

Robert Francis Prevost fue elegido como el nuevo papa. Se hará llamar León XIV. El anuncio generó un estallido de júbilo entre los miles de presentes en la Plaza San Pedro del Vaticano, donde se esperó con expectativa el anuncio de quien sucedería al último Pontífice, Francisco, el argentino Jorge Bergoglio.
El cardenal Robert Francis Prevost, de 69 años, es el primer Pontífice estadounidense y el número 267 de la Iglesia. Ha pasado gran parte de su ministerio en Perú
El nuevo Papa, León XIV, hasta ahora Robert Francis Prevost, es un agustino estadounidense de 69 años y medio latino —nació en Chicago, de padres de origen francés y español, y ha pasado 40 años en Perú, donde ha sido obispo—.
“La paz sea con todos vosotros, hermanas y hermanos” ha sido el primer mensaje del nuevo Papa, Robert Francis Prevost, que será conocido como León XIV. “Ayudadnos a construir puentes”, ha pedido el sumo pontífice a los congregados en la plaza de San Pedro.
En su primer mensaje como Papa, León XIV, ha hablado de paz, diálogo y de la importancia de tender puentes. Ha mencionado también con gratitud a su predecesor Francisco.
De carácter tranquilo y humilde, no despertaba antipatías en ningún sector, puede que por mantener un perfil muy bajo (no ha dado una sola entrevista). Es de los pocos a los que Francisco señaló de alguna manera, al nombrarlo por sorpresa en 2023 jefe del potente dicasterio para los obispos, un cargo en el que ha tenido contacto con todos los continentes. Tiene mucha experiencia tanto pastoral como de gobierno, pues ha sido superior de los agustinos, la orden a la que pertenece, y conoce la Curia.
Prevost ha roto la norma no escrita de evitar nombrar papa a los cardenales estadounidenses por proceder del país más poderoso, quizás por su perfil más complejo.
Es un mediador entre los obispos de EE UU, la Iglesia donde la división ideológica y la polarización es más fuerte. Puede hacer regresar las donaciones de Estados Unidos a las maltrechas arcas vaticanas en la era de Donald Trump.
Tras la elección del cardenal estadounidense, Robert Francis Prevost, cae el tabú de que el Sumo Pontífice no podía ser de una potencia mundial. Un Papa de EE UU en este momento, con Donald Trump, significa una toma de postura de la Iglesia ante el mapa político mundial, para buscar un interlocutor con la Casa Blanca y con el pueblo estadounidense.
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