

La Fraternidad paralizará nuevamente el servicio de trenes: tras vencer la conciliación obligatoria y ante la falta de acuerdo con Ferrocarriles Argentinos, el sindicato que agrupa a los conductores de locomotoras decidió este mediodía un paro nacional que tendrá lugar el 28 de enero en reclamo de una recomposición salarial.
En representación de La Fraternidad participaron Omar Maturano (Secretario General), Ariel Coria (Secretario Adjunto) y Sebastián Maturano (Secretario Gremial e Interior). Por el sector empresario estuvieron presentes representantes legales de las principales compañías ferroviarias, como Ferrocarriles Argentinos (FASE), Operadora Ferroviaria (SOFSE), Belgrano Cargas y Logística, Metrovías y Ferrovías.
La decisión fue adoptada por el gremio liderado por Omar Maturano durante una reunión de su consejo directivo, en un agravamiento del conflicto que mantiene para lograr un aumento y que, una vez más, derivará en una medida de fuerza que causará trastornos a miles de usuarios de los trenes.
El paro se llevará adelante el próximo martes, entre las 9 y las 17, y afectará todos los servicios ferroviarios del país.
En la frustrada audiencia de este lunes, las autoridades de Ferrocarriles desecharon nuevamente la propuesta de recomposición salarial propuesta por el sindicato liderado por Omar Maturano, que consiste en el pago de una canasta básica alimentaria equivalente al 10% del salario de los trabajadores, de alrededor de 153 mil pesos, en compensación por el desfase inflacionario que viene desde septiembre pasado.
Maturano es uno de los dirigentes que mantiene la postura más intransigente ante el Gobierno y se viene desmarcando de los otros sindicatos ferroviarios con sus reclamos salariales y medidas de fuerza.
El último paro nacional de 24 horas se había anunciado para el 18 de diciembre último, pero finalmente dieron marcha atrás porque la Secretaría de Trabajo dictó la conciliación obligatoria, que obliga a las partes en conflicto a negociar y a retrotraer las medidas que entorpezcan las tratativas.
Las negociaciones de La Fraternidad son otro test para la pauta salarial de la administración de Javier Milei, que no solo trata de encarrilar los incrementos dentro de la pauta del 1% mensual, sino que también presiona a gremialistas y empresarios para reformular convenios firmados bajo la amenaza de no homologarlos y así quitarles la obligatoriedad del pago a todos los trabajadores de una actividad.