

En un contexto de creciente tensión laboral y a tan solo un día del paro general convocado a nivel nacional, trabajadores de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), ex AFIP, realizan este miércoles 9 de abril una medida de protesta que busca llamar la atención sobre el deterioro de sus condiciones laborales.
Durante tres horas —de 9 a 12 del mediodía— se interrumpió por completo toda actividad informática en el organismo. La protesta, impulsada por la Asociación de Empleados Fiscales e Ingresos Públicos (AEFIP), consiste en el apagado masivo de computadoras, sin distinción de cargos ni áreas.
AJUSTE SILENCIOSO
“Nos conectamos y apagamos todo”, fue la consigna compartida por el gremio a través de sus redes sociales, en una clara señal de unidad y de hartazgo ante lo que consideran un ajuste silencioso por parte del gobierno nacional.
Si bien la medida generó demoras e inconvenientes para los contribuyentes y usuarios del sistema, desde AEFIP explicaron que este tipo de acciones son necesarias para visibilizar la grave situación que atraviesa el personal del organismo, cuyos salarios fueron licuados por la inflación y que, además, soporta una sobrecarga de tareas producto de miles de bajas originadas por el gobierno libertario, y también por jubilaciones, no renovaciones de contratos y retiros voluntarios no reemplazados.
El secretario general de la Unión del Personal Superior de la AFIP (UPSAFIP), Julio Estévez, sostuvo que “el silencio de la patronal frente a nuestros reclamos solo confirma el desprecio por los trabajadores. Vamos a profundizar las medidas y no descartamos acudir a la Justicia Federal para que se investigue el vaciamiento del organismo”.
PRECARIZACIÓN DEL PERSONAL DE ARCA
Estévez también cuestionó el destino de los fondos que se habrían liberado tras la disolución de cerca de 100 dependencias en el interior del país: “Queremos saber qué hicieron con los cientos de miles de millones de pesos que se ahorraron. En vez de mejorar los sueldos, precarizaron el servicio, complicando tanto a la ciudadanía como a quienes seguimos sosteniendo el trabajo desde adentro”.
En paralelo, AEFIP confirmó su adhesión al paro general de este jueves 10 de abril, argumentando que la política de recorte y desfinanciamiento en curso es una forma encubierta de vaciamiento institucional. Para los gremios, no se trata solo de salarios, sino del intento de transformar un organismo clave para la recaudación en una estructura cada vez más débil y funcional al ajuste.
La jornada de protesta, lejos de ser un simple apagón técnico, se inscribe en un conflicto más profundo: el de cientos de trabajadoras y trabajadores que se niegan a aceptar en silencio el deterioro de sus derechos y de la estructura estatal en la que cumplen funciones.