viernes 25 de abril de 2025

CULTURA | 17 feb 2025

OTRA FIGURA DEL TANGO MUY RECORDADA

Jorge Ortiz, el gran cantor de Rodolfo Biagi

Rodolfo Biagi tuvo como cantores a Teófilo Ibáñez, luego a Andrés Falgás y después a quien fue el más exitoso en la orquesta, Jorge Ortiz, quien luego de un corto período en que se desvinculó para actuar con Miguel Caló, volvió con Biagi. Se recuerdan en especial sus interpretaciones de “Yuyo verde”, “Indiferencia”, “Pájaro ciego”, “Misa de once” y “Soledad la de Barracas”.


Por: Ismael A. Canaparo

Jorge Ortiz (18 de setiembre de 1912 – 18 de febrero de 1989), cuyo nombre real era Juan Edelmiro Alessio Lupo, fue un brillante cantor de tango, que trabajó en diversas orquestas, recordándosele especialmente por sus actuaciones con la de Rodolfo Biagi, en la que fue su vocalista más destacado, como así también en la de Miguel Caló.

Jerónimo Sureda que, junto con su hermano Antonio dieran a luz una enorme e interesante cantidad de vales criollos, comenzó a actuar en radio Belgrano allá por 1939 desplegando sus dotes de recitador y poeta, complementando su actuación con la de un joven cantor de 25 años llamado Jorge Ortiz, el cual a poco de andar demostró su valía y gozó del seguimiento del público que en aquellas décadas era adicto a la música típica nacional.

Sin embargo, Jorge Ortiz no era un improvisado sino un nuevo nombre para alguien con trayectoria dentro del tango. Utilizando su verdadero nombre que era Juan Edelmiro Alessio, ya había pasado por Radio Cultura en 1933 como consecuencia de haber ganado un concurso, y posteriormente por radio Belgrano de la mano y con el apoyo de Azucena Maizani, y en 1936 formó parte de la presentación de la RCA Víctor como consecuencia de los festejos del 25 de Mayo.

También se había desempeñado en las orquestas de Edgardo Donato, con la que graba cuatro temas y pasa luego a la orquesta de Antonio Archirey en 1937 y luego a la agrupación lamentablemente olvidada de Antonio Bonavena.

Había estudiado canto desde los ocho años con el maestro Eduardo Bonessi. Jorge Ortiz murió en Buenos Aires en 1989 luego de haber transitado por las orquestas del maestro Ricardo Pedevilla en los cincuenta, con Miguel Caló en la década de los cuarenta. En su extensa trayectoria y actuando como solista actuó y efectuó grabaciones en Uruguay, Brasil, Colombia y Chile.

Pero resulta indudable que el núcleo de su carrera fue su encuentro con Rodolfo Biagi y las grabaciones que ambos han dejado para la historia. Al respecto puede decirse que tuvieron dos etapas. La primera entre 1940 y 1943 reemplazando a Andrés Falgás y que comienza con la grabación del tango “Todo te nombra”. La segunda etapa corresponde al año 1945 desde enero hasta diciembre y que comienza con la grabación del tango “Yuyo verde”, que se convirtió en un gran éxito del dúo.

Jorge Ortiz junto con Rodolfo Biagi grabaron en total 37 interpretaciones, más las glosas del tango “La cumparsita”, lo que hacen 38 intervenciones junto a Biagi, donde se muestran con claridad el enorme caudal de su voz, los matices incorporados al decir de la letra, a pesar del ritmo implacable impuesto por el director de la orquesta, y la genialidad de esa media voz reconocida y muy pocas veces superada en la historia del tango. Solo cuatro años y apenas 38 placas le alcanzaron a Jorge Ortiz para generar un sello imborrable en la historia del tango.

Rodolfo Biagi recordaba: “Mi primer cantor fue Teófilo Ibáñez, que tuvo un éxito con un tema mío y de Francisco Gorrindo: “Gólgota”. Luego Andrés Falgás, otro vocalista muy bueno, con “Cicatrices”. También, un fuera de serie como Jorge Ortiz, además de Alberto Amor, Carlos Saavedra y, en los últimos nueve años de la orquesta, Hugo Duval. A los cantores citados se deben agregar Carlos Heredia, Alberto Lago y Carlos Almagro, mi último vocalista”.

Abel Palermo (1936-2014), cantor y colaborador de “Todo Tango”, escribió esta semblanza de Jorge Ortiz:

“A principios de 1933, LR 10 Radio Cultura organizó un concurso de cantantes. Eduardo Bonessi preparó para el evento a algunos de sus alumnos y los presentó en el certamen. El joven Alessio resultó triunfador y, como premio, fue contratado por la emisora.

En una actuación lo escucha Azucena Maizani, quien lo presenta al director artístico de LR3 Radio Belgrano, don Pablo Osvaldo Valle y es contratado para actuar en la prestigiosa radio, acompañado por el trío de guitarristas estables de la emisora dirigidos por Pascual Avena.

En 1935 es requerido por Edgardo Donato, quien contaba con las voces de Antonio Maida, Alberto Gómez y Hugo Del Carril. Alessio debuta en el disco con los tangos: “Dios lo sabe” y “Rosalinda”.

Participó con esa orquesta en la película “Picaflor”, cantando el tango que lleva el nombre del film y que luego grabara comercialmente. El 16 de junio vuelve al surco con “El día que me quieras”, de Carlos Gardel y Alfredo Le Pera.

El 25 de mayo de 1936, en celebración del aniversario de la Revolución de Mayo de 1810, la compañía discográfica RCA-Víctor realiza en el Cine Ambassador un importante festival con la participación de todos los artistas del sello. En representación del tango, actúan Osvaldo Fresedo con Roberto Ray, Juan D'Arienzo con Walter Cabral, Francisco Lomuto y la voz de Jorge Omar y Edgardo Donato con Juan Alessio.

En 1937 se incorpora a la orquesta de Antonio Arcieri, pasando al año siguiente a la de Antonio Bonavena.

En 1939 actúa en Radio Belgrano con Gerónimo Sureda, cuyo pianista era Carlos Figari, ocasión a partir de la cual comienza a utilizar el nombre artístico Jorge Ortiz.

En 1940 es convocado por Rodolfo Biagi para suplir al cantor Andrés Falgás. El 19 de junio de ese año, graba el tango de Francisco Canaro e Ivo Pelay “Todo te nombra”. A partir de ese momento, nace un binomio que durante tres años se convertiría en uno de los rubros importantes de la década del 40. El cantor pasa a ser la voz emblemática de la orquesta, destacándose por su personalidad y su modo expresivo y melodioso.

El sello Odeon lograba imponerse en el mercado gracias al éxito producido por el binomio Biagi-Ortiz. Entre los temas más destacados, podemos citar: “Humillación”, “Por un beso de amor”, “Misa de once”, “Zaraza”, “Carillón de La Merced”, “Indiferencia”, “Si de mí te has olvidado”.

Es tentado por Miguel Caló para ocupar el lugar dejado por Raúl Berón y cambia de orquesta. A los pocos días, el 19 de enero de 1943, graba el tango de Aníbal Troilo y Homero Manzi “Barrio de tango” y “Pa' que seguir”, de Fiorentino y Pedro Lloret, y, al día siguiente, de Armando Ballioti y Santiago Adamini “A las siete en el café”. Posiblemente, su obra más lograda con Caló.

Compartía el escenario con el joven cantante sanjuanino Alberto Podestá, quien al mes siguiente se desvincula de la orquesta para incorporarse a la del maestro Pedro Laurenz. En su lugar es contratado quien, con el tiempo, se convertiría en la voz más representativa de la orquesta de Caló y uno de los ídolos consagrados en Colombia y Latinoamérica: Raúl Iriarte.

Lamentablemente, el paso de Ortiz por la orquesta de Caló no tuvo el éxito esperado. Ese es el misterio del tango, no alcanza armar una orquesta con los mejores instrumentistas y un vocalista de nivel, es fundamental la conjunción de los estilos y el entendimiento entre la orquesta y el cantor.

La relación duró sólo seis meses. Su última presencia discográfica fue la milonga de Enrique Francini y Homero Expósito “Pobre negra”, el 10 de junio de 1943.

Al desvincularse de Caló, parte contratado a Brasil. Luego pasa a Venezuela y, finalmente, a Chile, terminando esta gira en el mes de noviembre de 1944.

El 2 de enero de 1945 se reintegra a Biagi, la orquesta de sus grandes éxitos y el 24 de enero de 1945 graba el tango de Gorrindo y Biagi “Magdala” y en el reverso “Yuyo verde”, de Homero Expósito y Domingo Federico, que se transforma en un éxito extraordinario.

Este reencuentro dura muy poco. El misterio de la desvinculación definitiva de este exitoso binomio nunca se pudo dilucidar.

En 1946 reaparece Jorge Ortiz, en la Confitería Marzotto de la calle Corrientes, oportunidad que formó rubro con el bandoneonista Jorge Argentino Fernández y su orquesta. Luego forma su propio conjunto, dirigido por el ex-bandoneonísta de Biagi, Adolfo Grippo.

Durante 1947 y 1948, actuaron en Radio Splendid, bailes y giras por el interior del país. En 1949 parte de gira por toda América, eligiendo a Brasil como lugar de residencia.

Regresa en 1952 y graba en discos Pampa-Odeon, con la orquesta dirigida por el maestro Ricardo Pedevilla el tango “Misa de once”. Luego de algunas actuaciones en 1953 se retira de la actividad profesional, regresando a la actuación en 1957 en Uruguay, con la orquesta local de Esteban Martínez —Pirincho—, actuando en distintos espectáculos y en la emisora Radio Carve de Montevideo.

En 1959 viaja nuevamente a Brasil, donde era muy reconocido. Es curiosa la atracción que Ortiz generaba en el público de Río de Janeiro. Junto a Charlo y Alberto Marino, fueron los cantores de tango que más éxito tuvieron esa hermosa ciudad. Jorge sentía un cariño especial por Río, donde decidió radicarse definitivamente.

Ya en los finales de su carrera, en 1975 se presentó en Colombia, en un homenaje a Gardel organizado por su amigo Raúl Iriarte. Su última actuación en Buenos Aires fue en 1979, en el Canal 11 de televisión, en el programa “Ronda de Ases”, conducido por Héctor Larrea y acompañado por la Orquesta Símbolo Rodolfo Biagi, compartiendo el escenario con Hugo Duval, el otro importante cantor del maestro Biagi.

En 1983 viaja nuevamente a Colombia donde, además de actuar, graba un LP para el sello Sonolux, con una orquesta típica local, con la participación de músicos argentinos.

Jorge Ortiz murió de un paro cardíaco a los 77 años, pero su recuerdo sigue entre nosotros a través de sus grabaciones: 4 temas con Edgardo Donato, 37 con Rodolfo Biagi, 7 con Miguel Caló, 1 con Ricardo Pedevilla y 12 grabadas en Colombia.

Fuentes: Ernesto Costa y El tango y sus invitados.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias