

Hace dos semanas, el presidente Javier Milei recordó que las retenciones a las exportaciones agrícolas “se las hemos bajado transitoriamente" y que volverían en junio. Además, amenazó al campo para que “liquiden ahora”. En este marco, el IERAL, la casa de estudios de la Fundación Mediterránea, estimó que con el regreso de las retenciones al 33% para soja, y del 12% para el maíz y el trigo, entre otros productos, se “recortaría hasta 74% la rentabilidad en zonas agrícolas extrapampeanas”. Por contrapartida, si todos liquidan “en tiempo y forma”, el fisco podría recaudar hasta US$930 millones.
El trabajo del IERAL, firmado por el economista Franco Artusso, advirtió que las retenciones afectan la rentabilidad del negocio de producir granos: llevan a las empresas agropecuarias “a minimizar la incorporación de nuevas tecnologías (maquinarias, semillas, fertilizantes) y limitar la expansión de la superficie bajo explotación”, ya que se descartan aquellas zonas de rindes más bajos.
Para medir la pérdida de rentabilidad, el IERAL tomó dos modelos agrícolas con distintos niveles de eficiencia en la producción de los granos, uno en la zona núcleo (sudeste de Córdoba, sur de Santa Fe, norte de Buenos Aires) y otro en la región extrapampeana (norte de Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán, centro-norte del país) y consideró distintos regímenes de tenencia de la tierra.
Solo en la zona núcleo, la de mejores suelos y más cercanas a los puertos, la rentabilidad empeorará entre 11% y 12%, según el análisis.
En tanto, desde la Universidad Austral se conoció un informe que dio cuenta que “los compromisos de entrega de soja están en apenas el 24% de la cosecha esperada, frente a un promedio histórico del 31% para esta fecha” última semana de abril.
"Los productores están vendiendo mucho menos que otros años, en un contexto de precios débiles y gran incertidumbre”, advirtió Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de esa casa de estudios.