez, entre otros temas, cantó “Toda mi vida”, “Mi noche triste” y “Como dos extraños”, generando aplausos y ovaciones. Lo mismo ocurrió cuando Garello y Grela se largaron en solitario a tocar instrumentales, como “Organito de la tarde”, “Gallo ciego”, “Inspiración”, “Corazón de oro”, “A San Telmo”, “Ilusión de mi vida” y “Julián”.
Lo cierto es que los tres llegaron a Junín en su mejor momento. Por entonces, Juárez tenía 28 años; Garello, 39 y Grela, 62. Si uno pudiera soñar y volver a presentar a estos tres monstruos, ¿cuánto costaría una platea?