

El sur de la provincia de Santa Fe sufrió un fuerte temporal en la tarde del jueves, con ráfagas de viento de hasta 115 kilómetros por hora en la zona de Casilda y Pujato. Sólo en Casilda se registraron 15 evacuados, árboles caídos y destrucción de viviendas. Sin embargo, no hubo que lamentar heridos de gravedad.
“La ciudad está con mucho daño, hay muchos árboles y cables caídos en toda la ciudad, cabe destacar que no cayó granizo”, retrató el intendente de Casilda, Guillermo Franchella, a La Capital.
Casilda suele ser una ciudad ordenada. Quienes transitan sus calles lo hacen sin mayores dificultades y ver una rama caída o cables colgando a la deriva es una anomalía en el día a día de los vecinos. Pero el temporal transformó a las calles en un caos, los servicios de luz y agua fueron discontinuados provisoriamente y al menos 15 personas debieron ser evacuadas al club Aprendices de Casilda, con el correr de las horas y la estabilización de la situación, tres de ellas pudieron volver a sus hogares.
El temporal pegó fuerte cerca de las 17 del jueves. Vientos de 115 kilómetros por hora, más de 70 milímetros de lluvia, un centenar de árboles afectados, antenas derribas, voladuras de techos y autos destruidos por caída de ramas. La lluvia fue tan violenta que hasta el hospital provincial San Carlos se vio afectado. “Tenemos que agradecer que no hubo víctimas fatales o personas heridas de gravedad, solo pacientes ambulatorios”, agregó Franchella, quien se refirió a la tormenta como “la peor de la historia de Casilda”.
Despejar las calles
Luego de una tarde caótica, los equipos de Protección Civil de Santa Fe y Casilda trabajan junto al personal médico de Acción Social y el cuartel de Bomberos de la ciudad trabajan para despejar la ciudad y volver a darle los servicios a los vecinos. El proceso de reconstrucción “será largo y mano a mano con los casildenses”, manifestó el intendente y destacó la predisposición del gobernador Maximiliano Pullaro, el ministro de Gobierno Fabián Bastia y la ministra de Salud Silvia Ciancio, quienes se acercaron a ver la magnitud de daños que dejó el vendaval.
La contención de la población será el siguiente paso luego de despejar las calles, ordenar los caminos y la restauración de los servicios. Este viernes las clases en Casilda, también en Pujato, están suspendidas y las autoridades recomiendan no realizar trasladados innecesarios. “Por suerte todo se puede volver a reconstruir, no se podía resolver la pérdida de vidas, que no hubo. Vamos a trabajar para salir adelante entre todos”, concluyó Franchella.
Qué pasó en Casilda
La observadora meteorológica Vanessa Balchunas explicó a La Capital que sobre Casilda pasó una “microráfaga, que descienden de una tormenta eléctrica de la base de Cumulus Nimbus y de manera horizontal arrasan con grandes extensiones de superficie a su paso”.
Este fenómeno se diferencia de otros donde el viento “de manera desordenada” afecta una zona, explicó Balchunas y son típicas de tormentas con mucha carga eléctrica como la de este jueves.
Asistencia a Casilda y Pujato
Minutos después de las 17 el temporal que azotó a la zona hizo que se activaran los protocolos de Protección Civil de la provincia de Santa Fe. Entre las medidas se dispuso el corte del servicio eléctrico de manera preventiva y la suspensión de clases en Pujato y Casilda.
“Se decidió que en Pujato, una de las localidades más afectadas, y en algunos sectores de Casilda, se corte el suministro eléctrico para garantizar la seguridad de los vecinos”, contó Marcos Escajadillo, secretario de Protección Civil.
Este viernes las cuadrillas de operarios junto a bomberos voluntarios y empleados de los gobiernos locales comenzaron con el trabajo de trozado de ramas, poda de árboles y puesta a punto de calles y caminos. En tanto, los efectores de salud continuaban funcionando con grupos electrógenos para no perder la atención y vacunas.