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A más de tres años de haber sido condenado a 12 años de prisión por doble abuso sexual agravado, Lautaro Teruel regresó a su casa, en el marco de una internación domiciliaria que dispuso una Junta Médica del Servicio Penitenciario de Salta a raíz del complicado cuadro de salud que presentaba por la inflamación del dedo gordo de su pie izquierdo.
En este contexto, el abogado del imputado, Juan Casabella Dávalos aclaró que su defendido no cumple su sentencia bajo prisión domiciliaria, luego de que la Fiscalía Penal 1 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual apelara la resolución del pasado 15 de enero.
“Por la uña encarnada, en los baños -del penal- contrajo un germen intrahospitalario que se alojó en el hueso del dedo mayor del pie izquierdo. Se le inflamó todo el pie y no podía caminar”, explicó el Casabella Dávalos, en diálogo con este medio.
El cuadro del condenado empeoró a tal punto que los médicos del Servicio Penitenciario provincial le diagnosticaron la amputación del dedo. No obstante, se le practicó un “operativo de salvataje” de la extremidad, a partir de la implementación de morfina, explicó el defensor.
“Estuvo cinco meses y medio en la clínica Santa Clara, de la ciudad de Salta, y siempre con la intervención de juntas médicas. Y cuando superó el periodo de emergencia, regresó al penal a fines de 2022″, explicó el letrado.
Sin embargo, el tratamiento que debía continuar Lautaro no fue realizado en tiempo y forma, aseguró su abogado. Casabella Dávalos aseguró que el personal del Servicio Penitenciario puso “trabas” para el ingreso de la medicación correspondiente, y en consecuencia el recluso sufrió una recaída.
Ante este escenario, Teruel volvió a ser internado y le tuvieron que volver a practicar un nuevo operativo de salvataje para curar el dedo gordo de su pie. Sumado a ello, los médicos de turno le hallaron un problema de circulación sanguínea, el cual afectaba la irrigación a la extremidad en cuestión.
Si bien el problema de circulación fue tratado con medicamentos, la Junta Médica determinó el pasado 15 de enero que no debía continuar en la clínica, y así definió que debía continuar la rehabilitación bajo internación domiciliaria por 30 días.
Según el resumen de la historia clínica de Teruel al que accedió este medio, desde el sanatorio El Carmen, ubicado en la capital provincial y en el que el condenado estuvo internado antes de fin de año, el paciente durante la internación en su domicilio debe disponer de un baño de uso exclusivo para su persona; realizar controles de enfermería dos veces por día para la administración de antibióticos y curaciones; y someterse a sesiones de kinesioterapia tres veces por semana.
El condenado por doble abuso sexual agravado será evaluado la semana próxima, y de encontrarse en buenas condiciones de salud, regresaría al Servicio Penitenciario.