domingo 18 de mayo de 2025

NACIONALES | 15 dic 2024

MEDIO AMBIENTE

Recuperar médanos y dunas, proteger playas, contener el mar

Mientras el presidente libertario sigue adelante con su cruzada, y toma medidas como retiro de la Cancillería de la Conferencia de Cambio Climático, el municipio de la Costa y la ministra de Ambiente bonaerense Daniela Vilar están preocupados por los efectos del calentamiento. Hay planes en marcha para reponer los médanos porque el nivel del mar subió entre 15 y 20 centímetros.


Por: Redacción Semanario

Semanas atrás, Javier Milei dio la orden de retirar a la delegación argentina de Cancillería de la 29 Conferencia de Cambio Climático de Naciones Unidas (COP29). No es una novedad. El Presidente de la Nación manifestó en reiteradas ocasiones que el cambio climático no se debe a la actividad humana, sino a un “ciclo” del planeta.

Economista de profesión, Milei, quien se presenta como “especialista en generar riquezas con y sin dinero”, aseguró hace meses que “existe un ciclo de temperaturas en la historia de la Tierra y este es el quinto punto del ciclo, pero la diferencia con los cuatro anteriores es que en esos no estaban los seres humanos y, por lo tanto, todas las políticas que culpan al ser humano del cambio climático son falsas y solo buscan recaudar fondos para financiar a vagos socialistas que escriben papers de cuarta”.

En Santa Teresita realizan la reconstitución de médanos con una protección de “colchonetas de piedra” con el objetivo de afirmar los médanos

Mientras el presidente libertario sigue adelante con su cruzada, y toma medidas como retiro de la Cancillería de la Conferencia de Cambio Climático, el municipio de la Costa y la ministra de Ambiente Daniela Vilar están preocupados por los efectos del calentamiento. Hay planes en marcha para reponer los médanos porque el nivel del mar subió entre 15. 20 centímetros.

Por eso, desde el Partido de La Costa tomaron nota de este cuadro de situación y lanzaron el Plan de Preservación y Restauración del Frente Marítimo, un paquete de obras para, entre otros objetivos, recuperar médanos y dunas que vuelvan a proteger las playas bonaerenses.

El distrito gobernado por Juan De Jesús comenzó una serie de tareas sobre los 120 kilómetros que componen la costa del municipio. La supervisión de los trabajos está a cargo del ingeniero Eduardo Kreimer, que lleva décadas involucrado en obras sobre la costa. Por, sobre todo, hace un reconocimiento y valora la decisión del intendente de remediar esta condición: “Hubo muchas décadas de desconocimiento”.

Y entre los problemas, enuncia uno que también se dio en Junín. La ocupación de espacios que debieran haber quedado reservados a otro fin. “Se permitieron construcciones particulares donde no se debería haber permitido o hay situaciones como las de Mar del Tuyú, donde es hermoso pasear en auto y ver el mar, pero donde está esa costanera ancha antes había un médano”, subraya Kreimer.

La Municipalidad hizo un relevamiento del estado de la costa y determinó los lugares más críticos. Entre ellos, el sector entre las calles 39 y 40 en la localidad de Santa Teresita, un espacio donde se ubica una de las tomas de agua de la ciudad y el monumento turístico La Carabela.

Si no hay médano, el mar saca la arena de la playa y baja el nivel de la playa, porque se afecta el equilibrio dinámico de la costa

Allí, explica el ingeniero, se está realizando la reconstitución de médanos con una protección de “colchonetas de piedra” que irá por debajo de la superficie con el objetivo de afirmarlo. Además, se colocará arena compactada con un tejido geotextil que colabore en la resistencia del médano a la erosión del mar.

“El médano existe porque es un repositorio natural de arena”, apunta Kreimer. “Cuando hay una tormenta, el mar toma más arena, va hacia el fondo, y luego vuelve a la playa con el propio mar y ahí el viento la vuelve a llevar a los médanos, pero si no hay médano, el mar saca la arena de la playa y baja el nivel de la playa, porque se afecta el equilibrio dinámico de la costa”, detalla.

En los últimos años, el nivel del mar aumentó entre 15 y 20 centímetros. “Con una pendiente de 1 en 50, 10 centímetros son 5 metros de corrimiento”, advierte.

Efectivamente, Vilar subraya que “la temperatura global ya superó la media de 1,1 grados por encima de los niveles preindustriales y sabemos que durante el siglo XXI se producirá un calentamiento global de entre 1,5 y 2 °C a menos que se reduzcan considerablemente las emisiones de gases de efecto invernadero”.

¿Las consecuencias? “De acuerdo a estudios recientes, con un aumento de la temperatura de 1,5 grados se verían impactados sectores como el Delta del Paraná, los humedales costeros de Berisso y Ensenada, gran parte de la Bahía de Samborombón y las islas de la ría de Bahía Blanca, solo por mencionar algunos casos”, indica la ministra.

Y, sobre la situación de la costa bonaerense es clara: “Con un escenario de un aumento de 2 grados que, insisto, es probable, la mayor parte de los ambientes costeros de la provincia de Buenos Aires serán afectados y desaparecerán parcialmente por el aumento del nivel del mar”.

De seguir aumentando la temperatura global, los ambientes costeros de la provincia de Buenos Aires corren riesgo de desaparecer

“El Plan de manejo costero integrado junto a los municipios del litoral atlántico para dar respuesta a las problemáticas comunes que manifiestan los gobiernos locales, una propuesta que se enmarca en el proceso para desarrollar la Estrategia Federal de Manejo Costero Integrado (EF-MCI)”, detalla la ministra.

Por eso, Vilar pone sobre la mesa que “para planificar y llevar adelante políticas públicas en necesario partir de diagnósticos precisos basados en conocimiento científico y en las necesidades de cada comunidad”.

Explica que hay mucha información sobre el impacto del cambio climático en la costa, pero señala, ante todo, que uno de los principales factores de presión sobre nuestras costas es el cambio en el uso del suelo, impulsado principalmente por la expansión urbana y la modificación del entorno. “El crecimiento de las ciudades, la industrialización, la actividad portuaria y el turismo intensificaron este proceso, a lo que se suma la degradación de los ecosistemas a través de, por ejemplo, la fijación de médanos con especies exóticas, así como la erosión costera influenciada por diversas causas antropogénicas”, indica.

En este sentido, Kreimer resalta que muchas zonas están afectadas en igual o peor estado que cuando comenzó con sus primeras obras en el municipio en la década de los años ochenta y los noventa. “Recién ahora se han podido demoler cerca de catorce propiedades en un estado crítico, casas que habían quedado en la playa por el avance del mar”, destaca.

Para Vilar, es “fundamental que movilicemos un cambio de paradigma y que los gobiernos locales se sumen con sus propias acciones”.

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