

Por: Redacción Semanario de Junín
El municipio de Junín ya parece un reality de mala calidad. Entre el intendente que sale a escrachar en las redes sociales a vecinos que tiran basura en una esquina y no mira el desastre en que está convertida la ciudad con sus calles mugrosas e intransitables, hasta las campañas berretas de vialidad que buscan recaudar y lo único que terminan es causando molestias a través de funcionarios que tiran ideas estrambóticas y luego renuncian.
El conjunto de calamidades no hace más que generar tensiones que terminan en peleas, discusiones callejeras y al extremo, como el de noviembre del año pasado con un inspector municipal en grave estado por haber sido atropellado supuestamente adrede por un motociclista en un control vial.
Entonces, cuando el Estado municipal, como órgano de contralor debiera buscar los medios para que los operativos sean eficientes y tengan en cuenta la “educación” vial, por el contrario, todo termina en un desmadre.
Como se puede observar en los videos y fotos que acompañamos, la discusión ocurre entre inspectores municipales que se supone capacitados para tratar con los vecinos, pero sin embargo terminan discutiendo airadamente con jóvenes ciclistas (que decían ser menores de edad) generando escenas de violencias tan nefastas como innecesarias.
En verdad hace falta que sea el gobierno el que frene este tipo de escaladas, que parecen propias de la impotencia de los funcionarios por no poder ordenar el caos del tránsito juninense, cada vez más problemático.