

Georgalos, una de las empresas más tradicionales del país, puso a la venta su negocio en la Argentina. La firma de origen familiar, que produce desde hace 85 años marcas entrañables como Mantecol, Toddy y Palitos de la Selva, contrató al Banco Santander para llevar adelante una operación que podría alcanzar los 200 millones de dólares.
Detrás de la decisión no hay una estrategia de expansión ni un reordenamiento regional, sino una palabra que se repite en cada rincón del país productivo: recesión.
Desde que asumió el nuevo gobierno en diciembre de 2023, el consumo interno viene en picada. Según datos de la consultora Scentia, el consumo masivo en supermercados y autoservicios cayó un 13,9% en 2024 respecto al año anterior, y el primer trimestre de 2025 marcó una nueva baja interanual del 8,6%.
Dentro de ese universo, el rubro de los “productos impulsivos” se lleva una parte importante del golpe: en los primeros tres meses del año, las ventas de estos productos cayeron un 14,6%.
Dirigida por Miguel Zonnaras, nieto del fundador, la empresa cuenta con siete plantas productivas en el país. En los últimos años había encarado un ambicioso proceso de expansión: en 2022, recuperó la marca Mantecol que había vendido en plena crisis de 2001; poco antes, había adquirido Alimesa S.A., sumando las galletitas Toddy y la chocolatada Zucoa a su portafolio. Con esas operaciones, había conseguido una participación de entre el 25% y el 30% en el mercado nacional de polvos chocolatados.
Sin embargo, el clima económico actual alteró todos los planes. La caída abrupta del consumo masivo, sumada al altísimo costo en dólares de producir en el país, está obligando a empresas de todos los tamaños a replantear sus estrategias.