

Por: Por Macarena Ramírez
A las 17 en punto, con una sensación térmica que superaba los 40 grados y un masivo corte de luz que afectaba al AMBA, Axel Kicillof cruzó la plaza San Martín, que separa la gobernación de la Legislatura, saludando a la militancia que lo esperaba bajo el intenso sol. Minutos después se sentó en el estrado. A partir de ahí, el gobernador se subió al ring para enfrentar a Javier Milei con un discurso diseñado para cimentar un camino "derecho a un futuro mejor", la frase- eslogan con la que cerró apuntando a 2027.
A diferencia de Cristina Fernández de Kirchner, que batalla contra el Presidente a través de las redes sociales desde el PJ nacional con lenguaje de época, sintetizado en su "Che Milei", el gobernador buscó este miércoles posicionarse como el perfecto rival para el libertario, algo que ya había ensayado hace un año, aunque esta vez escaló y llegó a tratarlo de "estafador" por el Libragate. Pero la contraposición kicillofista es a través de la gestión cotidiana, al oponer en cada tramo de su extenso discurso su administración a la de La Libertad Avanza (LLA): el Estado presente versus el topo que llegó a terminar con el Estado desde adentro.
Es una estrategia a doble mano, ya que La Plata coincide con la Casa Rosada. Según supo Letra P, en las usinas de comunicación libertarias, la semana pasada se decidió que la confrontación 2025 sería contra el bonaerense. Desde Twitter, Milei pidió la renuncia de Kicillof y la intervención a la provincia, en un posteo que unió a un peronismo que Kicillof sueña con conducir en su totalidad, pero el cristinismo hoy lo resiste.
La imagen del peronismo unido duró lo que un suspiro. En la Legislatura se volvió a ver una foto enclenque del peronismo con ausencias de peso. La Cámpora no se movilizó a La Plata para el baño de militancia kicillofista.
TODO CONTRA JAVIER MILEI
Kicillof ocupó los primeros 40 minutos de su discurso para confrontar mano a mano contra el Milei, para volver a posicionarse como el primer opositor a las políticas libertarias, un lugar que en ciertos momentos del 2024 quedó relegado por la centralidad de CFK, a quién apenas nombró en una única ocasión, al recordarla en la construcción de un hospital bajo su gestión.
El gobernador empezó hablando del elefante en la habitación: la amenaza de Milei de intervenir la provincia y su posterior rectificación. “No se puede Presidente ser impune”, le dijo de forma directa, para luego marcar que no sabe porque el libertario “se comporta así”. “No soy psiquiatra”, lo chicaneó, para luego recordarle que ganó por una diferencia de más de 20 puntos la reelección y que el peronismo ganó en la provincia las tres elecciones de 2023.
“Le quiero decir al Presidente que con la democracia y el federalismo no se juega”, aseguró. Luego, intentó demostrar que no está solo en es camino, al citar a otros gobernadores atacados por Milei, pero para posicionarse como un articulador con sus pares: “Vamos a seguir trabajando con todas las provincias como ya lo hemos hecho”, afirmó. La estrategia kicillofista de mostrarse con otros mandatarios, sobre todo los no peronistas, no es del agrado del cristinismo.
Kicillof no sólo volvió a contestar el posteo presidencial: también replicó los dichos de Milei en la apertura de sesiones del 1M en el Congreso: “Nos contó una fantasía que solo existe es su afiebrada imaginación”, afirmó. Y, para discutirse de igual a igual, se calzó el traje de economista para cuestionar a la administración libertaria y dio los números de la crisis en Buenos Aires: caída del 30% del salario mínimo y 22% de la jubilación mínima del 22%; desplome del consumo en un 11% en supermercados y 15% en minoristas; además de 170 mil despidos de trabajadores registrados y 60 mil informales, entre otros.
Luego de cuestionar las negociaciones de Toto Caputo con el FMI, dio los números de caída de ingresos de la provincia de Buenos Aires. La totalidad le da una deuda del gobierno nacional con la provincia de Buenos Aires, dijo, es de 9,4 billones de pesos. Hay siete denuncias realizadas ante la Corte Suprema de Justicia.
Kicilllof se dedicó más de media hora a hablar de inseguridad, un apartado en el que volvió a cargar contra el Gobierno. En cada tópico que siguió en su discurso - como educación, obra pública o salud- estuvo atravesado por críticas a la Casa Rosada.
LA FOTO ENCLENQUE DE UN PJ EN CRISIS
Kicillof no pudo repetir la contundencia de la postal del pasado viernes, al fervor del reclamo mileísta de intervención de la provincia, cuando todas las tribus del peronismo se mostraron detrás del gobernador. Cinco días después, la Apertura de sesiones estuvo floja en figuras.
Hubo presencia casi completa de la tropa kicillofista que forma parte del recientemente lanzado Movimiento Derecho al Futuro, que este miércoles tuvo su primera presentación en la calle, al escuchar en plaza San Martín un bonus track del discurso. Estuvieron intendentes, gremialistas, parte de la dirigencia social y política que forman parte del espacio. No faltó el gabinete ni referentes legislativos.
La presencia de La Cámpora fue escasa: no estuvo Máximo Kirchner quien participó de aperturas de sesiones anteriores como presidente del PJ y diputado nacional por la provincia de Buenos Aires; ni tampoco estuvo el senador Wado de Pedro, otro habitué en estas fechas.
La presencia de representantes de las intendencias camporistas también fue pobre. Se lo pudo ver a Damián Selci, de Hurlingham, Juan Ustarroz (Mercedes), pero faltó el ala más combativa del conurbano, como Mayra Mendoza (Quilmes) y Julián Álvarez (Lanús), ambos que sí estuvieron en La Plata el viernes pasado.
Tampoco estuvo en representación del Frente Renovador, el otro socio de Unión de por la Patria, la ex titular de AYSA, Malena Galmarini. Dos intendentes opositores decidieron estar: los radicales Martín Randazzo (Lamadrid) y Maximiliano Suescun (Rauch).
A pesar del faltazo cristinista, el gobernador cumplió con lo que había dejado trascender: no anunció ningún desdoblamiento, algo que la expresidenta rechaza. No obstante, como para pavimentar el camino a 2027 es necesario pasar por el 2025, Kicillof le pidió a ambas cámaras que apuren una definición sobre qué hacer con las PASO provinciales, aún vigentes a pesar de la suspensión de sus equivalentes nacionales. "Los argumentos para la suspensión son más que razonables, pero la suspensión le corresponde a esta Legislatura", afirmó.