

A 43 años del hundimiento del ARA General Belgrano, Argentina conmemora uno de los episodios más dolorosos de la Guerra de Malvinas. El 2 de mayo de 1982, el crucero ligero, símbolo de la Armada Argentina, fue atacado por torpedos del submarino nuclear británico HMS Conqueror fuera de la zona de exclusión establecida. El saldo fue devastador: 323 tripulantes perdieron la vida, casi la mitad de las bajas argentinas en todo el conflicto.
El día que hundieron el ARA General Belgrano en Malvinas: 2 de mayo, no se olvida
El ARA General Belgrano, un buque con historia en la Segunda Guerra Mundial bajo la bandera estadounidense como USS Phoenix, navegaba al sur de las islas cuando fue alcanzado. El ataque, ordenado por el gobierno británico, desató controversias sobre su legalidad y marcó un antes y un después en la guerra, intensificando la escalada bélica.
Los sobrevivientes, que enfrentaron aguas heladas y condiciones extremas, narran historias de heroísmo y sacrificio que aún resuenan en la memoria colectiva.
Cada 2 de mayo, el país rinde homenaje a los caídos con ceremonias, ofrendas florales en el mar y actos en todo el territorio.
Habían pasado apenas las cuatro de la tarde. La madrugada había sido confusa: lo que el día anterior parecía una orden clara para ser protagonista de un ataque al enemigo se había convertido, entre la una y las seis de la mañana, en la advertencia sobre un posible cambio de rumbo al principio y la seguridad sobre ese cambio en las primeras horas de ese 2 de mayo.
A la tarde de ese día, el buque ARA General Belgrano ya había reorientado su dirección para volver a una posición más de espera que de avance sobre las fuerzas británicas. Pero dos minutos después de las cuatro de la tarde el destino de esa embarcación con casi 1.100 hombres a bordo cambió. Para siempre y trágicamente.
El primer torpedo submarino impactó casi en el centro de ese buque que había navegado por primera vez en 1938, cuando pertenecía a la Armada de los Estados Unidos, y que ahora formaba parte de las fuerzas argentinas en plena Guerra de Malvinas.
Fue el más letal de los dos disparos británicos que impactaron en el buque y que lograrían hundir a ese gigante naval de 180 metros de eslora en apenas 58 minutos. En ese ataque morirían casi la mitad de los hombres argentinos que cayeron durante el enfrentamiento bélico de 1982.
A las 16.02 las órdenes de Margaret Thatcher empezaron a convertirse en tragedia para las tropas argentinas. A las 17.00 el buque de 180 metros de largo estaría hundido, así que los tripulantes que sobrevivieron a los dos torpedos contaban con menos de una hora para intentar salvar sus vidas.
El primer torpedo mató, entre otros, a los únicos dos civiles que estaban embarcados. Trabajaban en la cantina de la nave y se habían negado a desembarcar una vez que supieron que el buque entraba en misión de guerra. Había, además, 1.091 tripulantes de la Armada Argentina.
Murieron 323 de esas personas, entre los que perdieron la vida por el impacto de los dos torpedos disparados desde el Conqueror y los que no resistieron una evacuación de 21 horas en balsas, en medio de una tormenta en el mar prácticamente helado.
El hundimiento del Belgrano no solo fue una pérdida militar, sino un golpe emocional para la sociedad argentina. A 43 años, la causa Malvinas sigue vigente, alimentada por el reclamo diplomático de soberanía y el compromiso de mantener viva la memoria de quienes dieron su vida.